Flashear la BIOS de la GPU: riesgos, herramientas y guía paso a paso

Última actualización: septiembre 13, 2025
  • Flashear la vBIOS puede aportar rendimiento o estabilidad, pero conlleva riesgos y la pérdida de garantía.
  • Herramientas clave: NVFlash, OMGVflash y NVFlashk en NVIDIA; AMDVBFlash (ATIFlash) en AMD.
  • Compatibilidad del PCB, límites de potencia y respaldo con GPU-Z son imprescindibles antes de flashear.
  • Existen alternativas más seguras: overclock moderado y ajustes de software por perfil.

Flashear la BIOS de la GPU

Si alguna vez te has planteado exprimir un poco más tu tarjeta gráfica, flashear su vBIOS puede parecer una puerta tentadora: corregir errores, desbloquear límites o arañar rendimiento que el fabricante dejó en la mesa. El procedimiento, en esencia, consiste en sustituir el firmware actual por otro más conveniente.

Ahora bien, no es un juego sin consecuencias: hay riesgo real de “brickear” la GPU si algo se tuerce (cortes de luz, incompatibilidades, archivos corruptos). Además, salvo métodos expresamente permitidos por el fabricante, perderás la garantía. Si aun así quieres seguir, aquí tienes una guía completa y actualizada.

Qué significa flashear la BIOS de la GPU y cuándo planteárselo

La vBIOS de una gráfica es el microcódigo que define comportamiento interno, límites de potencia, frecuencias y otros parámetros críticos del dispositivo. Igual que en una placa base, está almacenada en una EEPROM de la propia tarjeta y determina cómo se inicializa y se comunica con el sistema.

Los fabricantes suelen lanzar varios modelos con el mismo PCB (misma placa), variando la selección de chips, límites de energía y perfiles de reloj. La consecuencia práctica es que un modelo “menor” puede compartir base con uno “mayor” y, con una vBIOS distinta, operar con límites algo más amplios (a costa de más voltaje, temperatura y ruido).

En la práctica, la diferencia suele ser pequeña (en torno a decenas de MHz y pocos FPS), pero hay escenarios donde sirve para estabilizar una tarjeta conflictiva, corregir una vBIOS con fallos, o equiparar prestaciones entre variantes de la misma familia.

Requisitos de compatibilidad y precauciones clave

Antes de nada, la norma de oro: solo flashea entre tarjetas con el mismo PCB. Esto implica la misma disposición eléctrica y, en NVIDIA Founders Edition, conviene verificar número de fases de alimentación y límites de potencia, porque ese desajuste puede salir caro.

Siempre que puedas, usa una vBIOS del mismo modelo y ensamblador (ASUS, MSI, GIGABYTE, EVGA…). Si cambias de fabricante no suele pasar nada a nivel funcional, pero la GPU heredará el ID de la vBIOS introducida y podría generar confusiones.

Evita flashear vBIOS de modelos totalmente distintos aunque compartan serie. Puede que no cargue, o que te quedes con un pisapapeles temporal difícil de recuperar. Y por supuesto, no te la juegues si tu PC es inestable: cortes de luz o cuelgues durante el proceso son la receta del desastre.

Haz una copia de seguridad con GPU-Z

Antes de tocar nada, crea una copia de tu vBIOS actual. Con GPU-Z es trivial: en la ventana principal, junto a “BIOS Version”, pulsa el icono correspondiente, elige “Save to file” y guarda el archivo con extensión .rom. Ese respaldo puede salvar la papeleta si algo sale mal o si la vBIOS nueva resulta inestable.

Esta técnica sirve tanto para AMD como para NVIDIA, y te evita depender de bases de datos externas si no tienes claro qué descargar o cómo ver los componentes. Mejor un respaldo propio, reciente y verificado, que una vBIOS genérica de Internet de origen incierto.

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Herramientas para NVIDIA: NVFlash, OMGVflash y NVFlashk

Para tarjetas NVIDIA, el clásico es NVFlash, disponible para Windows, Linux e incluso QNX, con versiones de 32 y 64 bits. Durante años, desde Pascal (GTX 1000) en adelante, NVIDIA limitó el flasheo con firmas y comprobaciones estrictas, frenando la “scene”.

La novedad es que han surgido dos utilidades de la comunidad: OMGVflash y NVFlashk. La primera se apoya en acceso al procesador de seguridad Falcon de NVIDIA y rompe verificaciones de firma y proveedor; la segunda es una versión modificada de NVFlash que fuerza un “mismatch bypass” cuando se usa el parámetro típico -6.

Descargar y preparar NVFlash

Lo más cómodo es bajarlo desde repositorios reputados como TechPowerUp, que suelen mantener la versión más reciente. Descarga el paquete, descomprímelo y coloca la carpeta en C:\ para simplificar los comandos.

Después, consigue la vBIOS que quieres flashear desde una fuente fiable y compatible con tu PCB. Renómbrala a algo fácil, por ejemplo RTX.rom, y cópiala en la misma carpeta de NVFlash. Cuanto menos te equivoques escribiendo, mejor en el paso de línea de comandos.

Uso básico de NVFlash en Windows

Abre el Símbolo del sistema como administrador (busca “cmd”, clic derecho, Ejecutar como administrador). Moverse a la raíz es tan simple como escribir cd \ y luego entrar a la carpeta: cd C:\CarpetaDeNVFlash. Los permisos de administrador son imprescindibles para escribir en la EEPROM.

Primero, lista las GPU detectadas para identificar su índice interno:

nvflash --list

Lo habitual es que tu GPU aparezca como índice 0. Si tienes más, verás 1, 2, etc. En instalaciones con varias tarjetas (si Windows no detecta la segunda GPU, consulta qué hacer cuando Windows no reconoce la segunda GPU) deberás especificar el índice con -iX en los comandos posteriores. Si solo tienes una, no hace falta indicar el índice.

Desactiva la protección de escritura de la EEPROM con:

nvflash --protectoff

Si hay varias GPUs, recuerda el modificador por índice, por ejemplo: nvflash -i0 –protectoff. Verás mensajes de confirmación indicando que la protección ha quedado deshabilitada.

Ahora sí, ejecuta el flasheo con confirmación forzada:

nvflash -6 RTX.rom

Con varias tarjetas sería nvflash -iX -6 archivo.rom. Durante el proceso pueden aparecer pantallas en negro y parpadeos; no interrumpas. Al final te pedirá reiniciar para completar los cambios.

Qué valida NVFlash y qué comprobar tú

NVFlash verifica varios identificadores al intentar flashear: PCI Device ID (la serie de la GPU), Subsystem ID (ID del PCB), Board ID y otra jerarquía interna definida por software. Si hay discrepancias, suele requerir confirmaciones y en versiones parcheadas puede forzarse el bypass.

Eso no garantiza que la vBIOS vaya a arrancar de verdad en tu tarjeta. Debes comprobar que coinciden tamaño de la EEPROM, límites de voltaje, versión y tipo de placa. Si estás cruzando entre ensambladores, espera ver cambios de ID; eso es normal, pero no es lo crítico.

OMGVflash y NVFlashk: qué aportan y por qué son peligrosas

OMGVflash, desarrollada por Veii, afirma ofrecer crossflash completo desde Turing (RTX 2000) hasta familias actuales, siempre que los cabezales de alimentación sean idénticos y no haya modificaciones personalizadas de i²c o del controlador de voltaje (especial atención en serie 3000+).

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Además, permite degradar InfoROM y XUSB FW para retirar bloqueos de la EEPROM en escenarios complejos (por ejemplo, portátiles con dGPU). Siempre que los checksums (32 y 8 bits) de tu BIOS modificada sean correctos, puedes flashear omitiendo limitaciones FE/VendorCert/XOC/MasterCert, si el tamaño de la EEPROM lo soporta.

Con esa base se facilitan proyectos y herramientas de control aprovechando el canal de comunicación con Falcon (ejemplo, powrprof.dll + MUTEX). En resumen, habilita gran flexibilidad, pero multiplica los riesgos si no sabes exactamente lo que haces.

Por su parte, NVFlashk (mod de Kefi) fuerza un “mismatch bypass” permanente con -6. Intentará flashear casi cualquier vBIOS en casi cualquier GPU. Aunque el programa pida confirmación, la herramienta es muy peligrosa si se usa sin criterio: puede “intentar” escribir una vBIOS completamente incompatible.

Resultados habituales tras flashear

Al terminar y reiniciar, puede que notes parpadeos, reconfiguración del driver e incluso que cambie la resolución un instante. Es normal que el sistema reencuentre la GPU tras el cambio de firmware, especialmente si has cruzado entre ensambladores.

Si todo va bien, deberías ver frecuencias objetivo algo más altas, o un límite térmico/energético distinto. Compruébalo con un overlay tipo RTSS Rivatuner Statistics Server o con tus juegos habituales, y comprueba la temperatura. Si aparecen inestabilidades o rendimiento peor, valora volver a la vBIOS original.

Qué implica modificar la vBIOS

Modificar la vBIOS fuera de los canales oficiales en la práctica anula la garantía. No todos los problemas son recuperables y, si el proceso se interrumpe, puedes dejar la EEPROM en un estado irrecuperable sin hardware especializado.

Los ensambladores priorizan drivers y software en Windows para ajustar rendimiento (aprende a activar los controladores de video), y rara vez publican vBIOS nuevas tras la salida del producto. Por eso no es un mantenimiento rutinario, sino una intervención avanzada con riesgos.

¿Merece la pena?

Depende de tu caso. Si buscas una subida ligera y gratuita (pasar de una edición base a una OC con el mismo PCB), puede merecer la pena si asumes los riesgos. Si quieres un salto grande, quizá salga mejor invertir en un modelo superior o de segunda mano con las prestaciones deseadas.

Ten presente que las ganancias suelen ser modestas y que las series recientes están más acotadas. En algunos casos específicos (como las RX 5700→5700 XT compatibles) se han llegado a ver mejoras del entorno del 20%, pero no es la norma y requiere compatibilidad estricta.

Cómo mejorar sin flashear

Si no te convence el riesgo, puedes optar por alternativas: overclock moderado con herramientas del fabricante o MSI Afterburner, vigilando voltajes y temperaturas, o ajustes de perfil en el Panel de Control de NVIDIA para priorizar rendimiento frente a calidad.

Perfiles avanzados con NVIDIA Profile Inspector permiten tocar múltiples parámetros por juego o app, desactivando funciones que lastran FPS. No es tan “limpio” como ampliar límites por vBIOS, pero es mucho más seguro y reversible en segundos.

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Flasheo en NVIDIA: detalles prácticos y variaciones

En versiones antiguas, algunos usuarios deshabilitaban la GPU en el Administrador de dispositivos antes de flashear. Las ediciones más modernas de NVFlash ya integran salvaguardas, así que no es imprescindible. Si lo haces, no pasa nada; tras reiniciar habilítala de nuevo.

Con varias tarjetas, empieza por listar con nvflash –list y luego añade -i0, -i1… para dirigirte a cada una. En cada unidad, repite –protectoff y el flasheo con -6. Es más lento por ser secuencial, pero reduce errores.

Tarjetas AMD: guardar y flashear con AMDVBFlash (ATIFlash)

En AMD el proceso está mejor resuelto vía GUI con AMDVBFlash (conocido como ATIFlash). Descárgalo desde una fuente fiable (TechPowerUp), descomprime y ejecuta amdvbflashwin.exe como administrador. Si tu tarjeta es NVIDIA, el programa te avisará de que no hay discreta ATI/AMD.

La interfaz muestra las GPUs detectadas y datos básicos. Antes de nada, pulsa Guardar para exportar la vBIOS actual a un .rom/.bin. Ese archivo es tu red de seguridad si la nueva imagen no se comporta como esperas.

Para cargar la nueva vBIOS, ve a ROM Details → Load Image y selecciona el archivo. Después pulsa Program y espera a que la barra de progreso concluya. Al finalizar, el software te pedirá reiniciar para aplicar los cambios.

Algunos ensambladores, como ASUS, distribuyen flasheadores propios en forma de ejecutables automatizados. Si tu tarjeta tiene Dual BIOS con switch físico (P/Q), te indicará dónde se escribirá la nueva vBIOS. La otra posición mantendrá la original para poder alternar en caso de problemas.

Limitaciones históricas y la nueva ola de herramientas

Desde Pascal, NVIDIA endureció las verificaciones de firma, frenando el cruce de vBIOS entre modelos/ensambladores. Hoy, herramientas como OMGVflash y NVFlashk vuelven a abrir esa puerta con distintos enfoques, pero elevando el riesgo para el usuario medio.

Que una utilidad te deje “forzar” no significa que la GPU inicialice correctamente con esa imagen. Entiende la topología eléctrica del modelo, revisa power headers, controladores de voltaje e i²c, y respeta el tamaño de EEPROM. Si dudas, no flashees.

Buenas prácticas antes, durante y después

Checklist mínimo: respaldo de vBIOS con GPU-Z, comprobar compatibilidad de PCB y límites de energía, descargar herramientas y vBIOS de fuentes confiables, y realizar el proceso con el sistema estable y preferiblemente en un SAI/UPS para evitar apagones.

Durante el flasheo, evita multitarea innecesaria, no toques nada si ves pantallazos negros y confirma solo tras revisar los avisos de NVFlash (mismatches, IDs). Tras reiniciar, monitoriza temperaturas, clocks y estabilidad con tus pruebas habituales.

Si algo falla y aún tienes imagen, vuelve a la vBIOS de respaldo. Si no hay señal de vídeo, puede que necesites un programador externo para reescribir la EEPROM, lo cual se sale del alcance de esta guía y no es sencillo.

Como ves, flashear la vBIOS no es para todo el mundo, pero con información precisa, copias de seguridad y un enfoque conservador (de no-OC a OC en el mismo PCB), se puede llevar a cabo con cierta seguridad. La clave está en evaluar el riesgo/beneficio y no forzar combinaciones dudosas.

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