Qué es la aceleración por hardware en VPN y cómo aprovecharla

Última actualización: diciembre 12, 2025
Autor: Isaac
  • La aceleración por hardware delega tareas de cifrado, vídeo e IA en GPU y aceleradores para aliviar la CPU.
  • En VPN y vigilancia con cámaras IP permite manejar más conexiones y flujos de alta resolución con mejor rendimiento.
  • Su eficacia depende del hardware compatible, de usar códecs adecuados (H.264/H.265) y de tener controladores y firmware actualizados.
  • Ofrece mayor fluidez y multitarea, pero requiere vigilar compatibilidad, calor generado y costes de hardware.

Aceleración por hardware en VPN

La expresión “aceleración por hardware” aparece cada vez más cuando hablamos de VPN, gráficos, juegos o aplicaciones exigentes, pero muchas veces se queda en una etiqueta que activamos sin saber muy bien qué está pasando por debajo. Si te suena que “algo va más rápido” pero no sabes por qué, ni cuándo te compensa usarlo, estás en el sitio adecuado.

Qué es la aceleración por hardware (y por qué importa en una VPN)

Cuando hablamos de aceleración por hardware nos referimos a delegar determinadas tareas de cálculo en componentes especializados del ordenador o del dispositivo, en lugar de dejar que lo haga todo la CPU. En el contexto de una VPN, esas tareas suelen ser la cifrado y descifrado de datos, la compresión o el procesamiento de paquetes, que son procesos muy intensivos a nivel de cálculo y en la elección del tipo de VPN más seguro.

En un sistema sin aceleración, la CPU se encarga ella sola del cifrado VPN (por ejemplo, AES para usar OpenVPN, IPsec, WireGuard, etc.) además de todo lo demás: sistema operativo, navegador, aplicaciones, juegos, servidores, cámaras, lo que tengas. Si esa CPU va justa, cada conexión VPN adicional, cada flujo de vídeo cifrado o cada archivo pesado que viaja por el túnel puede hacer que el rendimiento se hunda.

Con aceleración por hardware, parte de ese trabajo se traslada a otros recursos dedicados: la GPU, una iGPU integrada en el procesador, tarjetas gráficas NVIDIA discretas, o incluso aceleradores específicos de IA o de cifrado. Así se liberan ciclos de CPU y se pueden manejar más conexiones, más cámaras o más tráfico sin que todo el sistema se arrastre.

En equipos modernos y en NAS de gama media y alta, esta idea va un paso más allá: no solo se acelera el cifrado VPN, sino también la decodificación de vídeo, el análisis inteligente de imágenes y los procesos de IA. Por eso verás la aceleración por hardware tanto en ajustes de VPN como en apartados de vídeo, transcodificación o vigilancia.

Ejemplo de uso de GPU en aceleración por hardware

Programación de la GPU acelerada por hardware: cómo encaja todo

La GPU (Graphics Processing Unit) nació para gestionar gráficos, animaciones y efectos visuales, pero con el tiempo se ha convertido en un monstruo del cálculo paralelo. Mientras la CPU optimiza el rendimiento para unas pocas tareas muy variadas, la GPU está diseñada para hacer muchas operaciones similares a la vez, algo perfecto para gráficos… y para otros tipos de cargas intensivas.

La llamada “programación de la GPU acelerada por hardware” significa que el sistema operativo y las aplicaciones pueden enviar directamente trabajo a la GPU (o a la iGPU) para que procese ciertos datos sin que la CPU tenga que intervenir tanto. En Windows, por ejemplo, existe una opción específica de “programación de GPU acelerada por hardware” que, al activarla, intenta reducir la carga de la CPU y mejorar la latencia en tareas gráficas; además, es útil saber configurar un servidor VPN en Windows si administras servicios remotos.

En el terreno de redes y VPN, esta capacidad se aprovecha de forma indirecta: cuando liberamos CPU gracias a la GPU para vídeo, gráficos o IA, dejamos más recursos disponibles para el cifrado y procesamiento de la VPN. Además, hay dispositivos (sobre todo routers avanzados, firewalls o NAS) que incorporan chips dedicados para cifrado o aceleradores que trabajan en paralelo, con un funcionamiento muy similar al enfoque GPU.

Además de la GPU, cada vez es más habitual encontrar aceleradores de IA específicos conectados como tarjetas PCIe o USB. Estos módulos se encargan de tareas como el reconocimiento de rostros, la detección de movimiento o la identificación de objetos en tiempo real, descargando todavía más trabajo de la CPU cuando se combinan vigilancia, grabación y conexiones remotas seguras por VPN.

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Para qué sirve la aceleración por hardware en la práctica

El uso más conocido de la aceleración por hardware es en gráficos y videojuegos. Cuando activas la aceleración en un juego o en un navegador, la GPU se responsabiliza de dibujar la escena, aplicar filtros, manejar sombras y efectos, mientras la CPU se centra en la lógica del juego, la IA, el sistema de físicas, etc. Resultado: imágenes más fluidas, mayor tasa de FPS y sensaciones más suaves.

En edición de vídeo y posproducción, la aceleración por hardware permite que los clips se reproduzcan y se exporten mucho más rápido. La GPU (o la iGPU) puede encargarse de la decodificación y codificación de códecs como H.264 y H.265, mientras la CPU gestiona la interfaz, el audio, los efectos más complejos o el sistema operativo. Si además estás trabajando a través de una VPN (por ejemplo, editando archivos alojados en un NAS remoto), disponer de aceleración en ambos extremos reduce cuellos de botella.

En ámbitos científicos y de ingeniería, muchos algoritmos de simulación y modelado se han adaptado para aprovechar la arquitectura paralela de las GPUs. Simulaciones de fluidos, análisis de grandes volúmenes de datos o cálculos estadísticos pesados se benefician enormemente de esta capacidad. Si el acceso a estos entornos de cálculo se realiza por VPN, disponer de aceleración por hardware de red y cifrado ayuda a que la conexión sea lo bastante rápida como para no frenar el trabajo.

Y en aprendizaje automático e inteligencia artificial, bibliotecas muy conocidas sacan partido de GPUs y aceleradores dedicados para entrenar redes neuronales y ejecutar inferencias. Aquí la aceleración no es ya un extra, sino un requisito si quieres tiempos razonables. Cuando los modelos se alojan en un NAS o un servidor protegido por VPN, tener hardware especializado tanto para IA como para cifrado es lo que permite que todo fluya.

Ilustración de GPU y VPN

Cómo activar la programación de GPU acelerada por hardware

Para sacar partido a esta tecnología conviene comprobar primero que el hardware realmente la soporta. En ordenadores de sobremesa y portátiles recientes suele bastar con tener una GPU dedicada o una iGPU moderna de Intel o AMD, pero no todos los modelos ni todos los controladores ofrecen exactamente las mismas funciones de programación acelerada.

El siguiente paso es actualizar los controladores (drivers) de la GPU. Tanto NVIDIA como AMD e Intel publican versiones nuevas de forma regular, corrigiendo errores, mejorando el rendimiento y añadiendo soporte para nuevas funciones de aceleración y APIs. En muchos casos, si los drivers están obsoletos, la opción de programación de GPU acelerada por hardware ni siquiera aparece en el sistema o no funciona de manera estable. En ese caso, consulta cómo actuar si tu VPN no funciona en Windows 10.

En Windows, la gestión de la GPU se realiza desde la propia configuración del sistema y desde los paneles de control de NVIDIA o AMD. Dentro de “Configuración de pantalla” o “Configuración de gráficos” puedes seleccionar qué GPU usar para cada aplicación, priorizar rendimiento o eficiencia, y activar o desactivar la programación acelerada. Esta opción, una vez activada, intenta que la propia GPU organice mejor la cola de trabajos, reduciendo algo de latencia y carga sobre la CPU.

En macOS, la aceleración gráfica por hardware está prácticamente integrada y optimizada desde el propio sistema, especialmente en equipos con chips Apple Silicon. Muchas aplicaciones de vídeo, foto o diseño permiten elegir si se usa el motor de hardware para codificar y decodificar vídeo, y suelen venir con esta opción activada de serie. En entornos profesionales conectados por VPN, y en particular al configurar una VPN en Mac, esta integración hace que la experiencia sea muy fluida siempre que el ancho de banda acompañe.

Por último, no olvides revisar la configuración específica de cada programa. Muchos editores de vídeo, navegadores, suites de diseño o aplicaciones de vigilancia incluyen en sus ajustes internos una casilla de “usar aceleración por hardware” o “usar GPU para decodificar vídeo”. Si lo dejas desmarcado, el sistema no podrá aprovechar esas capacidades, aunque el hardware sea compatible.

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Aceleración de hardware en NAS y plataformas de vigilancia (QVR, QNAP y compañía)

La aceleración por hardware cobra especial importancia en dispositivos NAS utilizados como centro de almacenamiento, servidor VPN y plataforma de vigilancia. En estos escenarios, el equipo tiene que gestionar varias cámaras IP de alta resolución, grabar flujos continuos, permitir el acceso remoto mediante VPN y, si hace falta, realizar análisis de vídeo o IA en tiempo real.

En soluciones como QVR Pro, QVR Elite o Surveillance Station, la aceleración de hardware permite que las tareas de decodificación y procesamiento de vídeo se descarguen en recursos dedicados. Esto incluye iGPU integradas en procesadores Intel o AMD, tarjetas NVIDIA discretas instaladas en el NAS y aceleradores de IA específicos como los módulos Mustang o Coral USB, siempre que el modelo sea compatible.

Gracias a esta arquitectura, el NAS puede gestionar simultáneamente muchos más flujos de cámaras y a mayor resolución sin que la CPU se quede al 100 %. Esto es crucial si, además, el NAS está ofreciendo un servidor VPN para que accedas desde fuera a las grabaciones o a la vista en directo: al liberar la CPU de la decodificación, hay recursos libres para la parte de cifrado, autenticación y gestión de conexiones remotas.

En este contexto, la aceleración de hardware se utiliza para decodificar de forma eficiente formatos como H.264 y H.265. Estos códecs son muy habituales en cámaras de seguridad porque ofrecen buena calidad manteniendo un tamaño de archivo razonable. Al delegar la decodificación en GPU o aceleradores, el sistema puede mostrar vistas en directo y reproducir grabaciones de muchas cámaras a la vez sin sufrir tirones ni pérdidas continuas de frames.

Además, algunos modelos de NAS admiten aceleradores de IA que se encargan de los análisis de vídeo en tiempo real. Esto incluye detección de movimiento avanzada, reconocimiento de rostros, clasificación de objetos y generación de eventos inteligentes. Todo ello, de nuevo, sin que la CPU principal colapse ni se vea obligada a sacrificar rendimiento de otras funciones como la VPN, los servicios de archivos o la virtualización.

Hardware acelerado en NAS y VPN

Tipos de aceleración de hardware habituales

En el ecosistema actual es habitual encontrar varios tipos de recursos de aceleración funcionando a la vez. En muchos NAS orientados a vigilancia, por ejemplo, la GPU integrada (iGPU) en procesadores Intel o AMD se utiliza para decodificación de vídeo H.264/H.265, liberando a la CPU de tener que “descomprimir” cada fotograma a mano.

También son muy comunes las tarjetas gráficas NVIDIA discretas. En modelos de NAS más potentes, o en servidores que sirven como nodo de vigilancia y VPN, estas GPUs se encargan de manejar escenarios con cámaras 4K, múltiples monitores de control o tareas de transcodificación intensiva para visualización remota. La CPU queda más disponible para el resto de servicios: VPN, bases de datos, aplicaciones web, etc.

Por otro lado, los aceleradores de IA dedicados (como los módulos específicos de QNAP o dispositivos Coral USB) asumen la parte de análisis inteligente: reconocimiento de rostros, detección de matrículas, clasificación de eventos o generación de alertas basadas en modelos de aprendizaje automático. Esta separación de responsabilidades hace que el sistema sea mucho más escalable.

La combinación de estos recursos permite que las soluciones de vídeo y vigilancia soporten implementaciones grandes sin que el rendimiento caiga en picado. Si, además, se establece un túnel VPN para que los usuarios se conecten de forma segura desde fuera, la CPU todavía tiene margen suficiente para cifrar tráfico, validar usuarios y registrar actividad sin convertirse en el cuello de botella.

Buenas prácticas para aprovechar la aceleración de hardware

Para sacarle jugo a la aceleración de hardware en un entorno con VPN y vídeo es recomendable usar códecs compatibles con la decodificación por hardware, principalmente H.264 y H.265. Muchas cámaras IP permiten elegir el códec, el bitrate y la resolución: si eliges formatos raros o poco optimizados, es posible que la GPU o la iGPU no puedan ayudarte, y todo recaiga en la CPU.

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También es fundamental verificar la compatibilidad del hardware del NAS o del servidor. Conviene revisar si la CPU incluye GPU integrada, si la caja admite tarjetas gráficas NVIDIA, o si se pueden conectar aceleradores de IA adicionales. Cada fabricante suele publicar listas de compatibilidad con modelos concretos y funciones soportadas, de modo que no tengas que ir a ciegas.

Otra recomendación es mantener siempre actualizado el software de vigilancia y el firmware del NAS. Las nuevas versiones corrigen errores en los controladores de GPU, amplían el soporte de códecs y mejoran el rendimiento de decodificación y análisis. Esto tiene impacto directo en cómo responde el sistema cuando se combina vigilancia intensiva con accesos remotos por VPN.

Por último, conviene monitorizar el rendimiento del sistema con las herramientas incluidas, como el Monitor de recursos o los registros de la propia aplicación de vigilancia. Ahí puedes comprobar si realmente se está usando la aceleración de hardware (notarás un uso de CPU más bajo y un mayor número de flujos manejados sin problemas) o si algo está mal configurado y el sistema está tirando solo de procesador central.

Ventajas y puntos a vigilar al usar aceleración por hardware

El beneficio más evidente de la aceleración por hardware es la mejora clara de rendimiento en tareas pesadas. Tanto en una VPN que cifra mucho tráfico como en un sistema de cámaras IP con decenas de canales, delegar funciones en la GPU, en la iGPU o en aceleradores permite mantener la fluidez incluso en horas punta o con varios usuarios remotos conectados a la vez.

Otra ventaja es la mayor eficiencia energética en ciertos escenarios. Aunque una GPU pueda parecer más tragona, al ser más eficiente en tareas específicas suele tardar menos tiempo en completarlas. Esto implica que el sistema pasa menos tiempo al 100 % de carga y, en conjunto, puede llegar a consumir menos energía que si todo lo hiciera una CPU a tope de vueltas durante más rato.

Un tercer beneficio es la mejora de la multitarea. Si la CPU está relativamente desahogada gracias a que la GPU y los aceleradores hacen su parte, el sistema es capaz de atender a varias funciones a la vez: servir archivos, mantener una VPN estable, mostrar vídeo en directo, realizar copias de seguridad, ejecutar máquinas virtuales, etc., sin que nada se vuelva inusable.

Eso sí, no todo son ventajas. Uno de los puntos a tener en cuenta es la compatibilidad del software con la aceleración. No todas las aplicaciones, protocolos o códecs están preparados para aprovechar GPU o aceleradores. Es importante revisar si el programa de VPN o el sistema de vigilancia que usas realmente soporta estas funciones, o si solo se beneficiará el apartado gráfico.

Además, el uso intensivo de aceleración puede aumentar el calor generado y el consumo de energía pico, sobre todo en equipos compactos o mal ventilados. Si añades una GPU potente a un NAS o un servidor, conviene cuidar la refrigeración, revisar perfiles de ventilación y no escatimar en una fuente de alimentación adecuada para evitar problemas a medio plazo.

Por último, está el factor económico: invertir en GPUs dedicadas o aceleradores de IA puede encarecer bastante la solución. Antes de dar el salto a configuraciones muy potentes, merece la pena analizar qué necesidades reales tienes de VPN, de cámaras y de análisis de vídeo, y si el salto de rendimiento justifica el coste tanto en hardware como en consumo.

La aceleración por hardware aplicada a VPN, vídeo y vigilancia se ha convertido en una pieza clave para que los sistemas modernos soporten cada vez más carga sin perder agilidad. Entender qué hace cada componente, cómo se configura y en qué escenarios aporta más valor te permitirá montar soluciones más robustas, aprovechar mejor el dinero invertido en hardware y evitar cuellos de botella inesperados cuando más necesitas que todo vaya fino.

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