- El Galaxy Z TriFold apuesta por un diseño de triple pliegue con pantalla de 10 pulgadas y formato tipo tríptico.
- Integra Snapdragon 8 Elite para Galaxy, 16 GB de RAM y hasta 1 TB de almacenamiento, con batería de 5.600 mAh.
- Ofrece multitarea avanzada, DeX independiente y numerosas funciones de IA pensadas para trabajar y crear contenido.
- Llega primero a Corea en diciembre y se desplegará después a otros mercados globales, con precio muy por encima de los plegables convencionales.
Samsung ha hecho oficial el Galaxy Z TriFold, su primer teléfono capaz de plegarse dos veces y convertirse en algo a medio camino entre móvil y tablet. El dispositivo llega como la apuesta más arriesgada de la marca en el terreno de los plegables, con un formato tipo tríptico que quiere cubrir en un solo equipo la portabilidad de un smartphone y la comodidad de una pantalla de 10 pulgadas.
El lanzamiento se enmarca en una década de trabajo de Samsung con pantallas flexibles y coincide con el salto de la compañía a la era de la inteligencia artificial móvil, y recuerda la evolución desde la serie Note de Samsung. Con este modelo, la firma surcoreana intenta resolver un viejo dilema: cómo combinar rendimiento de gama alta, productividad real y un diseño que no resulte imposible de llevar en el bolsillo.
Diseño tríptico y sistema de bisagras Armor FlexHinge
El Galaxy Z TriFold adopta un formato tipo libro similar al de la familia Fold, pero añade un panel extra y un sistema de doble bisagra Armor FlexHinge. Los dos laterales de la pantalla se pliegan hacia dentro, uno sobre otro, de forma que la gran pantalla interior queda completamente protegida cuando el terminal está cerrado.
Esta estructura utiliza dos bisagras de distinto tamaño con un diseño de doble riel, pensadas para que el plegado sea suave y estable pese a las diferencias de peso y componentes entre los tres paneles. La carcasa de las bisagras está rematada en titanio y el marco recurre a Advanced Armor Aluminum, una aleación de alta resistencia que incrementa la rigidez sin disparar el grosor.
Desplegado, el Galaxy Z TriFold presume de un grosor mínimo de solo 3,9 mm en su punto más fino, una cifra que se acerca más a lo que esperaríamos de una tablet ultradelgada que de un móvil. Cuando está completamente cerrado, el grosor se sitúa en torno a los 12,9 mm, con un peso de 309 gramos, lógico en un terminal con tres paneles y una batería de gran capacidad.
Samsung asegura que el interior del chasis está reforzado con un panel trasero de polímero con fibra de vidrio cerámica, pensado para mejorar la resistencia frente a golpes y grietas. A esto se suma protección frente a agua y polvo con certificación IP48, lo que da cierto margen de tranquilidad en el uso diario.
Para evitar problemas durante el cierre, el mecanismo integra una alarma automática que avisa si el pliegue no se realiza correctamente, mostrando avisos en pantalla y vibraciones para que el usuario no fuerce el sistema.
Pantallas Dynamic AMOLED 2X: de 6,5 a 10 pulgadas
El principal reclamo del TriFold es su pantalla interior de 10 pulgadas, un panel Dynamic AMOLED 2X con resolución QXGA+ (2160 x 1584 píxeles), densidad de 269 ppp, brillo máximo de 1.600 nits y tasa de refresco adaptativa de hasta 120 Hz. Sobre el papel, ofrece una experiencia muy similar a la de una tablet de tamaño estándar pero en un formato que cabe en el bolsillo.
Cuando el dispositivo está plegado, entra en juego la pantalla exterior: un panel Dynamic AMOLED 2X de 6,5 pulgadas con resolución Full HD+ (2520 x 1080), 422 ppp, brillo máximo de 2.600 nits y también refresco de 120 Hz. Es decir, se puede utilizar como un móvil «tradicional» sin necesidad de abrirlo por completo.
Ambos paneles cubren el 100 % del espacio de color DCI-P3, de modo que las imágenes mantienen saturación y contraste incluso en exteriores. Además, la tecnología Vision Booster ajusta color y contraste según la luz ambiente para que el contenido sea legible en prácticamente cualquier situación.
Para soportar el estrés de un doble pliegue, Samsung ha rediseñado la capa flexible interna añadiendo una lámina protectora reforzada y absorbente de impactos. El objetivo es aumentar la durabilidad de una pantalla que se pliega dos veces y reducir las marcas de plegado visibles en el uso diario.
Snapdragon 8 Elite, 16 GB de RAM y hasta 1 TB
En el interior, el Galaxy Z TriFold monta la plataforma móvil Snapdragon 8 Elite para Galaxy, un SoC de 3 nm desarrollado junto a Qualcomm que ya se ha visto en la gama alta de la serie Galaxy S. Este chip está optimizado para gestionar tanto el doble pliegue como las funciones de inteligencia artificial que recorren todo el sistema.
El dispositivo se comercializará con 16 GB de memoria RAM y opciones de almacenamiento interno de 512 GB o 1 TB. No hay posibilidad de ampliación mediante microSD, así que habrá que elegir bien la versión en el momento de la compra, especialmente si se pretende usar el TriFold para vídeo, fotografía intensiva o proyectos creativos pesados.
La batería es otro de los puntos clave: se trata de un sistema de tres celdas con capacidad típica de 5.600 mAh, repartidas en cada panel para equilibrar pesos y mejorar la gestión térmica. Es la batería más grande que Samsung ha montado en un plegable hasta ahora.
En carga, el terminal soporta carga ultrarrápida de 45 W por cable (alrededor del 50 % en unos 30 minutos con un cargador compatible), carga inalámbrica rápida de 15 W y función Wireless PowerShare para utilizar el TriFold como base de carga de otros dispositivos.
A nivel de conectividad, el modelo no se queda corto: incorpora 5G, Wi‑Fi 7, Bluetooth 5.4, NFC y USB-C, además de un lector de huellas capacitivo integrado en el botón lateral y un amplio conjunto de sensores (acelerómetro, giroscopio, barómetro, sensor de luz, sensor geomagnético, Hall y proximidad).
Cámaras de 200 megapíxeles y grabación avanzada
El apartado fotográfico del Galaxy Z TriFold se sitúa en línea con los buques insignia de la casa. La cámara trasera combina un sensor principal de 200 megapíxeles con enfoque Quad Pixel y estabilización óptica de imagen (OIS), un ultra gran angular de 12 MP con campo de visión de 120 grados y un teleobjetivo de 10 MP con OIS, zoom óptico 3x y zoom digital hasta 30x apoyado por inteligencia artificial.
Para selfies y videollamadas, el equipo incluye dos cámaras frontales de 10 MP, una situada en la pantalla de cubierta y otra en la pantalla principal. Gracias al formato plegable, es posible realizar autorretratos de alta calidad utilizando los sensores traseros mientras se visualiza el encuadre en el panel exterior.
El sensor principal ofrece un modo de zoom 2x de «calidad óptica» aprovechando la alta resolución del módulo de 200 MP, algo que ayuda a cubrir mejor la distancia media sin depender únicamente del zoom digital. En vídeo, se espera soporte para resoluciones elevadas y estabilización avanzada, aunque Samsung no ha centrado la comunicación en cifras concretas sino en la integración con la IA.
La compañía insiste en que el conjunto de cámaras está pensado para aprovechar la gran pantalla interior, permitiendo, por ejemplo, revisar el antes y el después de una edición de foto en paralelo o controlar distintos parámetros de captura con más comodidad que en un móvil convencional.
Galaxy AI, Gemini Live y DeX independiente
Más allá del hardware, el TriFold quiere diferenciarse por el software. El terminal llega con Android 16 y One UI 8, la última capa de personalización de Samsung, adaptada a este formato de triple panel. Buena parte de la experiencia gira alrededor de Galaxy AI, el conjunto de funciones de inteligencia artificial que la marca está integrando en su ecosistema.
Entre estas herramientas destaca el Asistente fotográfico, que incluye funciones como Edición generativa o Boceto a imagen para modificar o crear contenido partiendo de fotos y dibujos del usuario. La gran pantalla facilita comparar versiones de una misma imagen, aplicar retoques con precisión y gestionar colecciones complejas.
En navegación, el llamado Asistente de navegación dentro de Samsung Internet ofrece resúmenes automáticos y traducciones sobre la marcha, algo útil cuando se consulta documentación técnica o artículos extensos. Todo ello se apoya en los modelos de IA de la propia Samsung y en la integración con servicios de terceros.
El Galaxy Z TriFold también integra Gemini Live, la experiencia de IA multimodal de Google que entiende no solo texto y voz, sino también lo que aparece en pantalla o en la cámara. El usuario puede plantear preguntas sobre la habitación que está enfocando, una página web de compras o diseños que tenga abiertos, y recibir sugerencias sin abandonar la aplicación que está utilizando.
Además, el dispositivo se estrena como primer móvil de Samsung con DeX independiente, sin necesidad de monitor externo. Desde la configuración rápida, es posible activar una interfaz de escritorio completa en la pantalla de 10 pulgadas, con hasta cuatro escritorios y cinco aplicaciones simultáneas en cada uno. Para quien quiera un entorno aún más amplio, se puede conectar una pantalla secundaria en modo extendido y utilizar teclado y ratón Bluetooth como si se tratase de un PC de sobremesa.
Multitarea y uso profesional en la pantalla de 10 pulgadas
La clave del TriFold está en cómo reparte esa gran superficie de pantalla. Samsung ha trabajado en una interfaz que permite abrir tres aplicaciones en orientación vertical al mismo tiempo, ajustando el tamaño de cada ventana para priorizar lo que más interese en cada momento.
Un ejemplo práctico sería el de un profesional que necesita consultar un documento, tomar notas y revisar el correo a la vez; o el de un creador de contenido que edita vídeo mientras mantiene un navegador y una app de mensajería abiertos. Todo ello se controla desde una barra de tareas situada en la parte inferior derecha, donde aparecen las aplicaciones usadas recientemente.
Las apps propias de Samsung, como Mis archivos o Samsung Health, se han rediseñado para mostrar más información de un vistazo y facilitar la organización. El sistema también permite mantener el teléfono en orientación vertical para la lectura prolongada de documentos o páginas web, aprovechando la altura adicional de la pantalla.
Para quienes se queden cortos con la superficie de los tres paneles, el modo extendido de DeX hace posible añadir un monitor externo como segunda pantalla. En este escenario, el TriFold actúa a la vez como equipo principal y como panel táctil auxiliar, lo que abre la puerta a flujos de trabajo más complejos sin necesidad de llevar un portátil adicional.
Si bien estas funciones pueden sonar muy avanzadas, la idea de Samsung es que la transición entre usar el móvil como teléfono y como «miniestación de trabajo» sea lo más transparente posible, con gestos y accesos directos que se parezcan a los de un Android convencional.
Entre el cine de bolsillo y el dispositivo de nicho
En el plano del entretenimiento, la pantalla interior de 10 pulgadas funciona como un pequeño salón de cine portátil. El formato es especialmente cómodo para series, películas o vídeos largos, y permite mantener a la vista comentarios o controles sin sacrificar tanto espacio como en un móvil clásico.
La frecuencia de actualización de 120 Hz y el brillo de hasta 1.600 nits ayudan a que el contenido se vea fluido y legible incluso en entornos con luz variable, mientras que el brillo de 2.600 nits de la pantalla de cubierta facilita un uso más casual en exteriores, por ejemplo, para ver vídeos cortos o consultar redes sociales.
Aun así, Samsung parece consciente de que el TriFold es un producto claramente de nicho. Las distintas filtraciones y comunicados apuntan a tiradas relativamente limitadas, cifradas en decenas de miles de unidades, y a una distribución muy controlada, al menos en la primera fase.
En algunos mercados la venta se gestionará de forma directa por la propia Samsung, con una única configuración de color y memoria, algo poco habitual en la gama alta más generalista. La estrategia pasa más por mostrar músculo tecnológico y sondear la respuesta del público que por alcanzar grandes volúmenes de ventas.
Esta combinación de format o experimental y precio alto hace pensar que el TriFold se dirigirá, al menos al principio, a usuarios muy concretos: entusiastas de la tecnología, perfiles profesionales que puedan sacarle partido real a la multitarea o quienes busquen un dispositivo distintivo, aunque no sea el más práctico para todo el mundo.
Precio, ofertas de lanzamiento y disponibilidad internacional
Samsung ha confirmado que el Galaxy Z TriFold llegará primero a Corea del Sur el próximo 12 de diciembre en color Crafted Black. Después, el dispositivo se irá desplegando de forma escalonada en otros mercados clave: China, Taiwán, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos figuran ya en la hoja de ruta.
En cuanto al precio, las cifras oficiales detalladas para cada región todavía no se han hecho públicas, pero las referencias que llegan desde Corea sitúan el coste en torno a los 3,6 millones de wones. Eso se traduce, según distintos cálculos, en una horquilla aproximada que se mueve alrededor de los 2.100-2.400 euros al cambio, siempre antes de impuestos y particularidades de cada mercado.
Algunas fuentes apuntan a que, una vez se apliquen tasas y márgenes fuera de Asia, el precio final podría colocarse en el entorno de los 2.300-2.500 euros. En cualquier caso, seguirá siendo un terminal sensiblemente más caro que los plegables de una sola bisagra, y cercano —cuando no superior— al de algunos ordenadores portátiles de gama alta.
Fondos especializados de la industria señalan también que Samsung limitará el stock inicial para evitar acumulaciones en almacén, conscientes de que se trata de un equipo de alto riesgo comercial. De momento, la firma no ha concretado fechas para su llegada a Europa o España, aunque distintas filtraciones dejan la puerta abierta a un lanzamiento global más amplio a lo largo de 2026 si la acogida en los primeros países es positiva.
Como incentivo inicial, quienes compren un Galaxy Z TriFold en los mercados de lanzamiento confirmados dispondrán de seis meses de prueba de Google AI Pro, con funciones avanzadas de la app Gemini como la generación de vídeo con tecnología Veo3 y 2 TB de almacenamiento en la nube. Además, Samsung ofrecerá un descuento único del 50 % en una reparación de pantalla, un gesto relevante en un dispositivo de estas características.
El Galaxy Z TriFold se posiciona como un experimento muy serio en el terreno de los móviles plegables: reúne una pantalla inmensa que cabe en el bolsillo, un hardware propio de la gama más alta y una fuerte apuesta por la inteligencia artificial y la multitarea. No será un terminal para todos los bolsillos ni para todos los usos, pero sirve como escaparate de hacia dónde pueden ir los dispositivos de productividad móvil en los próximos años y qué se puede hacer cuando se combinan tres paneles, dos bisagras y una buena dosis de software adaptado.
