- Define objetivos, público, formato y puntuación antes de generar; la preparación marca la calidad.
- Dos vías ganadoras: juego en HTML desde un prompt o la IA como presentadora en un único chat.
- Plataformas con IA (Educaplay, Wayground, Genially, etc.) aceleran la creación y ofrecen plantillas listas.
Aprender jugando es una de esas ideas que nunca pasan de moda, y ahora la inteligencia artificial permite montar juegos educativos en un abrir y cerrar de ojos. Con un buen planteamiento y un par de prompts, puedes gamificar tus clases o sesiones de refuerzo con herramientas educativas digitales sin tener que programar desde cero ni dedicar horas interminables a diseñar actividades.
En esta guía encontrarás consejos previos que conviene revisar, dos métodos claros para producir juegos (generando código listo para el navegador o usando a la IA como presentadora del juego) y una selección de plataformas con funciones de IA. Además, verás cómo arrancar con Educaplay y Wayground, y qué te ofrecen servicios populares como Genially, Kahoot!, Tinytap, Wordwall o Quizalize. También repasamos cómo se aplica el software educativo en la vida cotidiana para integrar estas actividades en el aula.
Aspectos clave antes de crear tus juegos con IA
Antes de pulsar “generar”, párate un momento y define qué quieres que aprendan los jugadores. Un objetivo de aprendizaje bien delimitado te ahorrará idas y venidas posteriormente: competencias a trabajar, contenidos concretos y nivel cognitivo (recordar, comprender, aplicar) marcan la diferencia en la calidad del juego.
Piensa también en quién va a jugar. No es lo mismo diseñar para 3.º de Primaria que para Secundaria: edad, curso y nivel previo condicionan tono, longitud y dificultad. Considera cuánto tiempo real tendrás para jugar, si habrá un único dispositivo en proyección (por ejemplo, una pizarra digital interactiva) o si cada estudiante usará su móvil u ordenador, y si la dinámica será individual, por parejas o en equipos.
Elige el formato más adecuado al objetivo. Un cuestionario rápido, un trivial competitivo, emparejar conceptos, una ruleta de palabras o incluso una variante del “pasapalabra” pueden funcionar como juegos interactivos. Estas mecánicas clásicas son fáciles de crear con IA y resultan familiares para el alumnado, lo que reduce la curva de aprendizaje durante la actividad.
Define un sistema de puntuación claro y motivador. ¿Solo se puntúa por acierto o también influye la rapidez? ¿Habrá reintentos si se falla la primera vez? Decidirlo antes te ayuda a escribir mejores prompts y a evitar confusiones durante la partida.
No lances el juego sin probarlo. Revisa en frío preguntas, respuestas y opciones. La IA, por muy buena que sea, puede equivocarse o “alucinar” datos, así que conviene verificar. Una revisión de 5 minutos te ahorra problemas en clase y posibles malentendidos con conceptos clave.
Por último, extrema la precaución con la privacidad. No incluyas datos personales ni información sensible del alumnado en tus prompts. Todo lo que envíes puede viajar a servidores externos, de modo que limítate a información académica y general.
Generar juegos con ChatGPT, Copilot, Gemini o Claude
Una forma directa de crear tu juego es pedirle a la IA que escriba el código listo para ejecutarse en el navegador. Usar HTML (con un toque de CSS y JavaScript) es práctico porque reduce la probabilidad de errores y te permite ejecutar el juego sin conexión, simplemente abriendo el archivo en cualquier navegador moderno.
La idea es sencilla: describes el juego que quieres y la IA devuelve el código. Cuanto más claro seas, mejor. Indica el grado/edad, la materia, la temática, el número de preguntas o rondas, el sistema de puntuación, si hay segundas oportunidades, el número de equipos y qué botones o pantallas necesitas. Cuida el detalle en el prompt y ahorrarás correcciones.
Un ejemplo de prompt que puedes adaptar podría ser este (ajústalo a tu tema y tu curso): mantén la estructura, pero cambia la materia, la edad y la mecánica a tu gusto.
Genera el código HTML, CSS y JavaScript de un juego de preguntas con 20 cuestiones sobre historia de la música para alumnado de Primaria. Cada cuestión tendrá cuatro opciones, con una sola correcta. Si se acierta a la primera, suma 100 puntos; si se falla, habrá un segundo intento: acertar entonces valdrá 50 puntos y un segundo fallo pasará a la siguiente cuestión. El juego será por turnos con dos equipos, y cada equipo responderá a sus 20 preguntas, una a una, con marcador visible.
Cuando la IA te devuelva el código, podrás ejecutarlo y comprobar que todo funciona. En la práctica, plataformas como ChatGPT, Copilot, Gemini o Claude suelen generar un botón o una estructura que deja el juego listo para pulsar y jugar. Si algo no te convence, pide ajustes puntuales (colores, mensajes, tamaño de texto, etc.).
Si lo prefieres, puedes proporcionar tú mismo el banco de preguntas y respuestas en el prompt, o pedir a la IA que lo proponga y luego editarlo a mano. Suele funcionar bien escribir el prompt con calma en un bloc de notas, incluyendo instrucciones claras y listas de contenidos, para luego pegarlo en la IA. Preparar el prompt fuera del chat ayuda a evitar olvidos.
La gran ventaja de este método es su versatilidad: casi cualquier mecánica que puedas describir, la IA puede prototiparla. Pruebas cronometradas, botones de “pista”, pantallas de ranking final, rondas temáticas… Cuanto más específicos sean los requisitos, más fiel será el resultado.
La IA como presentadora del juego
Si prefieres no tocar código, otra opción es convertir a la IA en el “máster” que va guiando la partida dentro del chat. En este formato, la conversación es el tablero, y tú y tu grupo vais respondiendo ahí mismo. Lo crucial es mantener todo el juego en una sola conversación para que el contexto no se pierda entre chats diferentes.
Un consejo práctico: empieza tu prompt con una frase que delimite el modo juego, por ejemplo “A partir de ahora…”, para indicar al asistente que el resto de la interacción seguirá las reglas que marcas. Explica con detalle las normas, turnos, puntuación y qué pasa en cada caso. Es mejor pasarse de específico que quedarse corto.
Una propuesta de prompt que puedes personalizar sería:
A partir de ahora actúa como presentador de un juego infantil de adivinar palabras con dos concursantes. En cada turno ofrecerás una pista y cada jugador hará un intento. Pregunta primero a un concursante y luego al otro si falla. El primero que acierte gana 50 puntos y se pasa a una nueva palabra. Ajusta la dificultad a 14 años y cambia de asignatura escolar en cada ronda, empezando por matemáticas.
Este enfoque es ideal para dinámicas de adivinanzas, cálculos rápidos o juegos conversacionales tipo “escape room” con retos encadenados. Ten en cuenta que todo ha de poder escribirse y evaluarse en texto, por lo que no es el mejor método si quieres interacción táctil o elementos visuales complejos.
Si necesitas hacer otras consultas a la IA durante la sesión, abre otro chat y no mezcles. Así no romperás el flujo del juego ni perderás el estado que el asistente mantiene para las reglas y las puntuaciones.
Plataformas para crear juegos educativos con IA
Además de los asistentes de propósito general, existen servicios especializados que integran IA para ayudarte a crear actividades rápidamente. La mayoría ofrece planes gratuitos para probar, con opciones de pago para funciones avanzadas. Aquí tienes una selección con lo más útil para el aula o formación.
- Wayground (wayground.com): orientado a profesorado, permite montar lecciones, cuestionarios y planes de estudio, con modos de juego para gamificar. Incluye IA para generar contenido y preguntas a partir de recursos como vídeos, documentos o webs.
- Educaplay (es.educaplay.com): plataforma veterana para crear juegos académicos (tests, pasapalabra, memory, relacionar, adivinanzas, etc.). Su asistente de IA, Ray, genera actividades a partir de un título o texto; en cuentas gratuitas su uso es limitado.
- Kahoot! (kahoot.com): referente en quizzes sociales. La IA está disponible en planes de pago, pero la versión gratuita permite crear cuestionarios personalizados y usarlos con toda la clase.
- Genially (genially.com): con sus plantillas puedes crear presentaciones, escape rooms, quizzes y juegos de tablero sin saber diseñar ni programar. Dispone de IA para acelerar la creación.
- Tinytap (tinytap.com): pensada para los más pequeños, facilita actividades visuales con botones táctiles y preguntas ilustradas. La IA sugiere juegos a partir de un tema, ideal para Infantil y primeros cursos.
- Wordwall (wordwall.net): enorme repositorio de plantillas (concursos, ruletas, emparejar y mucho más). La IA de ayuda está en el plan de pago (aprox. 5 €/mes), aunque tiene plan gratuito para crear y compartir.
- Quizalize (quizalize.com): centrada en juegos de preguntas con varios modos para clase. Dispone de IA para crear cuestionarios; tiene plan gratuito y opciones de pago.
Si no te apetece pelearte con prompts, hay opciones aún más asistidas. El generador de actividades educativas de MEGAPROFE propone varias ideas a partir de un formulario muy simple: tú eliges el tema y el nivel y la IA sugiere actividades detalladas, con vídeo demostrativo para ver cómo funciona. También puedes recurrir a herramientas de autoría como Adobe Captivate si buscas otras alternativas de creación sin programar.
Educaplay destaca por su asistente Ray, integrado con ChatGPT. Según la plataforma, más de 9 millones de usuarios registrados ya pueden pulsar un botón, escribir un título y obtener un juego listo para publicar tras revisión. Hoy, Ray crea casi la mitad de los quizzes, sopas de letras, crucigramas, memory y otras actividades que nacen a diario en el sitio, ahorrando miles de horas de trabajo a docentes y comunicadores.
En Educaplay se juegan de media más de 3.000 partidas diarias a juegos creados por Ray. El asistente solo necesita un tema (por ejemplo, “Elementos químicos”) o un fragmento de texto para generar ocho tipos de actividades: Froggy Jumps, Crucigrama, Sopa de letras, Ordenar palabras, Ordenar letras, Completar texto, Memory y Relacionar Columnas. Además, se irá incorporando a juegos nuevos y a los ya existentes (como Relacionar Grupos, Ruleta de palabras, Mapa interactivo, Test, Videoquiz, Adivinanza o Dictado) a medida que se renueven.
Froggy Jumps es el juego de preguntas estrella de la plataforma: el alumnado guía a una rana hacia la orilla saltando sobre respuestas correctas, evitando hundirse con las incorrectas. Una mecánica tan visual como intuitiva para trabajar contenidos rápidamente.
Cómo crear un juego con Educaplay (Ray)
Una vez registrado, entra en “Crear” y verás el catálogo de tipos de actividad. Aquellos que ofrecen ayuda de IA muestran el icono correspondiente. El flujo es sencillo: describe el juego que quieres (materia y curso si es un test, por ejemplo, o añade preguntas concretas si ya las tienes), deja que Ray genere la base, revisa y edita lo necesario y publica.
Recuerda que, aunque la IA proponga el contenido, la revisión humana es imprescindible. Ajusta formulaciones, corrige posibles errores y adapta la dificultad al grupo con el que vayas a jugar.
Cómo crear un juego con Wayground
Wayground enfoca su IA a juegos tipo cuestionario. Desde tu cuenta de profesor, entra en “IA de Wayground” y elige la fuente del contenido: puedes generar preguntas desde un vídeo de YouTube, un documento de texto, una ficha de trabajo, el banco interno de preguntas o una página web.
Configura el número de preguntas, la materia y el nivel, y pulsa “Generar examen”. Obtendrás un conjunto de ítems que puedes revisar y transformar en una actividad gamificada dentro del propio ecosistema de la plataforma. Es rápido, especialmente útil cuando partes de recursos ya existentes.
Por su parte, Genially propone plantillas de gamificación listas para usar: breakouts, quizzes, juegos de serpientes, tangram, tableros, etc. Sin tocar código, en pocos minutos tendrás actividades con animaciones, sonidos y elementos interactivos preconfigurados. Están diseñadas por profesionales y pensadas para la enseñanza interactiva; basta con añadir tus contenidos.
La gamificación, bien aplicada, sirve para aumentar motivación y atención. Retos, puzzles, puntos, competición amistosa, recompensas y límite de tiempo son herramientas que puedes combinar para enganchar al alumnado. Incorporarlas en clase, formación corporativa o proyectos de comunicación permite mejorar resultados y participación.
Como idea de contextualización curricular, muchas propuestas de pensamiento computacional se organizan en unidades y niveles concretos. Por ejemplo, una ficha tipo podría indicar: Editorial/Autoría: Brunis Yulmarith Bello Hernández; Nivel: Educación Básica y Media; Área y asignatura: Pensamiento Computacional; Edad: 11–12 años; Número de unidades: 3; Etiquetas: IA, pensamiento computacional, juegos educativos; Publicado: 18 de junio de 2024. Adaptar el juego a una planificación así te ayuda a encajar la actividad en tu programación didáctica. Si te interesa la base conceptual, consulta qué es la informática para niños y cómo conectar esos contenidos con tus actividades.
Si ponemos todo esto en práctica, descubrirás que el mayor salto de calidad viene de lo que haces antes de generar: objetivos claros, contexto bien definido y mecánicas detalladas. Con eso, la IA se convierte en tu aliada para prototipar rápido, pulir iteraciones y llegar a clase con actividades robustas que enganchen y enseñen a partes iguales.