- Medición por pin del conector 12V-2×6 con sensores y alertas para prevenir desequilibrios y sobrecalentamientos.
- Pantalla de alto contraste, registro cada 60 s hasta 340 días y actualizaciones por USB-C.
- Diseño robusto en aluminio, ventilación semi-pasiva, orientación normal/invertida y a 90°.
Si utilizas una GPU moderna con el polémico conector 12V-2×6 (12VHPWR), sabrás que la estabilidad y el calor del conector no son ninguna broma; aquí es donde entra en juego el nuevo WireView Pro II. Este pequeño dispositivo actúa como intermediario entre la gráfica y la fuente para vigilar a fondo lo que pasa por cada cable y cada pin, reduciendo riesgos de sobrecalentamiento y desequilibrios de carga. En otras palabras, aporta seguridad, datos precisos y avisos en tiempo real allí donde más falta hacen: justo en el conector.
La gracia del WireView Pro II está en que ya no se limita a un número total de consumo. En su segunda generación, mide la corriente de forma individual por pin dentro del conector 12V-2×6, algo clave para detectar malas inserciones o contactos deficientes. Este enfoque granular ayuda a prevenir fallos que, en el peor de los casos, podrían terminar en un conector dañado o incluso en una GPU cara en la basura. Por eso, para quienes exprimen al máximo sus equipos o simplemente quieren tranquilidad, esta herramienta se ha convertido en una aliada.
Qué es WireView Pro II y por qué se ha vuelto esencial
WireView Pro II es la evolución del conocido WireView Pro, desarrollado específicamente para el uso exigente de tarjetas gráficas de gama alta que emplean el conector 12V-2×6. A diferencia de soluciones genéricas, este modelo se centra en la monitorización del punto más delicado del sistema: el conector de alimentación de la GPU. Lo hace midiendo no solo el consumo total, sino también la corriente por cada pin y por cada cable del 12V-2×6. Gracias a esta lectura detallada, permite identificar al vuelo posibles problemas de contacto entre el cable y la tarjeta, facilitando una detección temprana de repartos de carga peligrosos y cortando de raíz situaciones que pueden terminar en daños.
El contexto importa: el estándar 12VHPWR, presente sobre todo en GPUs de gama alta —muy especialmente en modelos potentes de NVIDIA—, puede canalizar hasta 600 W por un único cable. Esa densidad convierte a la calidad del contacto y al reparto de carga en puntos críticos. De ahí que, además de medir corriente por pin, el WireView Pro II incorpore sensores dedicados y funciones de alarma para avisarte en cuanto algo se salga de lo normal. Con esto, las situaciones de calor excesivo o inserciones deficientes dejan de ser un misterio.
La propuesta no se queda en pura telemetría. El dispositivo está pensado para monitorización precisa del 12V-2×6, con avisos visuales y sonoros, registro de datos y una pantalla que ofrece una vista clara de parámetros clave. Todo está orientado a su objetivo principal: prevenir problemas antes de que aparezcan y evitar que un conector comprometido te juegue una mala pasada. En definitiva, hablamos de control preventivo y protección proactiva.
Además, varios fabricantes han respondido a los incidentes de temperatura con soluciones de monitorización, y Thermal Grizzly ha ido un paso más allá con sensores por pin en este modelo. De hecho, esta nueva generación mantiene las ventajas que ya funcionaban bien en la anterior e introduce mejoras específicas para el 12V-2×6. El resultado es un accesorio diseñado tanto para entusiastas como para profesionales que requieren una visión de alto nivel, sin necesidad de herramientas de laboratorio.
Otro detalle relevante: el fabricante ha adelantado que hay variantes en camino, lo que deja claro que la familia WireView seguirá creciendo. Esto abre la puerta a versiones especializadas para diferentes escenarios de montaje, orientación de conector o necesidades de integración. Para el usuario, se traduce en más flexibilidad y opciones de futuro.

Medición por pin y sensores dedicados: el corazón de la seguridad
La clave del WireView Pro II es su monitorización por pin. En vez de ofrecer un único número de consumo total —que resulta útil pero insuficiente—, el dispositivo muestra cuánta corriente está pasando por cada contacto del conector 12V-2×6. Esto permite detectar al momento un pin que esté soportando más carga de la debida, un indicio claro de mala inserción o de un reparto asimétrico. Con esta información, puedes actuar a tiempo, evitando picos de temperatura y futuras quemaduras del conector.
El sistema se apoya en sensores independientes por cada pin. Esta novedad es especialmente útil para identificar inserciones incorrectas, uno de los grandes culpables de los incidentes vistos con 12VHPWR. Si un pin no hace contacto perfecto, el WireView Pro II lo refleja en pantalla y, si así lo configuras, lanza una alarma. De esta manera, te olvidas de suposiciones y pasas a decisiones basadas en datos, ganando seguridad y control real.
La lectura no se limita a la corriente. También puedes ver diferentes vistas: consumo total, pin con mayor carga, voltajes individuales, potencia por pin y alertas cuando se superan umbrales definidos. Es un abanico de datos que ayuda a entender de un vistazo cómo se está repartiendo la energía, y si esa distribución es la adecuada. Para quienes ajustan perfiles de potencia, hacen pruebas de estrés o trabajan con sistemas de alto TDP, disponer de este cuadro de mando es un auténtico salto de calidad.
Además, el dispositivo puede monitorizar temperaturas tanto en la entrada como en la salida y, si se conectan sondas NTC externas, ofrece aún más contexto térmico y facilita acciones como forzar el ventilador de la GPU. Esto resulta útil para correlacionar picos de consumo por pin con incrementos de temperatura cerca del conector o en el interior de la caja. Tener esa correlación a mano simplifica el diagnóstico, reduciendo conjeturas y ahorrando tiempo.
Por si fuera poco, el WireView Pro II integra una función de alarma sonora (y visual) y puede ejecutar un apagado automático del sistema si detecta un desequilibrio crítico. Esta capacidad de reacción es clave cuando no estás delante del PC o si una prueba de estrés se va de las manos. En términos prácticos, estamos ante una red de seguridad electrónica que puede ahorrarte un disgusto mayúsculo.
Pantalla, registros y firmware: datos claros y a largo plazo
La interfaz del WireView Pro II se apoya en un panel a color que ofrece un contraste alto para ver los datos de un vistazo. La documentación y fuentes oficiales hablan de una pantalla TFT-IPS, mientras que algunas fichas de tienda mencionan OLED en el contexto de la gama WireView; en cualquier caso, el objetivo es el mismo: presentar la información de forma legible, con vistas que priorizan el consumo total, el pin más cargado y los valores individuales. Sea cual sea el tipo de panel, la legibilidad y la respuesta de la interfaz son puntos fuertes del dispositivo.
El equipo registra datos de manera automática a intervalos de 60 segundos, pudiendo almacenar hasta 340 días de actividad continua. Este histórico largo es oro para detectar patrones, evaluar cambios tras modificaciones de hardware o comparar escenarios con diferentes perfiles de ventilación. Si te gusta analizar, ajustar y validar, tener casi un año de registros listos para consulta es una ventaja diferencial.
La conectividad también suma. A través de su puerto USB-C, el WireView Pro II permite actualizaciones de firmware, lo que garantiza que el dispositivo siga evolucionando con mejoras y correcciones. Además, dispone de puertos auxiliares para ampliar la captura de datos o integrarlos con herramientas de diagnóstico. Esta orientación a futuro hace que no sea un “comprar y olvidar”, sino un accesorio con margen de crecimiento, alineado con prácticas modernas de mantenimiento.
Por último, el registro y la visualización se combinan con un sistema de alertas configurable. Puedes definir límites de corriente por pin o umbrales de temperatura para que el equipo dispare avisos visuales y sonoros. Y si lo deseas, puedes activar la función de apagado automático del sistema. Este conjunto de control, logging y respuesta convierte al WireView Pro II en algo más que un medidor: es una herramienta de protección inteligente con criterios ajustables por el usuario.
Diseño, refrigeración y construcción: pensado para durar
Por fuera, el WireView Pro II luce una carcasa de aluminio mecanizada por CNC que transmite robustez y ayuda a disipar calor. No es solo estética: el chasis bien trabajado soporta mejor el uso intensivo y aporta estabilidad térmica al conjunto. A esto se suma un sistema de refrigeración semi-pasivo con un mini ventilador interno que entra en acción cuando hace falta, manteniendo la zona del conector bajo control. En el día a día, esta combinación aporta fiabilidad sostenida incluso en cargas prolongadas.
El diseño también facilita el montaje en cajas reales. Hay opciones de orientación del conector, incluida la posibilidad de enchufe normal o invertido y soporte para giros a 90°, de modo que el cableado se adapte a la disposición de tu gráfica y a la gestión de cables de tu chasis. Quien haya sufrido con conectores rígidos o con poco margen de maniobra sabe lo valioso que es esto. El objetivo es que la instalación sea limpia, segura y sin tensiones innecesarias en el conector.
Además, el dispositivo incluye un cable adaptador que simplifica su integración dentro del PC, minimizando el lío de cables. Esta pieza se nota especialmente si montas equipos compactos o si buscas mantener una estética cuidada con airflow optimizado. Menos cables en tensión y rutas más lógicas se traducen en montajes más fiables y ordenados.
Un detalle práctico: aunque su foco es el conector 12V-2×6, el WireView Pro II está pensado para funcionar de manera plug-and-play, sin configuraciones complejas. Lo conectas, enciendes el equipo, y ya estás viendo datos útiles. Quien quiera profundizar puede ajustar umbrales, vistas o el comportamiento de las alarmas, pero el arranque rápido lo hace accesible para cualquiera que necesite diagnóstico inmediato.
Por su naturaleza, el dispositivo resulta especialmente interesante para quienes hacen overclocking o validación de estabilidad, pero no es una herramienta exclusiva. Si juegas, creas contenido o trabajas con motores de render que ponen la GPU a tope, la tranquilidad de tener controlado el 12V-2×6 es un plus que se agradece. Además, puedes apoyarte en herramientas como MSI Afterburner para ajustar perfiles y comparar resultados.
Compatibilidad, vistas de monitorización y sondas de temperatura
El WireView Pro II encaja como intermediario entre la fuente y la tarjeta gráfica con conector 12V-2×6, por lo que su instalación es directa. Está orientado a GPUs modernas de gama alta, especialmente a modelos que exprimen el estándar 12VHPWR. En este terreno, la lectura por pin evita sorpresas y ayuda a comprobar que el cable está insertado como debe. Si algún pin no hace buen contacto, los datos lo delatan de inmediato, permitiendo corregir antes de que sea tarde.
En cuanto a la interfaz, las vistas disponibles abarcan consumo total de la GPU, el pin con mayor carga, voltajes individuales, potencia por pin y alertas cuando se rebasan límites. Esta variedad no es un adorno: es lo que te permite intuir si un pico de consumo en un pin se traduce en un hot spot, o si al repartir mejor el cableado la situación mejora. Para quien optimiza perfiles de energía o ajusta la ventilación del chasis, estas vistas son herramientas de trabajo.
El equipo puede monitorizar temperatura en el propio conector (entrada/salida) y, cuando se usan sensores NTC externos, ampliar el cuadro con lecturas cercanas o en puntos clave del flujo de aire. Incluso ofrece lectura de temperatura externa, útil para correlacionar condiciones ambientales con picos de consumo y calor. Con todo esto, deja de ser un simple “contador de vatios” y se convierte en un sistema de diagnóstico térmico y eléctrico.
La suma de funciones es coherente: sensores por pin, alarmas, múltiples vistas, registro de largo recorrido, puertos para expansión y firmware actualizable. Es un ecosistema preparado para acompañar a las GPUs actuales —y a las que vienen—, manteniendo el foco en lo importante: que el conector 12V-2×6 trabaje dentro de márgenes seguros, sin sorpresas ni sustos. Para sacar todo el partido en Windows conviene tener actualizados los controladores de vídeo y herramientas compatibles.
Alarmas, apagado automático y control de riesgos
Además de avisar cuando se superan umbrales de corriente o temperatura, el WireView Pro II puede cortar la corriente del sistema automáticamente si detecta un desequilibrio peligroso. Esta medida puede parecer agresiva, pero es exactamente la que evita que un incidente aislado se convierta en un daño grave. En configuraciones de alto coste —una GPU de más de 1.500 € no es raro hoy—, tener este “paracaídas” es paz mental en estado puro.
Las alarmas sonoras y visuales se acompañan de menús claros para configurar límites y comportamientos. Puedes ajustar a qué nivel de corriente por pin saltará el aviso, qué temperaturas consideras críticas y si activar o no el apagado automático. Este enfoque permite adaptarlo a entornos de trabajo, a equipos de juego o a bancos de pruebas, sin forzar un único perfil para todos.
Con registro cada 60 segundos y una capacidad de almacenamiento que alcanza los 340 días, también puedes revisar a posteriori cuándo empezaron los avisos, qué estaban haciendo tus ventiladores o si una nueva ruta de cableado mejoró la situación. Mirar atrás con datos reales te ahorra conjeturas, aporta trazabilidad y guía decisiones.
Precio, disponibilidad y garantía: condiciones a tener en cuenta
Thermal Grizzly presentó WireView Pro II durante Computex 2025 y ya se puede reservar. El lanzamiento comercial está previsto para diciembre, con un precio oficial de 119,90 € (IVA incluido). En la tienda oficial se ha visto anunciado a 120 € IVA incluido, una cifra que básicamente confirma el rango. Este posicionamiento lo coloca como una herramienta profesional a un coste razonable si consideramos lo que puede evitar, especialmente en GPUs de alto valor.
Hay más: el fabricante ofrece una garantía ampliada de dos años que cubre no solo el propio conector, sino también la tarjeta gráfica conectada. Es una promesa poco común en accesorios, aunque con condiciones lógicas: nada de minería, de overclocking extremo ni de cables de procedencia dudosa. Estas cláusulas buscan asegurar que el entorno de uso sea el adecuado. Si se cumplen, el respaldo de la marca aporta un extra notable de confianza.
Respecto a la distribución, además de la tienda oficial, empiezan a aparecer listados en comercios con referencias como “1×12VHPWR invertido” y mención de pantalla OLED en algunos casos. Aunque la documentación oficial hable de TFT-IPS, estas descripciones de tienda suelen agrupar familias de producto y pueden variar. En cualquier caso, lo importante es la función principal: medición por pin, sensores de temperatura y alarmas, que son el núcleo de este modelo.
En cuanto al soporte y la comunidad, Thermal Grizzly cuenta con presencia activa en redes y un subreddit oficial donde compartir montajes, pedir consejo y comentar resultados. Para quienes afinan equipos o diagnostican problemas, tener un canal donde contrastar lecturas y configuraciones es una ayuda práctica adicional.
Instalación y montaje: orientación normal o invertida, y a 90°
Montar el WireView Pro II es tan directo como intercalarlo entre la fuente y la GPU en la conexión 12V-2×6. El hecho de que existan opciones de orientación normal o invertida, junto con adaptadores a 90°, lo hace muy flexible para chasis estrechos o con panel lateral cercano. Esta variedad reduce tensiones en el cable, evita torsiones raras y favorece que el conector se inserte recto, que es justo lo que quieres para un buen contacto.
Una vez instalado, la pantalla muestra de inmediato el flujo de datos. Puedes moverte por las vistas para ver el consumo total, los pines individuales y las alertas. Si vas a hacer validaciones largas, activar el registro te permitirá comparar sesiones. Y si notas avisos en un pin concreto, es buena idea revisar la inserción del cable, la ruta del mismo y la presión que ejerce el panel lateral del chasis. Pequeños ajustes pueden corregir grandes problemas de reparto.
Para quienes montan equipos con GPUs potentes de NVIDIA u opciones equivalentes de AMD (como las Radeon más modernas), la tranquilidad de vigilar el 12V-2×6 en tiempo real se traduce en sesiones de juego o de trabajo sin estar con el “runrún”. No necesitas tocar nada si no quieres; si todo está dentro de márgenes, lo verás reflejado en pantalla, y podrás olvidarte del asunto.
Casos de uso: de entusiastas a profesionales
Los entusiastas del rendimiento encontrarán en el WireView Pro II una herramienta para validar perfiles de potencia, undervolt, overclock moderado y cambios de airflow. Si un cambio reduce la carga en un pin concreto o baja la temperatura del conector, lo verás sin duda. Para creadores de contenido y profesionales, monitorizar el 12V-2×6 durante renders largos o simulaciones pesadas aporta una capa extra de seguridad que evita interrupciones y sustos, especialmente en jornadas intensas. Además, en casos extremos muchos consultan guías sobre cómo flashear la BIOS de la GPU con precaución.
En entornos de pruebas o laboratorios, el hecho de contar con registro de 340 días y exportación de datos vía USB-C simplifica informes y comparativas. Quien gestiona varios equipos puede trazar patrones y detectar rápidamente casos anómalos. Y si algo no cuadra, entre alarmas, vistas por pin y sensores NTC, hay pistas más que suficientes para llegar a la causa raíz.
Incluso para usuarios que “solo juegan”, la tranquilidad es tangible: si hay un problema de inserción o un pin cargándose de más, el WireView Pro II lo dirá. No hace falta ser técnico para entender un aviso claro en pantalla y un pitido que te pide atención. Evitar un conector dañado o una GPU comprometida es, en última instancia, ahorrar dinero y dolores de cabeza.
WireView Pro II frente al modelo anterior
Respecto al WireView Pro original, esta segunda generación se centra aún más en el conector 12V-2×6 con lectura por pin, mejor monitorización térmica y funciones de alerta y apagado más finas. Mantiene lo bueno (monitorización completa, facilidad de uso) y sube el nivel con mejoras que responden a los incidentes que hemos visto con 12VHPWR. El salto no es cosmético: afecta a cómo diagnosticas y previenes, que es justo lo que se busca.
La carcasa de aluminio mecanizado, el sistema de refrigeración semi-pasivo con ventilador interno y la pantalla con alto contraste redondean el conjunto. Si la versión previa ya era útil para medir, esta añade la precisión y la prevención que el conector 12V-2×6 demanda. Y con firmware actualizable y variantes en camino, el ecosistema WireView parece listo para acompañar varias generaciones de GPU.
Apuntes prácticos y recomendaciones
Aunque el WireView Pro II mitiga riesgos, conviene recordar buenas prácticas: usar cables de calidad, insertar el conector hasta el fondo, evitar curvar en exceso el cable justo en la salida y revisar que el panel lateral del chasis no empuje el conector. Son gestos sencillos que, sumados a la medición por pin y a las alarmas del dispositivo, maximizan la seguridad.
Si vas a mover el equipo, comprueba de nuevo el asiento del conector. Un pequeño desplazamiento puede alterar el contacto y el reparto. El dispositivo te ayudará a detectarlo, pero merece la pena comprobar físicamente que no hay holguras. Y si cambias ventiladores o rutas de aire, dedica unos minutos a observar cómo evolucionan temperaturas y cargas por pin con el registro activo. Es la forma más directa de validar que los cambios han funcionado.
Por último, si te interesa la comunidad, el subreddit oficial de Thermal Grizzly es un buen lugar para ver montajes, pedir consejo o comentar resultados de pruebas. Las experiencias de otros usuarios suelen inspirar soluciones prácticas a problemas reales, acortando tu curva de aprendizaje.
Este conjunto de funciones —medición por pin, sensores térmicos, alarmas y apagado automático, registro a largo plazo, carcasa de aluminio con refrigeración semi-pasiva, puertos USB-C y auxiliares, orientación normal o invertida y opciones a 90°, compatibilidad plug-and-play y garantía ampliada de dos años con condiciones— hace del WireView Pro II una herramienta sólida para proteger y entender el conector 12V-2×6. Con un precio en la franja de 119,90 €–120 € y disponibilidad prevista para diciembre, se posiciona como una inversión sensata para quien quiere tranquilidad con GPUs potentes. Poder ver qué ocurre en cada pin y reaccionar a tiempo es la diferencia entre una anécdota y un problema serio, y aquí es donde este dispositivo marca la diferencia.