Cómo dividir archivos comprimidos en partes en Windows paso a paso

Última actualización: diciembre 17, 2025
Autor: Isaac
  • Dividir archivos grandes en partes facilita su envío, almacenamiento en FAT32 y mejora la seguridad frente a corrupciones completas.
  • WinRAR y 7-Zip permiten crear y unir archivos multivolumen configurando tamaños de parte personalizados o perfiles predefinidos.
  • Los archivos ZIP, RAR o 7z divididos se deben descomprimir siempre desde el fichero raíz y con todas las partes en la misma carpeta.
  • La integridad de los archivos fragmentados puede comprobarse con funciones internas de WinRAR/7-Zip y con sumas MD5 en casos críticos.

Dividir archivos comprimidos en partes en Windows

Si alguna vez has intentado mandar un vídeo enorme por correo, subir una ISO a la nube o copiar una película en un pendrive antiguo, es muy probable que te hayas topado con un mensaje de error por tamaño. En esos casos, dividir archivos comprimidos en varias partes en Windows es la jugada maestra: conviertes un solo archivo gigante en trozos más pequeños y manejables que puedes enviar, almacenar o copiar sin dolores de cabeza.

Aunque esta técnica se popularizó hace años, cuando las conexiones eran lentas y los CDs y DVDs mandaban, sigue siendo muy útil hoy para esquivar límites de tamaño en WhatsApp, email, servicios en la nube o sistemas de archivos como FAT32, que no permiten archivos de más de 4 GB. En esta guía vas a ver con todo detalle cómo dividir y unir archivos comprimidos en partes usando WinRAR, 7-Zip y hasta PowerShell, además de algunos trucos para comprobar la integridad de los ficheros y evitar sustos.

Por qué merece la pena partir archivos grandes en varios pequeños

Partir un archivo grande en trozos no es solo una manía de frikis de la informática, tiene ventajas muy prácticas en el día a día cuando trabajas con ficheros pesados.

Para empezar, muchos dispositivos y sistemas siguen usando FAT32 u otros sistemas de archivos antiguos que limitan el tamaño máximo de un solo archivo; con FAT32, por ejemplo, no puedes guardar archivos que superen los 4 GB. Sin embargo, sí puedes tener diez archivos de 400 MB cada uno. Partir un archivo grande en volúmenes más pequeños permite guardarlo sin problemas en estos medios. Cómo copiar archivos de más de 4 GB en FAT32

Además, si un archivo gigantesco se corrompe, puedes perderlo todo de golpe. En cambio, cuando tienes un archivo dividido en partes, si se daña una sola pieza, el resto de la información suele ser recuperable o, al menos, no pierdes el 100 % del contenido original. A efectos prácticos, añade una capa extra de seguridad frente a errores de copia, cortes de conexión o sectores defectuosos en discos.

También es muy útil cuando quieres subir o compartir archivos grandes por Internet. Muchos servicios ponen un límite claro por archivo (por ejemplo, WhatsApp tiene un tope de 100 MB). Si cortas un archivo de 1 GB en diez trozos de 100 MB, podrás ir enviándolos uno a uno y la otra persona solo tendrá que unirlos al final para recuperar el contenido original.

Por último, hay una cuestión de comodidad: manejar partes pequeñas es más flexible. Puedes copiar solo las piezas que te interesan a un pendrive, subir algunas ahora y otras más tarde, o repartirlas en varios DVDs o CDs si sigues usándolos. Y como este proceso casi siempre se combina con compresión de archivos, también ahorras espacio al mismo tiempo.

Dividir archivos en varias partes con WinRAR en Windows

WinRAR es uno de los clásicos de toda la vida cuando hablamos de compresión en Windows. Además de comprimir y descomprimir, permite crear archivos divididos en volúmenes de manera muy sencilla, pensados justo para estos casos en los que el archivo original es demasiado grande.

Para partir un archivo grande con WinRAR, lo primero es tener el programa instalado desde su web oficial. Una vez listo, no hace falta que abras WinRAR directamente: basta con ir a la carpeta donde tengas el archivo o carpeta que quieras dividir y hacer clic derecho sobre él para mostrar el menú contextual de Windows.

En ese menú, selecciona la opción “Añadir al archivo…”. Esto abrirá la ventana de parámetros de compresión de WinRAR, donde puedes elegir el nombre del archivo comprimido, el formato (normalmente .rar) y, lo que aquí nos interesa, el tamaño de cada parte en la que se va a dividir el archivo.

En la ventana que aparece, fíjate en el campo “Partir en volúmenes de, tamaño”. Aquí es donde indicas cuánto debe ocupar cada volumen. WinRAR ofrece tamaños predefinidos muy cómodos, como perfiles para DVD o CD: por ejemplo, el perfil DVD+R creará partes de alrededor de 4.481 MB (perfectas para un DVD grabable) y el perfil CD700 generará partes de hasta 700 MB. También hay opciones más pequeñas, como 5 MB o 100 MB, ideales para compartir por correo o nube.

Si quieres un tamaño distinto al de los perfiles, puedes escribirlo manualmente. Basta con introducir la cifra de tamaño y seleccionar las unidades adecuadas (KB, MB, GB). Si estás trabajando con un dispositivo extraíble, puedes incluso usar la opción “Detectar automáticamente” para que WinRAR calcule por sí solo el tamaño ideal de cada volumen y aproveche al máximo el espacio disponible en el disco o pendrive.

WinRAR también te deja escoger el formato del nombre de las partes. En la pestaña “Avanzado” verás una casilla llamada “Nombres de volumen en formato antiguo”. Si la activas, las partes se nombrarán con extensiones cortas del tipo .r01, .r02, etc. Si la dejas desactivada, se usarán nombres más actuales del estilo archivo.part01.rar, archivo.part02.rar, y así sucesivamente.

  [ ] - Corchetes utilizados para definir una matriz de valores

Ten en cuenta que, si decides usar compresión sólida en archivos multivolumen, al descomprimir un solo fichero que se encuentre en cualquier volumen, lo más probable es que WinRAR tenga que leer y descomprimir uno o varios volúmenes anteriores. Esto implica que el proceso de extracción puede ser bastante largo si estás tratando con partes muy grandes, como imágenes pensadas para CD o DVD completos.

Unir y descomprimir archivos RAR divididos con WinRAR

Una vez has creado tus partes con WinRAR, el proceso inverso para recuperar el archivo original es igual de sencillo. Para unir archivos RAR separados en partes, solo necesitas tener todas las piezas en la misma carpeta y localizar el primer volumen.

Normalmente, WinRAR nombra las partes como archivo.part1.rar, archivo.part2.rar, etc. En algunos casos, sobre todo con formato antiguo, te encontrarás algo tipo archivo.rar, archivo.r00, archivo.r01… En cualquier caso, debes empezar siempre por el primer archivo, que suele indicar “part1” o no lleva numeración al final.

Cuando tengas ubicado ese primer fichero, haz clic derecho sobre él y selecciona la opción “Extraer en…” o “Extraer aquí”, según te convenga. WinRAR empezará a leer de forma automática todas las partes por orden y reconstruirá el archivo o carpeta original tal y como estaba antes de ser dividida.

Si por algún motivo WinRAR no logra localizar el resto de piezas (por ejemplo, si están en otro directorio o falta alguna), te pedirá que indiques manualmente la ruta de las siguientes partes: .part2, .part3, etc. Si falta algún archivo, el proceso se interrumpirá y te mostrará un error de volumen ausente o corrupto.

Al terminar la extracción, WinRAR habrá unido todos los fragmentos y restaurado el contenido a su tamaño original. Es una forma cómoda y rápida de trabajar con archivos grandes, y muy usada para vídeos, ISOs, copias de seguridad o backups personales.

Cómo dividir archivos en partes con 7-Zip en Windows

Si prefieres usar software gratuito, 7-Zip es una alternativa fantástica a WinRAR para todo este asunto de dividir archivos comprimidos en volúmenes. Es ligero, libre y muy compatible con formatos como ZIP, 7z, RAR (para lectura) y muchos más.

Lo primero es descargar 7-Zip desde su web oficial. Verás que tienes una versión de 32 bits y otra de 64 bits; solo tienes que elegir la que se corresponda con tu versión de Windows. La instalación es muy sencilla, prácticamente basta con pulsar en “Install” y esperar unos segundos, sin barras de herramientas extrañas ni sorpresas.

Una vez instalado, ni siquiera necesitas abrir el programa manualmente. Para cortar un archivo en trozos con 7-Zip, localiza el archivo o carpeta que quieras dividir, haz clic derecho sobre él y, en el menú contextual, despliega la sección “7-Zip”. Desde ahí, escoge la opción “Add to archive…” (Añadir al archivo).

Por defecto, 7-Zip propone su formato propio .7z, que es muy eficiente en compresión, pero para compartir con otras personas suele ser más cómodo usar ZIP, ya que prácticamente cualquier sistema o compresor puede abrirlo sin instalar nada raro. Para cambiarlo, solo tienes que ir al campo “Archive format” y seleccionar “zip” en la lista desplegable.

La clave está en la parte inferior de esa misma ventana, en el campo “Split to volumes, bytes”. Aquí es donde se decide el tamaño máximo de cada parte. Por ejemplo, si quieres generar archivos de 10 MB, puedes seleccionar la opción 10M. Si prefieres 100 MB, elige 100M, y así sucesivamente con las opciones que vienen ya definidas.

Si las opciones por defecto no te encajan, 7-Zip te permite escribir el tamaño manualmente. Para ello, usa números seguidos de una letra para indicar la unidad: b para bytes, k para kilobytes, m para megabytes y g para gigabytes. Así, “50m” significa 50 MB, mientras que “1g” equivale a 1 GB (lo mismo que 1024M). De este modo puedes ajustar el tamaño al límite que tengas (por ejemplo, el máximo permitido por un servicio de nube o por una unidad formateada en FAT32).

Cuando lo tengas todo configurado —nombre del archivo, formato zip, nivel de compresión si quieres y tamaño de los volúmenes— pulsa el botón “OK”. Verás que se abre una ventana con el progreso de la compresión y partición, donde aparecen datos técnicos sobre el proceso que realmente no necesitas revisar. Al final, tendrás un conjunto de archivos numerados, cada uno con el tamaño máximo que hayas elegido, salvo el último, que suele ser más pequeño.

El primer archivo generado suele llevar una extensión del tipo .zip.001, .zip.002, etc. A partir de ahí, el resto de compresores compatibles sabrán interpretar la secuencia y podrán unirlos sin problemas, siempre que todas las partes estén en la misma carpeta.

Unir y extraer archivos divididos creados con 7-Zip

Para recuperar el archivo original a partir de esas partes creadas con 7-Zip, el procedimiento también es muy directo. Solo tienes que localizar el primer archivo de la serie, normalmente el que termina en .zip.001 o el que no lleva un número alto al final.

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Haz clic derecho sobre ese primer fichero y ve al submenú de 7-Zip. Desde ahí, puedes elegir “Abrir archivo” para ver el contenido o ir directamente a “Extraer aquí” o “Extraer en nombre_de_carpeta”. En muchos casos es más limpio usar la opción de extraer en una carpeta específica para no mezclar los ficheros extraídos con otros archivos que ya tengas en el mismo directorio.

7-Zip se encargará de leer automáticamente el resto de partes en orden (002, 003, etc.). Si alguna falta o está dañada, el programa lo indicará y detendrá la extracción. Si todas las piezas están presentes y correctas, al finalizar verás el archivo o carpeta original tal y como estaba antes de ser comprimida y dividida.

Este método tiene la ventaja de que, además de dividir el archivo, lo estás comprimiendo al mismo tiempo, de forma que se reduce el tamaño total ocupado en disco, algo especialmente interesante con vídeos, instaladores grandes o colecciones de fotos.

En la configuración avanzada de 7-Zip también puedes añadir una contraseña y ocultar los nombres de los archivos internos, lo que da un plus de privacidad si vas a compartir las partes por Internet y no quieres que cualquiera vea el contenido solo con abrir el archivo.

Dividir archivos sin programas: usando PowerShell en Windows

Si no quieres instalar ningún compresor o simplemente te apetece tirar de consola, en Windows también puedes dividir archivos en varias partes usando PowerShell. Es un método algo más técnico, pero muy útil cuando no dispones de WinRAR o 7-Zip en una máquina concreta.

Para empezar, abre PowerShell y navega hasta la carpeta donde tengas el archivo con el que quieras trabajar. Para ello, usa el comando cd ruta, sustituyendo “ruta” por la dirección exacta, por ejemplo: cd «C:\Usuarios\TuNombre\Descargas». Una vez estés en el directorio correcto, podrás ejecutar los comandos necesarios sin tener que escribir rutas largas todo el rato.

La idea es usar un script que vaya leyendo el archivo original por bloques y los vaya grabando en nuevos ficheros de tamaño fijo. El código que se suele emplear define una variable de “chunkSize” o tamaño de trozo, donde indicas cuánto debe ocupar cada parte, y otra con el nombre del archivo original, por ejemplo “MyFile.mp4” o “MyFile.exe”.

Al ejecutar el script en PowerShell, este irá generando varios ficheros en la misma carpeta, cada uno con el tamaño indicado en “chunkSize”. El último archivo, como es lógico, puede ser más pequeño si el tamaño total del archivo original no es múltiplo exacto de ese valor. Es un concepto similar al de las particiones con WinRAR o 7-Zip, pero sin compresión.

Cuando más tarde quieras reconstruir el archivo original, necesitarás otro pequeño script en PowerShell que vuelva a leer los fragmentos por orden y los una en un nuevo fichero. En ese comando sueles definir cosas como el nombre del archivo resultante, por ejemplo “RecombinedFile.ext”, la ruta (“PATH”) donde están las piezas y el patrón de nombre de los trozos, como “MyFile.mp4.part1”, “MyFile.mp4.part2”, etc.

Aunque esta vía es más tediosa y menos amigable que tirar de un programa gráfico, puede sacarte del apuro cuando no tienes acceso a herramientas de terceros o cuando quieres automatizar el proceso mediante scripts en entornos profesionales.

Descomprimir archivos ZIP divididos en partes en Windows y Linux

No solo los archivos RAR o 7z pueden dividirse en trozos; también es habitual encontrarse con archivos ZIP fraccionados, especialmente cuando se reparten grandes paquetes de datos o backups en varios volúmenes. Estos archivos suelen tener un aspecto como fichero.zip, fichero.z01, fichero.z02, fichero.z03, etc.

En este tipo de estructuras, el primer archivo suele ser el .zip “normal” (por ejemplo, split.zip), y las demás partes llevan numeración incremental (.z01, .z02…). Es frecuente que el primer ZIP sea el de menor tamaño, ya que representa el “resto” del tamaño de división elegido, mientras que las partes numeradas suelen coincidir exactamente con el tamaño que se configuró al dividir.

Es muy importante que todas las partes estén en la misma carpeta antes de intentar descomprimir nada. Si falta alguna o están repartidas en diferentes rutas, es casi seguro que el proceso de extracción falle.

En Windows puedes usar tanto WinRAR como 7-Zip para trabajar con estos ZIP divididos. En ambos casos, el truco es muy simple: toma como archivo principal el fichero raíz, es decir, el que tiene la extensión .zip sin numeración (por ejemplo, split.zip). Ese será el que abras con la herramienta de compresión.

Con WinRAR, haz clic derecho sobre el archivo .zip principal y selecciona “Abrir con WinRAR”. Verás el contenido del ZIP, que a veces es otro .zip interno o una carpeta de archivos. Desde la ventana de WinRAR, puedes pulsar en el botón “Extraer en” y elegir la carpeta de destino para realizar la descompresión completa.

Con 7-Zip, el enfoque es casi idéntico. Haz clic derecho sobre el .zip principal, ve al menú de 7-Zip y elige “Abrir archivo” o, si lo tienes claro, usa las opciones de “Extraer en” para desempaquetar el contenido. Una buena práctica es evitar “Extraer aquí” si no sabes cómo está organizada la estructura interna del archivo, porque podrías mezclar ficheros extraídos con otros que ya haya en ese directorio y liarte más de la cuenta.

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En entornos Linux, si recibes un archivo ZIP dividido, también puedes recomponerlo desde la terminal usando el paquete zip. El comando típico sería algo como: zip -FF split.zip –out FicheroUnido.zip. Esto intenta “reparar” y unir todas las partes en un único ZIP llamado FicheroUnido.zip.

Una vez tengas ese ZIP recombinado, puedes descomprimirlo con el comando unzip FicheroUnido.zip. Lo más recomendable es realizar esta extracción en una carpeta vacía y exclusiva para ello, sobre todo si desconoces la estructura interna del ZIP, para no mezclar los archivos resultantes con otros existentes.

Si aparecen errores durante el proceso, revisa que todas las partes estén presentes en el mismo directorio y que estés intentando descomprimir el fichero correcto (el .zip principal sin numeración). Si aún así sigues teniendo problemas, es posible que alguna de las partes esté corrupta o dañada.

Comprobar la integridad de archivos divididos con WinRAR y 7-Zip

Cuando trabajas con ficheros comprimidos en varias partes, sobre todo si los has descargado de Internet o copiado a un medio externo, conviene comprobar su integridad antes de descomprimirlos para no perder tiempo ni encontrarte errores a mitad de proceso.

Con WinRAR, es muy fácil. Haz clic derecho sobre el archivo .zip o .rar principal y selecciona “Abrir con WinRAR”. Dentro de la ventana del programa, pulsa en el icono “Comprobar” (el tercero en la barra de herramientas). WinRAR se encargará de revisar todas las partes y su integridad.

Si todo está correcto, obtendrás un mensaje del estilo “No se encontraron errores durante la comprobación”. En cambio, si falta alguna parte, el programa detectará el fallo y detendrá la comprobación en el primer fichero que no encuentre. Es decir, si te faltan las dos últimas partes, te avisará primero de que no localiza la penúltima; una vez resuelvas eso, podrás volver a revisar el conjunto.

7-Zip también dispone de una función de verificación parecida. Haz clic derecho sobre el archivo principal, ve al apartado de 7-Zip y pulsa en “Comprobar archivo”. El mensaje esperado en caso de éxito será algo como “No hay errores”.

Si alguna pieza está ausente o dañada, 7-Zip igualmente parará el proceso en la primera parte problemática. Tendrás que asegurarte de que tienes todas las partes descargadas o copiadas correctamente antes de volver a intentarlo. Esta comprobación previa ahorra muchos intentos fallidos, sobre todo con archivos muy grandes.

En situaciones algo más delicadas, por ejemplo cuando sospechas que una parte está corrupta aunque aparentemente esté presente, puedes recurrir a comprobar la suma MD5 del archivo. La suma MD5 es un código alfanumérico único que se genera a partir del contenido del fichero; si dos archivos tienen la misma suma MD5, se considera que son idénticos bit a bit.

La idea es calcular la misma suma MD5 en el origen y en el destino. Si los archivos coinciden, el valor será exactamente el mismo. En Windows tienes herramientas como WinMD5Free, que permiten arrastrar el archivo y obtener esa suma MD5 sin complicaciones. En Linux, basta con ejecutar en la terminal: md5sum NombreFicheroAComprobar.

Si el resultado de la suma MD5 es igual tanto en el lugar donde generaste el ZIP dividido como en el equipo donde lo estás usando ahora, podrás estar tranquilo: el archivo está completo y no ha sido modificado. Si difieren, algo ha ido mal durante la copia, descarga o almacenamiento.

Compatibilidad de Windows 11 con formatos comprimidos

Con las últimas versiones, Windows 11 ha mejorado bastante el soporte nativo para archivos comprimidos. La versión 24H2, por ejemplo, permite comprimir y descomprimir varios formatos, incluidos 7-Zip, sin necesidad de instalar software adicional en algunos casos.

Aun así, hay ciertas limitaciones importantes que conviene no perder de vista. Windows no gestiona bien las operaciones sobre archivos comprimidos cifrados (encriptados); es decir, si trabajas con archivos que requieren contraseña o utilizan cifrado avanzado, lo más recomendable sigue siendo optar por aplicaciones especializadas como 7-Zip o WinRAR.

Además, aunque el soporte interno de Windows viene bien para salir del paso con ZIP sencillos, cuando se trata de archivos divididos en múltiples partes, formatos RAR, 7z complejos, comprobaciones de integridad o ajustes avanzados, las herramientas dedicadas siguen siendo mucho más completas y fiables.

En el día a día, lo más práctico es tener instalado 7-Zip o WinRAR y usar el soporte de Windows solo como complemento, especialmente si trabajas a menudo con ficheros grandes, troceados, cifrados o de orígenes diversos.

Dominar estos métodos para dividir y unir archivos comprimidos en partes en Windows te permite esquivar límites de tamaño, aprovechar al máximo sistemas de archivos como FAT32, mejorar la seguridad frente a posibles corrupciones y compartir contenidos pesados con mucha más comodidad; ya sea con WinRAR, 7-Zip o incluso con PowerShell, tienes a tu alcance herramientas potentes y flexibles para que el tamaño de un archivo deje de ser un problema real. Además, si necesitas opciones para compartir archivos grandes existen alternativas P2P que facilitan la transferencia de ficheros de gran tamaño.

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