Cómo optimizar Windows 11 para tablets y convertibles

Última actualización: diciembre 3, 2025
Autor: Isaac
  • Configurar bien el modo tableta y la detección del dispositivo permite que Windows 11 adapte la interfaz táctil de forma automática.
  • Desinstalar bloatware, limitar apps en segundo plano y ajustar energía y efectos visuales mejora notablemente el rendimiento en tablets.
  • Herramientas como Optimizer y PowerToys concentran ajustes avanzados y funciones extra para aumentar fluidez y productividad.
  • Funciones nativas como Snap Layouts, dictado por voz, escritorios virtuales y sesiones de concentración ayudan a trabajar mejor en pantallas táctiles.

optimizar Windows 11 para tablets

Si tienes una tableta o un dispositivo 2 en 1 con Windows 11, seguro que has notado que no siempre la experiencia táctil está tan pulida como en un iPad o un Android. La buena noticia es que Windows ofrece muchas opciones para mejorar cómo se comporta el sistema cuando lo usas como tableta, y además puedes afinar el rendimiento para que vaya más fluido.

En esta guía vas a encontrar una recopilación muy completa de trucos, ajustes y herramientas para optimizar Windows 11 específicamente para uso en tablets y convertibles. Verás tanto configuraciones internas del sistema (incluyendo opciones poco conocidas) como programas de terceros útiles, además de consejos para mejorar productividad y fluidez al trabajar solo con la pantalla táctil.

Cómo entiende Windows 11 que tu dispositivo es una tablet o convertible

Una de las claves para que Windows 11 active sus optimizaciones táctiles de forma automática es que el propio hardware le diga claramente al sistema qué tipo de dispositivo es. Si esto no se configura bien a nivel de fabricante, el modo tableta no se comportará como debería.

Windows utiliza varios parámetros de bajo nivel para decidir si debe activar experiencias optimizadas para tablet (iconos más espaciados, gestos, barra de tareas táctil, etc.). Estos parámetros son el tipo de gabinete (chassis type) en SMBIOS, el valor DeviceForm y la clave ConvertibleSlateMode.

  • Tipo de gabinete en SMBIOS: debe establecerse como Tableta (1Eh), Convertible (1Fh) o Desasociable (20h) según el diseño físico del equipo.
  • DeviceForm: también tiene que coincidir con la realidad del dispositivo: Tableta (2), Convertible (5) o Desasociable (6).
  • ConvertibleSlateMode: se fija en 0 para tablets, convertibles y desasociables, y en 1 para formatos clásicos como sobremesa o portátil convencional.

Cuando al menos uno de los campos de tipo de gabinete o DeviceForm está bien configurado y ConvertibleSlateMode está a 0, Windows 11 activa por defecto la experiencia de tableta siempre que no haya un teclado físico conectado. En el caso de un 2 en 1, el sistema cambiará entre modo portátil y modo tablet según se conecte o desacople el teclado.

Si estos datos no existen o están mal configurados, Windows 11 no sabrá que está en una tablet y se mantendrá en modo escritorio clásico, incluso aunque el dispositivo solo tenga pantalla táctil. Esto es algo que depende del fabricante, pero conviene conocerlo si tienes un equipo mal detectado.

Además, desde Windows 11 versión 22H2 se añadió una opción explícita mediante registro: la clave HKLM/System/CurrentControlSet/Control/PriorityControl/ConvertibilityEnabled. Si está presente y en valor 0, el sistema considera que el dispositivo NO es convertible; si es distinto de cero, lo trata como convertible, teniendo prioridad sobre los valores de tipo de gabinete y DeviceForm. Esto da más control fino a integradores y administradores avanzados.

Activar y ajustar el modo tableta en Windows 11

ajustar modo tableta en Windows 11

En Windows 10 existía un conmutador visible llamado “modo tableta”, pero en Windows 11 todo este comportamiento es más automático y menos configurable a simple vista. De hecho, no hay un botón directo para forzarlo manualmente; depende de que el sistema detecte pantalla táctil y, en convertibles, que el teclado esté plegado o desconectado.

Cuando el modo tableta se activa en un dispositivo compatible, el sistema realiza varios cambios pensados para el uso con los dedos:

  • La barra de tareas aumenta el tamaño y el espacio entre los iconos para facilitar los toques.
  • Puede ocultarse automáticamente cuando se abre una app a pantalla completa, dejando más área útil.
  • El teclado táctil aparece solo al tocar un campo de texto, o desde su icono anclado en la barra de tareas.
  • Las aplicaciones diseñadas para táctil (como Microsoft Store, Edge, Fotos, etc.) tienden a abrirse maximizada para que sea más cómodo interactuar con ellas.

Windows 11 da mucho protagonismo a los gestos multitáctiles. Al deslizar desde los lados accedes a widgets, notificaciones o el panel rápido, y puedes usar gestos con varios dedos para cambiar de app, mostrar el escritorio o gestionar escritorios virtuales. Todo esto hace que la experiencia se acerque más a la de una tablet tradicional cuando está bien configurado.

Para ajustar el comportamiento concreto de la barra de tareas en modo táctil, entra en Configuración > Personalización > Barra de tareas y desplázate hasta “Comportamientos de la barra de tareas”. Ahí puedes marcar la opción “Optimizar la barra de tareas para interacciones táctiles”, decidir si se oculta automáticamente y otros detalles que influyen mucho en cómo se siente el dispositivo como tablet.

  ¿Cómo escribir en un archivo en Java sin sobreescribir?

También es importante ajustar el teclado táctil para que no te estorbe o se quede corto: ve a Configuración > Hora e idioma > Escritura > Teclado táctil. Desde ahí eliges cuándo debe aparecer (siempre que no haya teclado físico, solo al tocar un campo de texto, etc.) y puedes cambiar tamaño, estilo o comportamiento para adaptarlo mejor a tu forma de escribir.

Por último, la orientación y bloqueo de rotación se configuran en Configuración > Sistema > Pantalla, en el apartado “Escala y diseño”. Cuando usas la tablet en vertical o apaisada, conviene activar o desactivar el bloqueo de rotación según lo que estés haciendo (leer, ver vídeo, tomar notas), y puedes acceder a ese control tanto desde Configuración como desde la bandeja del sistema.

Mejorar la usabilidad táctil: barra de tareas, botones y Chrome

Muchos usuarios que vienen de Android o iPadOS e intentan usar su Surface, convertible o tablet con Windows 11 notan que faltan elementos táctiles familiares, como un botón de “atrás” siempre a mano o una vista de pestañas en cuadrícula en el navegador.

Un ejemplo claro es Chrome: en Windows, el navegador no ofrece esa vista de pestañas en cuadrícula tipo Android/iOS que resulta tan cómoda con los dedos. Aquí dependes de extensiones o de probar otros navegadores que gestionen mejor el modo táctil. Microsoft Edge, por ejemplo, suele llevar una integración algo más cuidada con gestos y controles grandes en pantallas táctiles.

Otro punto sensible es la barra de tareas. Windows 11 permite ocultarla o optimizarla para táctil, pero no incluye de serie un botón de “Atrás” dedicado como en móviles. Si lo echas mucho de menos, puedes recurrir a utilidades de terceros que añaden botones flotantes o barras gestuales personalizadas, aunque conviene elegir herramientas fiables para no comprometer el sistema.

También hay usuarios que prefieren mantener la barra de tareas “clásica” de escritorio incluso en orientación vertical, porque la variante optimizada para tablet se oculta demasiado y pierde accesos directos útiles. En esos casos, desmarcar la opción de optimización táctil y ajustar manualmente qué iconos se muestran puede dar una experiencia mixta que resulte más cómoda.

En cuanto al área de fecha y hora, de momento Windows 11 no deja reducirla tanto como a algunos les gustaría (por ejemplo, ocultando solo el año). Si buscas una barra más compacta pero sin prescindir del reloj, puedes jugar con la posición, el tamaño general de los iconos y desactivar elementos prescindibles como widgets, búsqueda independiente o iconos de chat en Configuración > Personalización > Barra de tareas.

Por último, hay usuarios que reclaman una mejor “emulación de panel táctil”, es decir, que toda la pantalla pueda comportarse como un gran trackpad de forma temporal para controlar el puntero con más precisión. Windows 11 se basa más en la interacción directa con el dedo o el lápiz, aunque siempre puedes recurrir a gestos avanzados, al teclado táctil con panel integrado o a herramientas de accesibilidad enfocadas en control del puntero.

Trucos de rendimiento esenciales para Windows 11 en tablets

Más allá del modo táctil, si sientes que tu tablet con Windows 11 va lenta, se queda pensando demasiado o se calienta más de la cuenta, es buena idea aplicar varios ajustes de rendimiento generales. En equipos con hardware modesto, estos cambios se notan especialmente.

El primer paso es mantener todo al día: entra en Configuración > Windows Update y revisa actualizaciones disponibles. No olvides abrir las Opciones avanzadas > Actualizaciones opcionales, donde suelen aparecer drivers y componentes adicionales que pueden mejorar estabilidad y gestión de energía.

Además, conviene que mantengas actualizadas las aplicaciones, tanto las que instalas desde Microsoft Store como las que descargues desde la web. Muchas veces una app vieja causa cerrones, cuelgues o consumo excesivo de recursos, y con una versión nueva se soluciona de golpe.

Otro básico es desinstalar lo que no usas. En Configuración > Aplicaciones > Aplicaciones instaladas puedes revisar todo lo que tienes y eliminar lo innecesario. Si te parece que falta algo, abre el clásico Panel de control > Desinstalar un programa y limpia desde ahí también. En tablets con almacenamiento limitado este paso marca una gran diferencia.

Con las apps que sí necesitas, revisa las que se abren al encender el sistema. Pulsa Ctrl + Shift + Esc para abrir el Administrador de tareas y ve a “Aplicaciones de arranque”. Allí verás el impacto de cada programa en el inicio: deshabilita todo lo que no tenga por qué arrancar automáticamente, especialmente lo que aparezca con impacto “Alto”. El arranque será más rápido y el sistema tendrá más RAM libre.

También es importante controlar las apps en segundo plano. En Configuración > Aplicaciones, entra en cada app concreta (clic derecho > Opciones avanzadas) y en “Permisos de aplicaciones en segundo plano” elige “Nunca” para aquellas que no necesiten estar siempre activas. Evita hacerlo con mensajería o sincronización que sí necesites, pero para el resto es un ahorro de batería y CPU muy interesante.

  ¿Cómo es un verdadero PC de la NASA?

Limpiar archivos, escritorio y notificaciones para ganar fluidez

Con el uso, Windows 11 acumula archivos temporales, cachés y restos de instalaciones que acaban ocupando bastante espacio, algo crítico en tablets con poco almacenamiento interno. Para limpiar sin volverte loco, ve a Configuración > Sistema > Almacenamiento y entra en “Recomendaciones de limpieza”.

Desde esa sección, Windows te propone borrar contenido de la papelera de reciclaje, archivos temporales, descargas antiguas y elementos poco utilizados. Tómate un momento para revisar qué vas a eliminar, pero en general puedes confiar en las recomendaciones para mantener el sistema ligero.

Otro gran olvidado es el escritorio. Tenerlo lleno de iconos, carpetas y archivos hace que, al iniciar el sistema, Windows tenga que renderizar un montón de elementos, lo que en equipos justos de recursos se nota. Intenta dejar solo lo imprescindible y agrupar lo demás en una o dos carpetas principales, o directamente muévelo a Documentos.

Las notificaciones también influyen: si tienes decenas de apps con permiso para avisar de todo, el centro de notificaciones se convierte en una feria constante y se incrementa la actividad en segundo plano. En Configuración > Sistema > Notificaciones puedes desactivar avisos de apps que no sean críticas y mantener solo las que de verdad te aporten algo.

No olvides revisar también las notificaciones del navegador (por ejemplo, en Chrome), porque muchas webs piden permiso para mostrar avisos y terminas con notificaciones que no te interesan. Quitar estos permisos ayuda tanto a la concentración como al rendimiento.

Ajustes de energía, efectos visuales y fondo para exprimir el hardware

Si tu tablet o convertible tiene un plan de energía equilibrado, es posible que no esté dando todo su rendimiento cuando lo necesitas. En portátiles y 2 en 1, abre Panel de control > Hardware y sonido > Opciones de energía y selecciona el plan de “Máximo rendimiento” o el equivalente que ofrezca tu fabricante.

Ten en cuenta que al hacer esto ganas velocidad pero pierdes autonomía de batería. En tablets, donde la movilidad es clave, quizá te compense mantener el modo equilibrado y cambiar a máximo rendimiento solo cuando vayas a jugar o a realizar tareas pesadas.

Los efectos visuales de Windows 11 son bonitos, pero consumen recursos: transparencias, animaciones suaves, sombras… Si tu dispositivo va justo, desactivarlos puede darle una segunda vida. Escribe en el menú Inicio “Ajustar la apariencia y rendimiento de Windows” y, en la ventana que se abre, marca “Ajustar para obtener el mejor rendimiento”.

Con esa opción, el sistema desactiva la mayoría de florituras visuales, lo que hace que todo se vea más sobrio y un poco más tosco, pero notarás que las ventanas se abren y se mueven con más agilidad, algo muy interesante en hardware limitado.

Además, en Configuración > Accesibilidad puedes desactivar animaciones adicionales, transparencias y otros pequeños detalles que, sumados, restan fluidez. Para un dispositivo que quieres usar como herramienta de trabajo más que como escaparate visual, compensa sacrificar estética a cambio de inmediatez.

Hasta el fondo de pantalla puede influir ligeramente. Si usas fondos animados o carruseles que cambian constantemente, hay un pequeño coste en CPU y GPU, especialmente si la tablet no es muy potente. Si quieres rascar hasta el último recurso, pon un fondo de color sólido o una imagen estática sencilla y ligera. No hará milagros, pero todo suma.

Telemetría, envío de datos y privacidad: qué desactivar

Windows 11 incluye múltiples características orientadas a recopilar diagnósticos, mejorar sugerencias, personalizar la experiencia, etc. Muchas de ellas funcionan en segundo plano y no aportan nada visible al día a día, así que puedes desactivarlas para ganar algo de rendimiento y, de paso, mejorar tu privacidad.

Ve a Configuración > Privacidad y seguridad y revisa con calma apartados como “General”, “Voz”, “Personalización de entrada manuscrita y escritura” o “Diagnóstico y comentarios”.

En cada uno de ellos desactiva opciones como el seguimiento de cómo usas las apps, el envío de datos de diagnóstico opcionales, las sugerencias personalizadas o el contenido recomendado. Son características prescindibles para la mayoría de usuarios, y reducirás tanto el trabajo en segundo plano como el tráfico de datos hacia los servidores de Microsoft.

El sistema esté menos ocupado en tareas invisibles y se concentre en lo que tú realmente estás haciendo cuando combines estos ajustes con el resto de optimizaciones; no suele tener un impacto brutal por sí solo, pero cada pequeño ahorro cuenta.

Modo juego y rendimiento gráfico en Windows 11

Aunque hablemos de tablets, muchas son capaces de mover juegos ligeros o incluso títulos más exigentes si llevan buen hardware. Para esas situaciones, Windows 11 trae el Modo juego, que puedes activar en Configuración > Juegos > Modo de juego.

  ¿Dónde están los emojis en Outlook?

Cuando está activo, el sistema intenta priorizar los recursos para el juego: limita la actividad en segundo plano, reduce las interrupciones de Windows Update (sin reinicios inoportunos) y, en general, procura mejorar la estabilidad de los fotogramas por segundo.

Además, en Configuración > Sistema > Pantalla > Gráficos puedes ajustar la preferencia de GPU de cada app o juego. Si seleccionas uno concreto y entras en “Opciones”, podrás elegir “Alto rendimiento” para que use la GPU más potente disponible, algo muy útil en dispositivos con gráfica integrada y dedicada o con distintos perfiles.

El impacto de estas opciones depende mucho de tu hardware, pero en juegos y aplicaciones 3D suele notarse. Eso sí, la batería se resentirá, así que lo ideal es usarlas cuando tengas el cargador a mano.

Herramientas de terceros para optimizar Windows 11 sin complicarte

Si no quieres ir tocando uno a uno todos los apartados del sistema, existen programas que agrupan muchas de estas opciones en una sola interfaz. Aquí es fácil caer en herramientas dudosas, así que conviene apostar por soluciones de confianza, a ser posible de código abierto.

Un ejemplo interesante es Optimizer, disponible en GitHub (github.com/hellzerg/optimizer). Es gratuito y su código puede ser auditado, lo que reduce el riesgo frente a “aceleradores mágicos” opacos. Desde una misma aplicación puedes:

  • Desactivar servicios de Windows que no necesitas.
  • Quitar telemetría y características que funcionan en segundo plano.
  • Ajustar opciones de red para intentar mejorar la latencia y el rendimiento.
  • Activar o desactivar Cortana, actualizaciones y apps preinstaladas.

La herramienta ofrece decenas de casillas y switches, por lo que es recomendable tomárselo con calma y no marcar todo a lo loco. Lo ideal es ir probando cambios poco a poco y ver cómo responden el sistema y las apps que usas a diario. Si algo deja de funcionar como quieres, siempre puedes revertir la opción.

Optimizer incluye además funciones rápidas, como optimizar parámetros de red o desactivar en lote componentes que casi nadie usa (fax, impresión en determinados escenarios, etc.). Incluso integra ajustes específicos para el modo juego y opciones para desinstalar aplicaciones nativas de Windows que nunca tocas, lo cual viene muy bien en tablets con poco espacio.

Productividad en modo tablet: funciones integradas en Windows 11

Una vez que tu tablet con Windows 11 va fluida y bien configurada, llega el momento de sacarle partido para trabajar. El sistema incluye un buen puñado de herramientas pensadas para mejorar tu productividad sin necesidad de instalar nada extra.

Por ejemplo, puedes escribir sin teclado físico gracias al dictado por voz. Pulsa Windows + H para abrir el panel de dictado, toca el icono del micrófono y empieza a hablar. En las opciones puedes activar la puntuación automática, que intenta colocar comas y puntos sin que tengas que dictarlos tú. En una tablet es especialmente cómodo, porque te ahorras desplegar el teclado táctil continuamente.

Para organizar ventanas en la pantalla, los Snap Layouts son tus aliados. Sitúa el cursor sobre el botón de maximizar de una ventana y verás distintos diseños (mitad de pantalla, cuadrículas, columnas, etc.). También puedes arrastrar una ventana a una esquina para que ocupe un cuarto del espacio. Windows creará grupos de ventanas ancladas, y luego puedes sustituir una por otra sin deshacer el resto del diseño, lo que viene genial al trabajar con varias apps a la vez.

Los escritorios virtuales son otra herramienta potente: con Windows + Tab accedes a la vista de tareas y puedes crear nuevos escritorios. A cada uno puedes ponerle un nombre y organizar ahí tus apps por contextos (trabajo, ocio, comunicación…). Si haces clic derecho sobre una ventana, puedes enviarla a un escritorio concreto o mostrarla en todos a la vez, algo muy útil en pantallas pequeñas como las de muchas tablets.

Para concentrarte, Windows 11 integra las sesiones de concentración en la app Reloj. Desde ahí puedes definir tareas, asignarles tiempos de trabajo y descansos al estilo Pomodoro. Cuando inicias una sesión, se activa automáticamente el modo “No molestar”, se silencian notificaciones y puedes vincular listas de Microsoft To Do o música de Spotify. Así conviertes tu tablet en una especie de escritorio minimalista libre de distracciones durante los bloques de trabajo.

El menú Inicio también da mucho juego: puedes anclar tus apps más usadas, crear carpetas para agruparlas por tipo y aprovechar la sección “Recomendaciones” para acceder rápidamente a archivos abiertos recientemente o programas recién instalados. Si no te convence su diseño, existen herramientas como Windhawk que permiten aplicar “mods” para personalizar su aspecto y comportamiento, aunque eso ya entra en el terreno de la personalización avanzada.

Artículo relacionado:
¿Qué puedo hacer si mi tablet está muy lenta?