- Ryzen 5 7500X3D asoma en listados con 6/12 hilos y 96 MB L3 gracias a 3D V-Cache.
- CES trae los Ryzen 9 9950X3D y 9900X3D con caché bajo los núcleos y más Boost.
- Rumores apuntan a 16/32 hilos, hasta ~5,6 GHz y 192 MB L3 en la gama más alta.
- Mejoras de Windows y BIOS preparan la plataforma AM5 para un salto real en juegos.
Aunque muchos ya tienen la vista puesta en Zen 5 y la familia Ryzen 9000, AMD no ha dicho su última palabra con Zen 4. En el radar ha aparecido un nuevo integrante X3D pensado para el gran público: el Ryzen 5 7500X3D. Este movimiento encaja con la estrategia de la marca de extender la 3D V-Cache hacia más segmentos, acercándola a presupuestos contenidos sin renunciar a esa ventaja competitiva tan apreciada en juegos.
En paralelo, en la gama alta se cocina una actualización ambiciosa: los modelos X3D de última hornada prometen más caché y relojes más elevados. Entre filtraciones y anuncios en feria, el panorama incluye desde rumores de un Ryzen 9 9950X3D2 hasta la presentación de los Ryzen 9 9950X3D y 9900X3D en el CES. El denominador común es claro: más memoria apilada, mayor techo de frecuencia y un impulso directo a los FPS y a la fluidez en escenas exigentes.
Ryzen 5 7500X3D: el X3D de entrada que asoma en listados
El primer indicio llegó desde el Reino Unido: un listado del distribuidor West Coast mostró el nombre del Ryzen 5 7500X3D junto a un identificador concreto (100-000001904), suficiente para pensar en un SKU real y no en un error de catálogo. La página no detallaba especificaciones, pero sí dejaba entrever que AMD ampliará su catálogo con un modelo X3D de seis núcleos para el rango de precio más popular.
De acuerdo con la información que han recogido medios especializados, el 7500X3D mantendría 6 núcleos y 12 hilos. La clave, como siempre en esta serie, es la 3D V-Cache: sobre los 32 MB de L3 habituales se apilarían 64 MB adicionales, sumando 96 MB de caché L3. Esa ampliación de caché suele traducirse en menos tiempos de espera internos y mejor tracción de la GPU en títulos dependientes de CPU, algo especialmente apreciable en resoluciones como 1440p.
Para cuadrar el posicionamiento frente al 7600X3D, se espera que el 7500X3D venga con frecuencias ligeramente más contenidas. Bajo esa premisa, la arquitectura Zen 4 no cambiaría, ofreciendo una opción con buen rendimiento lúdico para presupuestos ajustados. Sería, además, el X3D más asequible de la serie hasta ahora, un punto de entrada ideal para quien persigue fotogramas estables sin irse a la gama alta.
La familia Ryzen 7000 ya contaba con cuatro X3D —7800X3D, 7900X3D, 7950X3D y 7600X3D—, así que este 7500X3D sería el quinto miembro; si dudas qué CPU escoger, consulta nuestra guía definitiva de procesadores de escritorio. Conviene recordar que el 7600X3D debutó con distribución limitada en algunas tiendas de Estados Unidos y luego amplió disponibilidad; algo similar podría pasar con el 7500X3D, aunque aún no hay confirmación de lanzamiento global ni fechas cerradas.
En el horizonte cercano, el escaparate natural sería el CES: no sería descabellado que AMD aprovechara la feria para enseñarlo y, de paso, acompañarlo de novedades de la serie 9000 X3D. Hasta que la compañía hable, el 7500X3D sigue siendo una aparición prometedora en catálogos, pero sin ficha técnica oficial.
Qué aporta la 3D V-Cache y por qué cambia el juego
La 3D V-Cache consiste, en esencia, en apilar verticalmente chips de memoria caché sobre el die de cómputo, de forma que se incrementa drásticamente la capacidad de L3 sin aumentar la latencia de manera apreciable. AMD ensayó primero esta técnica en el ámbito profesional con EPYC y la llevó al consumo con el Ryzen 7 5800X3D, el pionero que marcó un antes y un después en rendimiento gaming con sus 96 MB de L3.
En los Ryzen 5000, cada CCD (Core Complex Die) integra 8 núcleos y 32 MB de L3. El 5800X3D añadió un chip L3D de 64 MB fabricado también a 7 nm, llegando a 96 MB por CCD sin tener que rediseñar por completo el complejo de núcleos. Esa misma filosofía ha guiado a los Ryzen 7000 X3D, que además se benefician de la microarquitectura Zen 4 y su evolución hacia Zen 6, y de la litografía de 5 nm de TSMC, con mejoras de eficiencia y de frecuencia.
Según la propia AMD, los Ryzen 7000 X3D ofrecían hasta un 14% más de rendimiento en juegos frente a sus predecesores en escenarios concretos. No es magia: más caché reduce accesos a RAM, disminuye cuellos de botella internos y mantiene el frame-time más estable cuando el motor del juego estresa la CPU con IA, físicas o llamadas de draw intensivas.
La evolución más reciente, además, sitúa la memoria apilada en una capa por debajo de los núcleos, no encima. Con ello, los cores quedan más cerca del IHS y del disipador, mejorando la evacuación térmica y liberando margen para Boost sostenido. Esta reubicación de la caché —segunda generación de 3D V-Cache— es una de las claves de por qué los chips X3D actuales pueden alcanzar relojes más altos que los modelos X3D de primera hornada.
Filtraciones de la gama alta: 9950X3D2 y 9850X3D en el punto de mira
En el terreno de los rumores, g01d3nm4ng0 en X ha filtrado especificaciones de un supuesto Ryzen 9 9950X3D2. El dato más llamativo: 16 núcleos y 32 hilos con 192 MB de L3, una cifra que sugiere 3D V-Cache en ambos CCD. El reloj base rondaría los 4,3 GHz y el Boost alcanzaría aproximadamente 5,6 GHz, lo que, unido al aumento masivo de caché, apunta a un rendimiento muy competitivo en juegos y cargas mixtas.
La filtración menciona también un Ryzen 7 9850X3D con 8 núcleos, 16 hilos, 96 MB de L3 y un TDP de 120 W, elevando el Boost hasta la órbita de los 5,6 GHz. En ambos casos, la compatibilidad con la plataforma AM5 seguiría siendo la norma, facilitando la actualización mediante una simple puesta al día de la BIOS en muchas placas actuales.
Hay un matiz importante: nada de esto está confirmado por AMD en cuanto a nomenclaturas exactas o cifras finales. Como todo rumor, toca tomarlo con cautela hasta que la empresa comparta datos oficiales o muestre silicio funcionando en público. Aun así, la dirección es coherente con lo visto: más caché, más reloj y una apuesta firme por estabilizar el frame-time en juegos complejos.
CES y anuncios oficiales: 9950X3D y 9900X3D entran en escena
Más allá de las filtraciones, AMD ha presentado en el CES los Ryzen 9 9950X3D y 9900X3D. La compañía habla de ganancias muy abultadas: hasta un 64% más en juegos frente al Intel Core Ultra 9 285K y hasta un 54% respecto al Ryzen 9 7950X3D, cifras que, de confirmarse en pruebas independientes, dibujarían un salto generacional llamativo dentro de la propia familia X3D.
La explicación técnica encaja con esa promesa. La ubicación de la caché en una capa bajo los núcleos facilita temperaturas más contenidas y, en consecuencia, mayor consistencia de Boost. Además, la 3D V-Cache permite doblar o acercarse a doblar la caché frente a rivales directos sin inflar latencias, un cóctel que favorece a los motores de juego que saturan la CPU con datos de uso frecuente.
AMD no ha compartido precios por ahora, y la disponibilidad se ha fijado de forma genérica para los próximos meses. Toca esperar a tenerlos en banco de pruebas para comprobar cómo escalan con diferentes GPUs, memorias y placas. Si nos guiamos por lo bien que rinde el Ryzen 7 9800X3D, que ya subió frecuencias frente a su antecesor gracias a la segunda generación de la caché, el listón está alto y la expectativa también.
La prudencia sigue siendo la compañera ideal: antes de recomendar ciegamente, hay que medir. Queda por ver cómo se comportan en cargas mixtas, cuál es su eficiencia real frente a alternativas sin 3D V-Cache y cómo afectan los límites de potencia y temperatura al Boost sostenido en sesiones largas de juego.
Por qué debería importarte: fotogramas, fluidez y multitarea
Para el jugador de PC, la caché masiva alimenta mejor a la GPU, recorta picos de latencia y suaviza las caídas de fotogramas cuando un título dispara llamadas de CPU. El efecto se nota especialmente a 1440p y 4K, donde la GPU manda pero la CPU sigue marcando el ritmo del frame-time. Con más L3, el motor de juego accede con más frecuencia a datos calientes sin bajar a RAM.
Si además haces streaming, grabas o renderizas en segundo plano, la holgura extra de caché ayuda a mantener la reactividad. Se trata de minimizar microparones y de sostener el Boost el mayor tiempo posible, algo que la ubicación renovada de la caché favorece al mejorar la evacuación térmica bajo carga.
En el ecosistema AM5, la transición promete ser sencilla: muchas placas recibirán soporte vía actualización de BIOS. Esto alivia la ruta de actualización y permite exprimir más tiempo una plataforma con buen soporte de memoria DDR5 y PCIe. Para quien ya invirtió en AM5, el salto a un X3D con relojes más altos se antoja tentador.
La contrapartida posible está en el consumo: un TDP en torno a 200 W en el tope de gama implica disipadores solventes y cajas bien ventiladas. Para entusiastas que persiguen el último FPS, suele ser un peaje asumible; para equipos compactos o silenciosos, conviene planificar la refrigeración con mimo.
Calendario, retrasos y el papel del software
La hoja de ruta no ha sido lineal: las CPU Ryzen 9000X3D se barajaron para finales de año y finalmente se han alineado con el CES, algo que filtradores como HXL y 1usmus anticiparon. La espera extra, aunque larga para los impacientes, da margen a AMD y a los fabricantes de placas para pulir BIOS y perfiles.
En esa línea, AMD ha anunciado una actualización de Windows que puede mejorar hasta un 13% el rendimiento de la serie Ryzen 9000 en juegos, junto a nuevas versiones de firmware enfocadas a estabilidad y rendimiento. Si llegan a tiempo, serán un complemento perfecto de cara al desembarco de los modelos X3D y podrían evitar tropiezos de lanzamiento como los sufridos por algunas piezas no X3D.
Mirando atrás, la serie Ryzen 7000 X3D salió a partir de febrero y reforzó el pulso frente a Intel en gaming, con el 7800X3D como favorito del público por su relación rendimiento/precio. Cada generación X3D ha ido puliendo cómo, dónde y cuánto caché añadir sin penalizaciones, y la segunda generación de apilado es la culminación de ese aprendizaje.
La conversación no se queda en notas de prensa: comunidades como /r/AMD y /r/hardware hierven de comparativas y debates. Entre entusiastas y creadores de contenido, el consenso es que la 3D V-Cache ofrece ventajas tangibles en juegos modernos, y que la clave está en equilibrar reloj, caché y límites térmicos para sostener el rendimiento.
Velocidades de reloj más altas: dónde las verás y qué matices hay
La frase del momento es clara: «velocidades de reloj más altas». En los X3D de nueva hornada, la reubicación de la caché por debajo de los núcleos permite elevar tanto el reloj base como el Boost sin chocar tan pronto con el techo térmico. El Ryzen 7 9800X3D ya ejemplificó esto con unos 500 MHz más de base y 200 MHz más de Boost frente a su predecesor directo.
En los rumores de gama alta, se habla de Boost de hasta ~5,6 GHz en los 9950X3D2 y 9850X3D, cifras ambiciosas si pensamos en la cantidad de caché apilada que montan. Son números creíbles gracias al mejor acoplamiento térmico y a la eficiencia de Zen 5, aunque habrá que ver cómo se comportan bajo cargas prolongadas y con límites de potencia realistas.
No todos los X3D persiguen el mismo objetivo: el 7500X3D priorizaría precio y acceso, por lo que podría sacrificar algo de frecuencia frente al 7600X3D para mantenerse competitivo y diferenciado. Aun así, la 3D V-Cache debería darle un empujón claro en juegos frente a alternativas con menos L3 en la misma franja de precio.
El gran aprendizaje aquí es que no todo es GHz. La combinación de más caché, mejor ubicación térmica y algoritmos de Boost afinados puede rendir más que subir 100 MHz a costa de throttling. En chips X3D modernos, el diseño del apilado se ha convertido en la palanca que habilita esos relojes más altos sin castigar la estabilidad.
Comparativa con Intel y el estado del mercado
AMD afirma que sus nuevos X3D pueden aventajar hasta un 64% al Intel Core Ultra 9 285K en juegos y mejorar hasta un 54% al 7950X3D. Aunque toca validarlo en reviews, son declaraciones que encajan con el histórico de la 3D V-Cache en títulos CPU-bound. Si se sostienen, reforzarán la posición de AMD en el segmento entusiasta de gaming.
Para Intel, el desafío está en igualar la cercanía de datos que da la 3D V-Cache sin comprometer latencia. Mientras tanto, en el día a día del jugador, el beneficio práctico es que menos frames se caen en zonas densas y que la experiencia se mantiene más estable, incluso cuando la GPU va sobrada y la CPU es el cuello de botella.
En la gama media, la llegada de un 7500X3D presionaría a opciones como los 7500F y 8400F de AMD sin caché apilada y a alternativas de la competencia. El factor diferenciador será el precio final en tienda y la disponibilidad real, apartados que, por ahora, siguen en el aire tanto para el X3D de entrada como para los tope de gama recién anunciados.
En cualquier caso, la estrategia de AMD no renuncia a generaciones anteriores. El 5800X3D demostró que incluso en AM4 se podía lograr un salto significativo en juegos con más caché, y hoy sigue siendo un refugio competitivo para quienes estiran la plataforma anterior.
Disponibilidad, compatibilidad y compra informada
De momento, ni el 7500X3D ni los precios de los 9950X3D y 9900X3D están confirmados al detalle para cada mercado. Sabemos que los dos Ryzen 9 X3D llegarán en los próximos meses y que el 7500X3D ha asomado en un distribuidor británico, pero faltan fechas y MSRP.
Si ya estás en AM5, revisa el soporte de tu placa y las versiones de BIOS previstas para X3D. Si te planteas un equipo nuevo, contempla el TDP y la refrigeración necesarios, además de la memoria DDR5 y el perfil EXPO que mejor case con el IMC de la CPU elegida para reducir latencia efectiva.
En cuanto haya reviews independientes, fíjate en el frame-time además del promedio de FPS, y en cómo responden estos chips a cargas combinadas con streaming o captura. Son escenarios donde la 3D V-Cache suele exhibir sus ventajas más claras sobre propuestas con menos L3.
Mientras tanto, mantener expectativas realistas ayuda: los porcentajes de marketing son guías, no promesas universales. El rendimiento real depende del juego, la GPU, la memoria y la placa, así como de la calidad del firmware y del plan de energía del sistema operativo.
Mirando todo el conjunto, AMD está empujando su apuesta X3D en dos frentes: por abajo, con un 7500X3D que democratiza la caché apilada en Zen 4; por arriba, con Ryzen 9 X3D que suben relojes y duplican caché para dominar los juegos dependientes de CPU. Entre rumores, anuncios y mejoras de software, el objetivo es claro: más fluidez, menos stutter y una ruta de actualización asequible en AM5 sin sacrificar el ansiado Boost sostenido.
