USB 5.0: qué es, qué se espera y cómo encaja en el ecosistema actual

Última actualización: noviembre 6, 2025
  • USB 5.0 aún no es oficial; USB4 v2.0 ya ofrece hasta 80 Gbps y picos de 120 Gbps para vídeo.
  • El conector USB-C concentra datos, vídeo (DP 2.1) y potencia (hasta 240 W con PD).
  • Retrocompatibilidad y menor latencia mejoran periféricos, pantallas 8K y cargas rápidas.

Imagen genérica sobre USB 5.0

Desde hace décadas, el puerto USB ha sido el camino de entrada y salida de datos por excelencia, desplazando a otros conectores por su sencillez y eficiencia. Con cada generación, el bus universal ha ganado en rendimiento y versatilidad, y ahora la mirada está puesta en lo que muchos llaman USB 5.0 como el siguiente gran salto. Aunque el nombre todavía no es oficial, el concepto ya despierta expectativas por lo que podría suponer para la carga, el vídeo y la transferencia de archivos pesados.

Conviene aclararlo cuanto antes: no existe un estándar publicado llamado USB 5.0 por parte del USB Implementers Forum (USB-IF). El último gran hito formal es USB4 Version 2.0, anunciado en septiembre de 2022, con mejoras tan potentes que muchos lo ven como la base de ese hipotético “USB 5.0”. Con ese contexto, veamos de manera ordenada qué se sabe, qué se espera y qué ya puedes aprovechar hoy.

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¿Qué es exactamente USB 5.0 (y por qué se habla de él)?

Cuando se menciona USB 5.0 se está aludiendo a la evolución natural del Universal Serial Bus que debería consolidar aumentos notables en ancho de banda, potencia de carga y soporte multimedia de altísima resolución. Aunque el estándar con ese nombre no ha sido ratificado, USB4 v2.0 ya entrega un salto tan grande que, en la práctica, marca el camino de lo que veríamos en la próxima generación.

En otras palabras, si el USB 5.0 se materializa, lo haría sobre capacidades que ya se han adelantado con USB4 v2.0, como el uso de modulaciones avanzadas tipo PAM-3 o PAM-4 (presentes en tecnologías de vanguardia como Thunderbolt 5) para exprimir mejores tasas en el mismo medio físico.

Velocidades y ancho de banda: cifras que impresionan

USB4 v2.0 ha duplicado el techo de la generación anterior y puede mover hasta 80 Gbps de manera bidireccional. Pero hay más: en escenarios orientados a vídeo, puede redistribuir el caudal en un sentido para alcanzar hasta 120 Gbps unidireccionales, ideal para pantallas 8K o configuraciones con varios monitores 4K sin cuellos de botella.

Mirando a futuro, lo esperable es que un hipotético USB 5.0 como mínimo mantenga ese listón de 120 Gbps en modo asimétrico, e incluso lo supere si la especificación adopta de serie esquemas de modulación aún más ambiciosos. Esto, combinado con una gestión más fina de latencia, se traduciría en periféricos más reactivos, algo que el público gaming valorará muchísimo.

  • Velocidad prevista: 80 Gbps bidireccionales hoy sobre USB4 v2.0, con picos unidireccionales de 120 Gbps para vídeo.
  • Tecnología de señal: posible uso extendido de PAM-3/PAM-4 como ya se plantea en Thunderbolt 5.
  • Aplicaciones: flujos para 8K, múltiples 4K, VR/AR y copias masivas de datos sin esperas interminables.

Potencia de carga: de 240 W hacia arriba

En el apartado energético, USB Power Delivery ya permite hasta 240 W con USB4 v2.0, suficientes para alimentar portátiles potentes, monitores y estaciones de trabajo móviles. De cara al futuro, no sería descabellado que un eventual USB 5.0 revisara perfiles de potencia aún mayores o, como mínimo, consolidara esos 240 W con mayor eficiencia y seguridad.

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Para contextualizar, el ecosistema USB ha recorrido un largo camino desde los 500 mA (2,5 W) del USB 2.0 y los 900 mA (4,5 W) del USB 3.0. Hoy es habitual ver cables y dispositivos con negociación de 1,5 A y 3 A a 5 V, además de perfiles de mayor tensión y corriente definidos por Power Delivery, por ejemplo 20 V con hasta 5 A en ciertos casos.

Un apunte práctico: si conectas varios periféricos de alto consumo, los hubs con alimentación propia evitan problemas de suministro en cadena. Los USB hubs con fuente dedicada reparten energía sin drenar el puerto principal, siempre dentro de los límites del estándar.

Conectores y compatibilidad: el reinado de USB-C

El conector USB Type-C se ha convertido en el punto de encuentro para el ecosistema moderno, tanto por su diseño reversible como por su versatilidad. El hipotético USB 5.0 mantendría la interoperabilidad con dispositivos anteriores, y todo apunta a que Type-C seguiría siendo el conector preferente para concentrar datos, vídeo y energía.

Aunque el veteranísimo Type-A sigue vivo en muchos equipos, las capacidades de alta velocidad, los perfiles de carga avanzados y los modos alternativos han centrado el foco en Type-C. Además, estándares como Thunderbolt (desde TB3) usan este mismo conector físico, lo que simplifica el ecosistema pero obliga a verificar compatibilidad caso a caso.

Línea temporal del USB: de 1.0 a USB4 v2.0

Antes de su estandarización oficial, hubo prototipos como USB 0.7 y 0.8 (1994), 0.9 (1995) o 0.99 (agosto de 1996). La especificación 1.0 vio la luz en 1996 y poco después llegó la USB 1.1 (1998), que arregló problemas de interoperabilidad y asentó el famoso “plug and play”.

La era de alta velocidad comenzó con USB 2.0, elevando el teórico a 480 Mbit/s (60 MB/s), aunque en la práctica el máximo real suele rondar 280 Mbit/s (35 MB/s). En 2009, USB 3.0 multiplicó por diez el ancho de banda hasta 4,8 Gbit/s (600 MB/s) y estrenó comunicación full dúplex con pares adicionales, a la par que aumentó la corriente disponible.

Con USB 3.1 llegó SuperSpeed+ a 10 Gbit/s, y después USB 3.2 dobló a 20 Gbit/s. En 2019 se anunció USB4 (hasta 40 Gbit/s), compatible hacia atrás con USB 3.2/2.0 y basado en gran medida en Thunderbolt 3. La revisión USB4 v2.0 (publicada en 2022) elevó el listón a 80 Gbps y amplió compatibilidades como DisplayPort 2.1 y PCIe 4.0.

Si cuadra con el calendario habitual, cuando el USB-IF publique la siguiente gran especificación, los primeros productos comerciales suelen tardar entre dos y tres años en llegar a las tiendas desde esa ratificación.

Señalización, cableado y capas físicas

El USB histórico transmite datos en un par trenzado con impedancia de referencia de 90 Ω ± 15%. Los hilos D+ y D− operan en diferencial, lo que ayuda a combatir el ruido electromagnético en tiradas largas. En las versiones 1.x y 2.0 la comunicación es half dúplex, mientras que con USB 3.x aparece un segundo conjunto de pares que habilita full dúplex.

Los niveles de señal en las primeras versiones alternan entre 0–0,3 V (bajos) y 2,8–3,6 V (altos); con alta velocidad (2.0) se pasa a ±400 mV. En 2.0, además, se añade terminación de 45 Ω a tierra por rama (90 Ω diferencial) para casar la impedancia con el cable. Todo esto, junto con modulaciones más eficientes en las últimas generaciones, explica el salto de rendimiento sin cambiar de conector físico.

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Para quienes necesiten detalles de pines, el USB clásico de 4 contactos (2.x) y el Micro-USB con pin ID resolvían funciones básicas de alimentación y datos. A modo de referencia, aquí tienes una tablita de pines típica del conector 2.0 y del Micro-USB:

Pin Nombre Color Función
1 VCC Rojo +5 V para alimentación
2 D− Blanco Línea de datos −
3 D+ Verde Línea de datos +
4 GND Negro Tierra
Pin Nombre Color Función
1 VCC Rojo +5 V
2 D− Blanco Datos −
3 D+ Verde Datos +
4 ID Distinción Micro-A (a tierra) / Micro-B (sin conectar)
5 GND Negro Tierra / retorno

Type-C, modos alternativos y Power Delivery

El conector USB Type-C integra hasta 24 pines y ha sido diseñado para ser el relevo de A y B. Incluye pares para USB 2.0, high-speed, líneas de configuración CC y alimentación VCONN para cables activos. Gracias a las líneas CC, el sistema negocia roles de potencia y alterna modos de datos o vídeo cuando corresponde.

En cuanto a modos alternativos, el ecosistema admite transportar protocolos como DisplayPort (1.3/2.1) o MHL 3.0 por los carriles de alta velocidad de Type-C. También se han planteado otros como PCI Express o Base-T Ethernet según las implementaciones. Recuerda que no todos los cables son iguales: los cables de Type-C completos suelen estar electrónicos y “marcados” para identificar capacidades mediante el canal de configuración.

Power Delivery trae perfiles de corriente de 1,5 A y 3 A sobre 5 V como base, y amplía a tensiones mayores en función del acuerdo entre host y dispositivo. Con la llegada de EPR y los nuevos perfiles, hemos visto equipos que alcanzan hasta 240 W, lo que abre la puerta a alimentar estaciones más potentes por un único cable.

Tipos de conectores y su uso habitual

USB Type-A fue durante años el conector de referencia en PCs y hubs. Los puertos 3.x suelen identificarse con pestaña interna azul en muchos equipos, aunque no es regla universal. Type-B ha sido más común en impresoras y escáneres, con variantes para 3.0.

En dispositivos compactos, primero triunfó el Mini-USB y después el Micro-USB, muy extendido en móviles de generaciones previas. Hoy el protagonista claro es USB Type-C, reversible y presente en ultrabooks, smartphones, consolas portátiles y periféricos de nueva hornada.

USB OTG y USB inalámbrico

USB On-The-Go permite que dos dispositivos negocien quién actúa como host y quién como periférico, e incluso que intercambien los roles en caliente. Es una característica crucial en tablets, móviles y reproductores que necesitan leer memorias USB, teclados o ratones sin un PC de por medio.

En paralelo, Wireless USB (WUSB) buscó llevar la filosofía del USB a enlaces por radio basados en UWB, con cifras de hasta 480 Mbit/s a 3 metros y 110 Mbit/s a 10 metros. Aunque su adopción fue limitada, ilustra el afán del ecosistema por simplificar conexiones también sin cables.

Comparativa rápida con otros buses

Para orientarte, tecnologías como FireWire 400/800 alcanzaban 400 y 800 Mb/s, mientras que Thunderbolt dio el salto a 10, 20 y 40 Gb/s en sus sucesivas generaciones. eSATA se situó en 2,4 Gb/s. USB evolucionó desde 12 Mbit/s (1.1), 480 Mbit/s (2.0) y 4,8/10/20 Gb/s (3.0/3.1/3.2) hasta 40 Gb/s (USB4) y 80 Gbps (USB4 v2.0), con los mencionados 120 Gbps unidireccionales en escenarios concretos.

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¿Cuándo podría llegar la próxima gran revisión?

El proceso habitual es claro: primero el USB-IF publica la especificación, luego los fabricantes diseñan controladoras, placas y dispositivos, y finalmente el mercado «+mainstream+» adopta la tecnología. Entre la publicación y los primeros productos comerciales suelen pasar 2–3 años. Hasta entonces, USB4 v2.0 ya sienta las bases para lo que vendrá.

Aclaración útil: USB 5.0 no es Bluetooth 5.0

Es común confundir la terminología. Bluetooth 5.0 es un protocolo inalámbrico, distinto al bus USB. En su salto a 5.0 y posteriores (5.1, 5.2), el estándar Bluetooth duplicó velocidades respecto a 4.x, cuadruplicó el alcance y mejoró de forma radical el consumo energético (BLE), permitiendo autonomías de un día o más en muchos dispositivos de audio.

Además, Bluetooth 5.x incorporó funciones clave: multistream y mejoras de latencia para audio, localización y protocolos como LE Isochronous Channels o LE Power Control (en 5.2) que optimizan calidad y eficiencia. Si usas cascos inalámbricos o mandos, estas mejoras se notan en estabilidad y menor retardo.

Si tienes problemas con un adaptador Bluetooth 5.0 en Windows, hay pasos sencillos que suelen resolverlo. Por ejemplo, prueba otro puerto USB del equipo, revisa el Administrador de dispositivos (desinstala/reinstala el dispositivo si es necesario), reinicia para que Windows cargue drivers limpios y utiliza el solucionador de problemas de Bluetooth en Configuración.

También ayuda comprobar que Windows esté actualizado y, si puedes, testear el dongle en otro ordenador para descartar un fallo del adaptador. Estos básicos solucionan buena parte de incidencias de reconocimiento o emparejamiento.

Notas prácticas y curiosidades del ecosistema USB

En el día a día, verás que tiendas online incluyen formularios tipo “¿Has encontrado un precio más bajo?” para mantener precios competitivos. No es técnico, pero es parte del contexto comercial que rodea a periféricos USB, hubs, cables y adaptadores.

Un detalle histórico llamativo: la masificación del USB fue fulgurante. Ya en 2004 se estimaban miles de millones de dispositivos USB en circulación y su presencia no ha dejado de crecer. Su flexibilidad ha llevado el conector del PC a la automoción, el audio, el vídeo y hasta usos industriales y militares.

Si te interesa seguir tendencias, junto a los avances del USB hay otras piezas del puzzle de rendimiento como Wi‑Fi 8, DDR6 o PCIe 6.0, que marcarán el ritmo de la próxima hornada de equipos y periféricos.

Y por supuesto, la retrocompatibilidad sigue siendo un pilar del estándar: puedes pinchar un dispositivo antiguo en un puerto moderno y funcionará, aunque limitado por la versión más lenta o por el cable utilizado. Asegúrate de usar cables que soporten la velocidad y la potencia que necesitas.

Si te apetece compartir tus dudas o experiencias con cables, hubs y pantallas por USB-C, déjalo en comentarios, que así aprendemos todos y afinamos compras futuras.

El retrato general es claro: aunque el rótulo “USB 5.0” todavía no está bendecido por el USB‑IF, la tecnología ya ha demostrado con USB4 v2.0 que el listón de 80 Gbps bidireccionales, 120 Gbps para vídeo, DisplayPort 2.1 y hasta 240 W es una realidad. Sobre esa base cabe esperar la siguiente vuelta de tuerca en velocidad, eficiencia energética y latencia, manteniendo la compatibilidad que ha hecho del USB el conector universal por excelencia.