- AMD y Samsung mantienen conversaciones avanzadas para fabricar los EPYC Venice en el nodo SF2 de 2 nm.
- TSMC afronta fuertes limitaciones de capacidad por la demanda de chips de IA y centros de datos.
- La estrategia de doble suministro gana peso frente a un mercado dominado por TSMC.
- Olympic Ridge y otros productos futuros podrían sumarse si los prototipos cumplen los requisitos de AMD.
El tablero de juego de la fabricación de chips de alto rendimiento podría sufrir un giro importante con un movimiento que, si se confirma, afectará de lleno al mercado de servidores y centros de datos. AMD y Samsung Foundry están manteniendo conversaciones avanzadas para que los futuros EPYC Venice, la próxima generación de CPUs para data centers de AMD, se fabriquen utilizando el nodo de 2 nm (SF2) de la compañía surcoreana.
Este posible acuerdo llegaría en un momento en el que TSMC soporta una enorme presión por la demanda de chips de Inteligencia Artificial y computación de alto rendimiento. Para AMD, que funciona como empresa «fabless» y depende de terceros para producir sus procesadores, abrir una segunda vía de fabricación con Samsung sería tanto una maniobra táctica como una jugada estratégica de primer orden.
Samsung Foundry quiere recuperar terreno con AMD como cliente de 2 nm
En la actualidad, TSMC es el socio principal de AMD en la fabricación de sus CPUs y GPUs más avanzadas, incluyendo sus soluciones para servidores. Sin embargo, diversos informes señalan que la compañía de Lisa Su está explorando activamente alternativas para sus próximos productos a 2 nm, y ahí es donde entra Samsung Foundry con su nodo SF2.
Según la información filtrada por medios como Sedaily, las dos empresas están negociando un contrato centrado en una “CPU de nueva generación”, que encajaría con la hoja de ruta de los procesadores EPYC Venice. Estos chips, orientados a servidores y centros de datos, serían la primera gran familia de CPUs de AMD íntegramente diseñada para 2 nm, un salto clave en densidad, eficiencia y rendimiento.
La idea es que Samsung suministre su proceso SF2 para parte, o potencialmente una porción relevante, de la producción de estos EPYC Venice. Esto colocaría a la fundición surcoreana como un alternativa real a TSMC en el segmento de vanguardia, algo que hasta ahora no había conseguido consolidar pese a varios intentos previos.
En las conversaciones también se ha mencionado la posibilidad de incluir otras líneas de producto, como los procesadores de consumo «Olympic Ridge» basados en la arquitectura Zen 6, pero de momento el foco principal está claramente en el segmento de servidores y data center.
La expectativa en el sector es que AMD y Samsung terminen de cerrar el acuerdo alrededor del mes de enero, una vez que se evalúe si el proceso SF2 alcanza los objetivos de rendimiento, consumo y fiabilidad que exige AMD para un chip de este calibre.
EPYC Venice: más núcleos y salto total a 2 nm
Los futuros EPYC Venice se perfilan como una de las piezas más importantes de la estrategia de AMD en el ámbito de los centros de datos, el cómputo en la nube y las cargas de trabajo relacionadas con la IA. Los reportes apuntan a que estos procesadores podrían alcanzar hasta 256 núcleos, apoyándose en las mejoras arquitectónicas de Zen 6 y en las ventajas de fabricación de la tecnología de 2 nm.
La combinación de una arquitectura renovada con un nodo de mayor densidad y mejor eficiencia energética permitiría a AMD seguir compitiendo de tú a tú con las propuestas de Intel y con las soluciones específicas de otros actores centrados en IA y HPC. Para los grandes centros de datos en Europa y España, esto se traduce en una potencial mejora de rendimiento por rack y en menores costes energéticos, un punto cada vez más crítico.
Originalmente, la hoja de ruta de AMD contemplaba que TSMC fuera el fabricante principal para Venice en su nodo N2. No obstante, la fuerte demanda global de chips avanzados ha tensado tanto la capacidad de TSMC que la compañía taiwanesa no puede absorber por sí sola todo lo que piden gigantes como Apple, Nvidia, Qualcomm o la propia AMD.
En este contexto, dar entrada a Samsung como segundo proveedor de 2 nm permitiría a AMD reducir riesgos, esquivar cuellos de botella y mantener sus calendarios de lanzamiento, sin depender en exclusiva del ritmo de expansión de TSMC.
Además, si los prototipos que Samsung fabrique para Venice demuestran el nivel de calidad y yield necesario, se abriría la puerta a que otros productos de AMD, como los futuros Ryzen “Olympic Ridge” o soluciones específicas para IA, puedan dividir producción entre TSMC y Samsung en los próximos años.
TSMC bajo presión: la IA dispara la demanda y fuerza el doble suministro
La situación actual del mercado de semiconductores de alto nivel está marcada por un protagonista claro: la explosión de la Inteligencia Artificial y del cómputo en la nube. Los grandes modelos de IA generativa, los servicios en la nube y el análisis masivo de datos están disparando la demanda de CPUs y aceleradores especializados.
TSMC, que sigue siendo el líder indiscutible en procesos de vanguardia, se encuentra con sus líneas de producción más avanzadas trabajando al máximo. Nodos como N3 y, sobre todo, N2 están sometidos a una presión constante por parte de clientes que pugnan por asegurar capacidad preferente. Resultado: las empresas «fabless» empiezan a asumir que depender de un solo proveedor ya no es sostenible.
En este escenario, AMD, al igual que Nvidia o Qualcomm, se ve prácticamente obligada a abrazar una estrategia de doble suministro (dual sourcing). Es decir, repartir la fabricación de sus productos más importantes entre al menos dos foundries distintas para reducir la exposición a posibles retrasos, problemas de yield o tensiones geopolíticas.
Samsung detecta aquí una ventana de oportunidad que llevaba años esperando. Si consigue demostrar que su nodo SF2 puede competir en rendimiento, consumo y capacidad de producción con el N2 de TSMC, no solo obtendría un contrato de alto prestigio con AMD, sino que también pondría en cuestión el casi monopolio de TSMC en la fabricación de chips punteros.
Más allá del impacto técnico, el movimiento tendría un peso notable en Europa, donde los grandes operadores de nube y los proveedores de servicios digitales buscan mayor diversificación de la cadena de suministro para evitar depender en exceso de un solo actor o una sola región.
Samsung se juega su gran regreso al primer plano de la fundición
Samsung lleva años intentando posicionarse como una alternativa sólida para clientes de gama alta, pero hasta ahora no ha logrado el mismo nivel de confianza que TSMC. Problemas de madurez de proceso, yields irregulares y dudas sobre la escalabilidad de sus líneas habían pesado en contra de la compañía coreana frente a clientes como AMD, Nvidia o incluso Apple.
En los últimos meses, sin embargo, la división de fundición de Samsung ha logrado varios contratos que han cambiado la percepción del mercado. Informes recientes apuntan a acuerdos con Apple para determinados chips menos complejos y con Tesla para futuras generaciones de hardware de conducción autónoma (FSD), lo que indicaría una mejora clara en su oferta y en la confianza de grandes clientes.
Que AMD se sume a esta lista con un proyecto tan crítico como EPYC Venice a 2 nm sería un salto cualitativo. Para Samsung, no se trata solo de sumar volumen de producción, sino de colocarse de nuevo en la conversación como un proveedor de referencia para la élite del sector de semiconductores.
De cara a la industria europea, un Samsung Foundry reforzado podría servir como contrapeso en la cadena de suministro global, en un momento en que la UE impulsa iniciativas como el European Chips Act para reducir su dependencia tecnológica. Aunque Samsung produzca principalmente en Corea, el simple hecho de que exista otro actor de nivel top da más margen de maniobra a fabricantes y operadores europeos.
Fuentes del sector señalan que Samsung planea fabricar prototipos de chips de AMD en breve. Si esos primeros lotes cumplen las especificaciones de rendimiento y eficiencia fijadas por AMD, el acuerdo podría pasar rápidamente de las pruebas iniciales a una producción en masa escalada.
Olympic Ridge y el papel de Intel Foundry en este nuevo tablero
En paralelo al proyecto Venice, otra familia de procesadores de AMD aparece en el horizonte: Olympic Ridge, los futuros chips de consumo basados también en Zen 6. Aunque se ha especulado con que estos Ryzen de nueva generación podrían emplear procesos de Samsung, su calendario apunta más bien a finales de 2026, por lo que no forman parte central de las discusiones actuales.
La lógica del sector es que, si los EPYC Venice fabricados en SF2 muestran resultados satisfactorios, AMD tendría más incentivos para considerar a Samsung como socio adicional en otras gamas de producto, incluyendo PCs de sobremesa, portátiles y estaciones de trabajo profesionales.
En este posible reequilibrio de fuerzas aparece también Intel, que intenta reposicionarse como proveedor de fundición a terceros a través de Intel Foundry. Sus nodos 18A y 14A se presentan como apuestas fuertes para competir en la franja más avanzada del mercado, pero buena parte de los clientes potenciales se mantiene aún prudente.
El motivo es que muchos quieren ver primero cómo se comportan los propios chips de Intel fabricados en esos nodos antes de arriesgar contratos de gran volumen. Además, el hecho de que Intel compita directamente con empresas como AMD en casi todos los segmentos dificulta que algunos clientes la vean como socio completamente neutral.
Todo esto deja, por ahora, a Samsung como la alternativa más realista a TSMC para los diseños de gama alta de AMD, al menos en el corto y medio plazo, mientras Intel Foundry intenta consolidar su propuesta y ganarse la confianza del mercado.
Con todo lo que está sobre la mesa, el posible acuerdo entre AMD y Samsung para los EPYC Venice podría suponer mucho más que un simple cambio de proveedor: marcaría un punto de inflexión en el equilibrio de poder de la fabricación de semiconductores de alto nivel, abriría nuevas opciones de suministro para los grandes centros de datos europeos y forzaría a TSMC a redoblar esfuerzos para mantener su liderazgo en plena ola de demanda impulsada por la Inteligencia Artificial.