Herramientas gratuitas para comprobar y reparar sectores defectuosos

Última actualización: octubre 17, 2025
  • Prioriza la copia de seguridad y el diagnóstico S.M.A.R.T. antes de reparar sectores.
  • Combina CHKDSK y utilidades de fabricante con escáneres de superficie.
  • Los sectores físicos no se “arreglan”: vigila reasignados y sustituye el disco si crecen.

comprobar y reparar sectores defectuosos

Cuando el equipo empieza a ir a tirones, aparecen pantallazos azules o algunos archivos se vuelven inaccesibles, muchas veces el culpable son los sectores defectuosos del disco. Detectarlos a tiempo y tratar de repararlos puede marcar la diferencia entre seguir trabajando con normalidad o perder información clave.

En esta guía encontrarás explicaciones claras, herramientas gratuitas y pasos prácticos para identificar y reparar sectores dañados, además de recomendaciones para hacer copias de seguridad y recuperar tus datos si ya hay problemas. También verás los pros y contras de cada herramienta, qué puedes esperar de ellas y cuándo conviene pasar a soluciones más avanzadas o al recambio del disco.

¿Qué son los sectores defectuosos y por qué aparecen?

Un sector defectuoso es un pequeño bloque de almacenamiento que no se puede leer o escribir correctamente y, si forma parte de un archivo, impide acceder a su contenido. Hay dos grandes tipos: los físicos (daño real en el medio) y los lógicos (errores de software o del sistema de archivos).

Las causas más comunes son picos de tensión, paradas bruscas por cortes de luz, golpes, desgaste, fallos de hardware, errores del sistema o incluso malware; también pueden deberse a que los datos del sector no casen con su código de corrección de errores (ECC), lo que hace que el disco marque ese sector como malo. En HDD y SSD sucede, aunque el mecanismo interno difiere.

El impacto en el equipo suele traducirse en lentitud extrema en lecturas y escrituras, bloqueos intermitentes o BSOD. Cuando los sectores malos se multiplican, el sistema sufre porque el disco necesita más tiempo para intentar leer datos en áreas problemáticas, lo que dispara la degradación del rendimiento.

Antes de nada: copia de seguridad y opciones de recuperación

Antes de reparar nada, haz copia de seguridad. Durante un escaneo profundo o una reparación, las áreas inestables pueden empeorar y perderse información, por eso conviene clonar o respaldar lo esencial a un destino externo. Si el sistema no arranca, valora crear un medio de arranque (por ejemplo con herramientas que generan un entorno WinPE) para acceder al disco sin cargar tu Windows.

Si ya has perdido acceso a parte de los archivos, herramientas como Recoverit o EaseUS pueden escanear el disco y tratar de recuperar datos, incluidos los que se encuentran en sectores de difícil lectura. El flujo típico es instalar, seleccionar la unidad, lanzar el análisis, previsualizar lo encontrado y guardar lo recuperado en otra unidad sana.

Ten en cuenta un matiz importante: reparar un sector lógico no implica devolver mágicamente los datos que contenía; la reparación suele consistir en remapear sectores o marcar las zonas problemáticas para que el sistema deje de usarlas. Por eso la recuperación de datos va por otra vía y conviene hacerla primero.

Cómo comprobar y reparar sectores con herramientas gratuitas

Existen utilidades para Windows, Linux y soluciones de arranque que permiten diagnosticar y, en algunos casos, intentar reparar sectores dañados. A continuación agrupamos las más útiles, con sus puntos fuertes y límites, para que elijas la que más se ajusta a tu caso y a tu nivel de experiencia.

CHKDSK (Comprobación de disco en Windows)

Es la herramienta integrada de Windows para examinar el sistema de archivos y buscar sectores defectuosos. Desde el símbolo del sistema con permisos de administrador puedes ejecutar chkdsk X: /f /r /x (sustituyendo X por tu unidad):

  • /f: corrige errores lógicos del sistema de archivos.
  • /r: localiza sectores defectuosos e intenta recuperar información legible.
  • /x: desmonta la unidad si es necesario antes de empezar.
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En unidades del sistema, CHKDSK te pedirá reiniciar para trabajar antes de cargar Windows. También puedes acceder a una interfaz gráfica desde Propiedades de la unidad > Herramientas > Comprobación de errores, una forma más sencilla de automatizar el proceso para usuarios menos técnicos.

Como alternativa rápida de diagnóstico, el comando WMIC permite preguntar a S.M.A.R.T. con wmic diskdrive get status para obtener un estado básico de salud, aunque no repara ni ofrece detalle fino.

SeaTools (Seagate)

SeaTools está disponible para Windows, Linux y en versión de arranque (Bootable), siendo esta última la más completa. Permite ejecutar varias pruebas (rápidas y extendidas) sobre discos de cualquier marca, ver información de la unidad (número de serie, firmware, capacidad, velocidad de giro) y, en ciertos casos, intentar reparaciones automatizadas.

Ventajas: es gratuito, cubre internas y externas (USB/FireWire) y ofrece hasta cinco tipos de prueba. Como pegas, la gestión de errores masivos puede estar limitada (por ejemplo, tratar un número acotado de fallos por ciclo) y su desempeño con algunos controladores RAID no es el mejor en la edición para Windows.

Data Lifeguard Diagnostic (Western Digital)

La utilidad oficial de WD realiza chequeos rápidos y extendidos y muestra datos básicos de la unidad. Es segura y compatible con discos internos y externos, pero para ciertas funciones el sistema debe detectar un disco WD presente y la variante DOS puede resultar confusa para principiantes.

HDDScan

HDDScan es gratuito y portátil (no requiere instalación). Ofrece pruebas de superficie, lectura, verificación, además de S.M.A.R.T., control de temperatura y generación de informes/curvas de rendimiento. No integra reparación como tal, pero es excelente para detectar sectores lentos o dañados y monitorizar el comportamiento del disco. Funciona en Windows (desde XP y Server 2003 en adelante).

CrystalDiskInfo

Herramienta open source para ver el estado S.M.A.R.T., temperatura, horas de funcionamiento y otros atributos clave. Permite configurar alertas (incluido por correo) y monitoriza en tiempo real, ideal para vigilar degradación y anticipar fallos. No repara sectores, pero su lectura de parámetros como reasignaciones, sectores pendientes o errores de lectura es muy útil para decidir próximos pasos.

GSmartControl

Interfaz gráfica de smartmontools con tres pruebas clásicas: corta (pocos minutos), extendida (recorre toda la superficie, ~1 hora o más) y conveyance (orientada a detectar daños de transporte). Funciona en Windows, macOS y Linux, y ofrece informes detallados para evaluar el estado global de la unidad. Tampoco repara, pero sirve para diagnóstico de nivel profesional.

Hard Disk Sentinel

Suite de monitorización que comprueba, diagnostica y alerta del estado de HDD/SSD, con paneles claros sobre salud, rendimiento y degradación. Es muy completa para seguimiento continuo y prevención, aunque algunas funciones avanzadas son de pago.

Macrorit Disk Scanner

Escáner sencillo que identifica y marca sectores defectuosos, muestra el progreso y el tiempo estimado restante y genera logs entendibles. Es portátil y ligero, pero en su versión gratuita solo permite escanear una unidad a la vez y está disponible para Windows.

DiskGenius

Solución 2 en 1 de recuperación de datos y gestión de particiones que, además, incluye diagnóstico de la superficie y corrección de errores. Permite crear un medio de arranque WinPE para acceder al disco si Windows falla. Su potencia es alta, aunque su interfaz no es la más amigable y la vista previa puede resultar enrevesada para novatos.

TestDisk

Famosa utilidad multiplataforma que se ejecuta sin instalación y se centra en recuperar particiones y arreglar estructuras de sistema de archivos. Es muy eficaz, pero su modo de uso puede confundir a principiantes y el flujo de recuperación no es tan intuitivo como en herramientas comerciales.

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SSDLife

Diseñada para SSD, monitoriza vida útil, estado y desgaste, con muy bajo consumo de recursos. La versión Pro aporta funciones extra, pero puede parecer cara a algunos usuarios y, en ciertos escenarios, el procesamiento resulta más lento de lo esperado.

WinDirStat

Analizador visual del uso de espacio en disco. Aunque no repara ni diagnostica sectores, ayuda a localizar qué ocupa la unidad (y liberar espacio antes de pruebas). Es open source, fácil de usar, pero su procesamiento puede tardar y solo está disponible para Windows.

AOMEI Partition Assistant Standard

Además de gestionar particiones, permite lanzar una comprobación de partición que invoca chkdsk.exe para corregir errores y una prueba de superficie para detectar sectores defectuosos en todo el disco. Su interfaz es amigable, la edición Standard es gratuita y los pasos son guiados para minimizar errores de uso.

Otras utilidades útiles

  • EASIS Drive Check: dos modos directos (SMART y test de superficie). Ideal para una evaluación rápida y visual del estado.
  • HD Tune: análisis de superficie, S.M.A.R.T. y benchmarking. La versión gratuita está descontinuada; la Pro ofrece más pruebas.
  • DiskCheckup: diagnóstico básico con alertas de temperatura y lectura de S.M.A.R.T., sin complejidad excesiva.
  • Acronis Drive Monitor y HDD Health: monitorización en segundo plano con avisos sobre salud y temperatura.
  • smartmontools y SpeedFan: opciones técnicas (CLI y supervisión avanzada) para usuarios con experiencia.
  • MHDD (bajo nivel): diagnóstico profundo y reasignación de bloques. Úsalo con cautela: un mal uso puede acelerar el fallo.

Pasos prácticos: de la copia de seguridad a la reparación

No todos los casos requieren lo mismo. Si el disco hace ruidos extraños (clics, chirridos), detén las pruebas y piensa en clonar la unidad desde un entorno de solo lectura; si el problema es lógico, puedes seguir un flujo más estándar que reduce riesgos innecesarios.

1) Respalda o clona antes de tocar

Si el sistema arranca, copia lo crítico a otra unidad. Si no arranca o se cuelga, crea un USB de arranque (WinPE o Linux live) y usa una herramienta de clonado o imagen como Clonezilla para sacar un volcado del disco a otra unidad. Así tendrás un salvavidas si las cosas van a peor.

2) Prueba rápida con S.M.A.R.T.

Usa CrystalDiskInfo o GSmartControl para ver de un vistazo si hay sectores reasignados, pendientes, errores de lectura o tiempos de spin-up alterados. Si el estado es “Caution/At Risk” y crece el contador de reasignados, valora sustituir el disco; si el daño es más bien lógico, sigue con pruebas de superficie.

3) Comprobación y reparación en Windows con CHKDSK

Desde el símbolo del sistema (Admin): chkdsk X: /f /r /x. Acepta el reinicio si es necesario. Deja que termine; puede tardar bastante en discos grandes y con muchos sectores afectados. Este paso intentará recuperar datos legibles y marcar sectores malos para que no se usen más.

4) Alternativas y segunda opinión

Si quieres contrastar, ejecuta un test extendido con SeaTools (Windows o Bootable) o con Data Lifeguard (si es WD). Para una vista gráfica de errores de superficie, prueba HDDScan o Macrorit Disk Scanner; así sabrás dónde se concentran los bloques dañados y si el patrón se reproduce.

5) Reparación adicional desde utilidades de partición

En AOMEI Partition Assistant Standard, botón derecho sobre la partición > Avanzado > Comprobar partición > “Comprobar y corregir errores con chkdsk.exe”. Puedes complementar con “Prueba de superficie” del disco completo para mapear zonas problemáticas y evaluar si la unidad es viable a medio plazo.

6) Recuperación de datos si aún faltan archivos

Si tras reparar aún echas de menos datos, recurre a un software de recuperación. El proceso típico es: instalar, seleccionar la unidad y lanzar el análisis (rápido y profundo), previsualizar resultados y guardar lo recuperado en un disco sano. Si el primer pase no encuentra todo, repite con modo profundo.

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7) Medidas drásticas y reemplazo

Si los errores no paran de crecer o hay ruido mecánico, toca pensar en sustituir el disco. Un borrado seguro tipo DBAN sirve para eliminar definitivamente los datos del disco viejo antes de reciclarlo o desecharlo. Herramientas como HDD Regenerator o SpinRite prometen “regenerar” sectores; úsalas con expectativas realistas y precaución, porque su eficacia depende mucho del tipo de daño y del modelo de unidad.

Clonar, imagen y arranque: salvar primero, arreglar después

Clonezilla es ideal para clonar discos o particiones y crear imágenes comprimidas, con soporte amplio de sistemas de archivos (NTFS, FAT, exFAT, ext*, HFS+/APFS, etc.). Además dispone de modo live, así que puedes arrancar sin instalar nada en el disco problemático y evitar escrituras indebidas.

Si prefieres entornos gráficos, hay herramientas que generan USB de rescate (WinPE) para acceder a discos cuando Windows no arranca. Combinar un arranque limpio con una utilidad de copia/imagen y, luego, diagnosticar el disco original con SeaTools o HDDScan es una estrategia muy segura para no agravar el daño.

Prevención: hábitos y mantenimiento para no volver a caer

Mantener el hardware y el software al día reduce mucho la probabilidad de sectores malos. Elige fuentes de alimentación y componentes de calidad, usa un SAI si puedes y evita golpes y desplazamientos bruscos del equipo encendido; en HDD, un cabezal que toque el plato puede causar daños físicos irreparables.

Realiza diagnósticos periódicos: una lectura de S.M.A.R.T. y un test de superficie ocasional te ahorra sustos. Ejecutar CHKDSK o la comprobación de partición regularmente en Windows puede detectar a tiempo inconsistencias lógicas; para WD, su Data Lifeguard, y para Seagate, SeaTools, son opciones recomendadas por los propios fabricantes.

Ten antivirus y antimalware fiables para evitar corrupción de datos y problemas de escritura. No olvides la temperatura: limpia el polvo, mejora la ventilación y controla los grados con HDDScan o Hard Disk Sentinel; el calor acelera la degradación y provoca errores intermitentes.

Cierra el sistema correctamente (evita apagar de golpe), no desconectes discos externos sin expulsarlos y cuida la energía en portátiles. En HDD, la desfragmentación periódica puede minimizar movimientos bruscos de cabezal en unidades muy fragmentadas; en SSD, no desfragmentes: deja que TRIM y el controlador hagan su trabajo y evita escrituras innecesarias.

Preguntas rápidas

¿Se pueden reparar todos los sectores defectuosos? Los físicos no; los lógicos a veces sí. CHKDSK y utilidades de fabricante pueden remapear o marcar sectores, pero si el contador de reasignados sube sin parar, toca cambiar el disco porque seguirá empeorando.

¿Qué herramienta gratuita empiezo usando? Para diagnóstico rápido, CrystalDiskInfo o GSmartControl; para superficie, HDDScan o Macrorit; para reparar lógicos, CHKDSK/AOMEI; para pruebas de fabricante, SeaTools o Data Lifeguard. Elige según tu caso y nivel de comodidad.

¿Puedo recuperar datos después de reparar? A veces sí y a veces no. Lo sensato es intentar recuperar antes de reparar, especialmente si sospechas daño físico. Si ya reparaste, aún puedes probar con software de recuperación y guardar en otra unidad.

Si actúas con calma, haces copia antes de tocar y usas las herramientas adecuadas, podrás diagnosticar el estado real del disco, reparar lo que sea viable (solo lógico), recuperar parte o la totalidad de tus archivos y, si procede, planificar un reemplazo ordenado sin perder el ritmo. Mantener un plan de copias y un pequeño kit de utilidades te permitirá salir del apuro con garantías la próxima vez.

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