- SFC repara archivos críticos del sistema desde la caché protegida.
- DISM sanea la imagen de Windows y sustituye componentes dañados.
- CHKDSK detecta y corrige errores del disco y del sistema de archivos.
- Con copia de seguridad y orden correcto, se evita reinstalar en la mayoría de casos.
Si tu PC con Windows hace cosas raras, se cuelga, tarda una eternidad en arrancar o aparecen pantallazos azules, hay varios comandos que pueden sacarte del apuro sin reinstalar nada. Con unas cuantas órdenes en la consola, puedes verificar archivos básicos del sistema, la imagen de Windows y el estado del disco, corrigiendo buena parte de los fallos más habituales.
En esta guía práctica verás cómo usar SFC, DISM y CHKDSK paso a paso, cuándo conviene lanzar cada uno, cómo interpretar sus resultados y en qué casos es mejor dejarse de parches y reinstalar. Además, incluimos trucos útiles, alternativas cuando Windows Update o el arranque fallan, y comandos complementarios que ayudan a diagnosticar redes o comprobar la salud de tus discos.
Qué puedes arreglar con la consola de Windows
Windows trae varias utilidades de reparación que no tienen interfaz gráfica: se ejecutan en línea de comandos y por eso funcionan incluso cuando la parte visual del sistema no responde. Al ejecutarlas desde CMD o PowerShell con permisos elevados, obtienes más control y profundidad de análisis sobre el sistema, lo que permite detectar y reparar errores que una herramienta convencional no ve.
Lo mejor de todo es que puedes usarlas en Windows 10 y Windows 11, e incluso automatizarlas en un archivo .bat si te resulta más cómodo. Da igual si las lanzas a mano o dentro de un script: mientras lo hagas como administrador, el efecto es el mismo y los procesos de reparación se ejecutarán con normalidad.
SFC: comprobador de archivos del sistema
SFC, de System File Checker, es el primer comodín que conviene probar cuando algo se rompe. Esta utilidad compara los archivos críticos de Windows con una copia en caché y repone los dañados o ausentes. Detrás de bambalinas, tira de la caché protegida en %WinDir%\System32\dllcache para restaurar lo que haga falta.
Estos son sus parámetros más útiles y lo que hace cada uno. Úsalos individualmente o combinados según tu caso: no siempre vas a necesitar un escaneo completo.
sfc /scannow Remite a un examen integral y repara lo que encuentre
sfc /verifyonly Solo comprueba, no repara
sfc /scanfile=RUTA Analiza y repara un archivo concreto
sfc /verifyfile=RUTA Verifica un archivo concreto, sin arreglar
sfc /offbootdir=X:\ Define directorio de arranque sin conexión
sfc /offwindir=X:\Windows Define la carpeta de Windows sin conexión
sfc /offlogfile=RUTA Establece el archivo de registro para ejecución offline
Al terminar, SFC puede devolver varios mensajes típicos. Te ayudan a saber si todo está bien o si hay que seguir con herramientas más potentes. Ten en cuenta que el detalle completo se vuelca en el registro CBS.log en C:\Windows\Logs\CBS\CBS.log.
- Protección de recursos de Windows no encontró infracciones de integridad: no se han hallado errores.
- Protección de recursos de Windows no pudo realizar la operación solicitada: intenta de nuevo en Modo seguro.
- Protección de recursos de Windows encontró archivos dañados y los reparó: listo, no hay que hacer nada más.
- Protección de recursos de Windows encontró archivos dañados pero no pudo reparar algunos: toca pasar a DISM y luego repetir SFC.
¿Cuándo tiene sentido usar SFC? En cuanto funciones básicas de Windows se bloquean, un servicio deja de arrancar sin motivo, o te aparecen avisos de archivo no encontrado. En esos casos, un sfc /scannow suele devolver estabilidad al sistema sin tocar nada más profundo.
DISM: reparación de la imagen de Windows
Cuando SFC no basta, la siguiente parada es DISM, abreviatura de Deployment Image Servicing and Management. Esta utilidad repara la imagen del sistema (WinSxS, componentes y almacenamiento de paquetes), lo que en la práctica significa que puede sustituir archivos corruptos con copias limpias usando Windows Update o un origen local. Es más profundo que SFC y actúa sobre la imagen en su conjunto.
El flujo recomendado es este tridente, ejecutado en orden y esperando a que termine cada etapa antes de pasar a la siguiente. Si interrumpes, puedes dejar inconsistencias: la paciencia aquí es clave.
dism /online /cleanup-image /checkhealth
dism /online /cleanup-image /scanhealth
dism /online /cleanup-image /restorehealth
El parámetro /checkhealth revisa si ya hay daños registrados y finaliza rápido; /scanhealth realiza un análisis más profundo y crea registro; /restorehealth repara usando componentes limpios (por defecto, desde Windows Update). Si Windows Update no funciona o no quieres que el equipo salga a Internet, puedes indicar un origen local y bloquear el acceso a WU:
dism /online /cleanup-image /restorehealth /source:C:\RepairSource\Windows /limitaccess
Sustituye C:\RepairSource\Windows por la ruta de tu medio de instalación, carpeta compartida o ISO montada. El proceso puede tardar bastante, según el daño. Déjalo terminar, aunque veas porcentajes estancados durante minutos en determinadas fases.
Cuándo conviene usar DISM: errores sistemáticos en Windows Update, bloqueos de aplicaciones del sistema, servicios que fallan por dependencia de componentes o cuando SFC dice que no puede reparar todo. Si trabajas aún con Windows 7, DISM no está disponible, pero tienes la System Update Readiness Tool (SURT) de Microsoft, que cumple una función similar. En W7, la secuencia sería SFC y, si no basta, SURT.
CHKDSK: comprobar y reparar el disco
CHKDSK no toca la imagen de Windows ni los archivos del sistema como tal; examina el disco y su sistema de archivos. Es útil cuando hay sectores dañados, cortes de energía con consecuencias, lentitud extrema o pantallazos azules que apuntan a problemas de lectura y escritura. Siempre ejecútalo como administrador para que pueda corregir errores.
El ejemplo clásico para la unidad del sistema es este, con corrección de errores y detección de sectores defectuosos. Si la unidad está en uso, el propio Windows te propondrá programar la revisión para el siguiente arranque, algo normal cuando se trata de C: No fuerces el cierre del equipo mientras CHKDSK trabaja.
chkdsk C: /f /r
Además de /f y /r, existen parámetros pensados sobre todo para NTFS que conviene conocer. En escenarios de diagnóstico en caliente o correcciones puntuales, pueden ahorrarte mucho tiempo.
- /scan: realiza un examen en línea de la unidad especificada.
- /forceofflinefix: con /scan, omite reparaciones en línea y programa todo para el reinicio.
- /perf: junto a /scan, asigna más recursos para acelerar el análisis.
- /spotfix: hace correcciones puntuales rápidas.
- /sdcleanup: con /f, limpia datos no necesarios de descriptores de seguridad.
CHKDSK realiza su trabajo en fases: estructura de sistema de archivos, vínculos de nombres y descriptores de seguridad. Al terminar, verás un resumen de errores y correcciones. Si detecta muchos sectores defectuosos, plantéate el cambio de unidad para no perder datos a medio plazo.
Diferencias y orden recomendado entre SFC, DISM y CHKDSK
Las tres utilidades se ejecutan desde CMD, pero su alcance es distinto. SFC va a por los archivos de sistema protegidos y los repone si hace falta; DISM repara la imagen de Windows, incluidos paquetes y componentes; CHKDSK diagnostica el disco y el sistema de archivos. Cuando no sabes por dónde empezar, la secuencia sensata es SFC → DISM → CHKDSK, verificando tras cada paso si el problema se ha resuelto.
Si prefieres automatizar, puedes crear un archivo .bat con esta secuencia. Recuerda ejecutar como administrador y aguardar a que cada fase concluya antes de pasar a la siguiente para evitar conflictos. Después de los procesos de reparación, reinicia el equipo para aplicar cambios pendientes.
@echo off
sfc /scannow
DISM.exe /online /cleanup-image /scanhealth
DISM.exe /online /cleanup-image /checkhealth
DISM.exe /online /cleanup-image /restorehealth
DISM.exe /online /cleanup-image /startcomponentcleanup
echo Listo. Presiona una tecla para salir.
pause
Hay quienes prefieren lanzar DISM antes que SFC cuando sospechan que la caché de componentes está dañada. Ambas aproximaciones son válidas: si SFC no arregla todo, pasa a DISM y repite SFC al final. Lo importante es no mezclar procesos ni abortarlos a mitad.
Modo seguro y reparaciones fuera de línea
Si SFC devuelve que no puede realizar la operación, arranca en Modo seguro y repite el análisis. Muchas veces es suficiente para que termine sin bloqueos. Cuando Windows ni siquiera inicia, cambia el enfoque y ejecuta SFC fuera de línea desde el Entorno de Recuperación.
Desde un USB de instalación o el entorno de recuperación, abre Símbolo del sistema y ajusta estas rutas a tu instalación real. No olvides que la letra de unidad puede variar cuando arrancas desde medios externos. Comprueba qué letra corresponde a tu Windows antes de ejecutar.
sfc /scannow /offbootdir=C:\ /offwindir=C:\Windows
En Windows 7, los pasos son parecidos: inicia desde el DVD o USB, elige Reparar el equipo, abre la consola y lanza SFC con /offbootdir y /offwindir. Si aun así no es posible, recurre a SURT para intentar dejar la imagen lo bastante limpia como para que SFC haga su trabajo. En versiones modernas, DISM es el aliado para esa limpieza.
Preparativos imprescindibles antes de reparar
Antes de tocar nada, haz copia de seguridad de tus documentos, fotos y archivos de trabajo. No es habitual perder datos con estas utilidades, pero CHKDSK podría marcar sectores defectuosos y algún archivo resultar irrecuperable. Por eso, mejor prevenir con un respaldo reciente.
Abre CMD o PowerShell como administrador: busca CMD en el menú, clic derecho, Ejecutar como administrador. Sin elevación, algunos comandos no arrancarán o se quedarán a medias. Cierra aplicaciones abiertas para evitar bloqueos y reduce al mínimo las tareas en segundo plano durante los análisis.
Evita interrumpir procesos de reparación, sobre todo si hay escritura en disco. Un corte de luz a destiempo puede empeorar el daño. Dependiendo del tamaño del disco, del número de archivos y del tipo de avería, estos procesos pueden tardar de minutos a varias horas, así que arma tu agenda con paciencia.
Comandos complementarios que ayudan en el diagnóstico
Además del trío principal, hay otros comandos que te sacan de dudas muy rápido. Para revisar el estado de salud que reporta S.M.A.R.T. en tus discos, usa esta consulta WMIC. Si algún disco devuelve pred fail u errores, atiende el hardware antes de seguir con reparaciones lógicas.
wmic diskdrive get model,status
Para problemas de conectividad, reiniciar el catálogo Winsock o renovar IP arregla más de una red rebelde. En algunos casos, un stack de red dañado afecta a servicios de Windows y a Windows Update. Restablecer el entorno de red deja todo en estado de fábrica sin tocar drivers.
netsh winsock reset
ipconfig /flushdns
ipconfig /release && ipconfig /renew
ipconfig /all
Y si necesitas ir un paso más allá, PowerShell permite automatizar y profundizar en reparaciones: reinstalación de apps y componentes, administración de servicios o comprobaciones más finas. Úsalo con criterio; tiene mucha potencia y conviene saber exactamente qué cambias antes de ejecutar cmdlets avanzados.
Cuándo conviene reinstalar Windows
Aunque SFC, DISM y CHKDSK arreglan una gran mayoría de problemas, hay situaciones en las que es mejor empezar de cero. Cuando la inestabilidad es crónica o hay infección avanzada, seguir parcheando solo pospone lo inevitable. Estos escenarios son claros candidatos a reinstalación:
- Los fallos persisten tras ejecutar SFC, DISM y CHKDSK varias veces.
- Malware profundo que manipula componentes del sistema y servicios.
- Lentitud extrema, bloqueos repetidos y comportamiento errático no atribuible a hardware.
- Actualizaciones críticas fallidas que dejan el sistema inestable.
- Cambios de hardware importantes: placa base, almacenamiento, etc.
En una reinstalación, puedes optar por conservar archivos personales o realizar una instalación limpia. Si eliges la segunda, verifica que tu copia de seguridad esté completa y reúne controladores del fabricante para un arranque sin sobresaltos.
Mantenimiento y optimización para evitar recaídas
Si pasas SFC cada cierto tiempo y mantienes Windows actualizado, previenes que los pequeños daños se conviertan en problemas. Plantéate ejecutar sfc /scannow tras grandes actualizaciones. La prevención es más barata que la reparación.
Para quien quiera un plus, existen utilidades de terceros que limpian basura, bloatware y restos de software. Algunas suites comerciales, como Avast Cleanup, ofrecen análisis profundos y automatizan tareas de mantenimiento. Úsalas con cabeza: no sustituyen a SFC, DISM o CHKDSK, pero sí pueden mejorar rendimiento cuando no hay corrupción de sistema.
Y recuerda revisar Windows Update de forma regular, aplicar parches acumulativos y reiniciar cuando el sistema lo pida. Las actualizaciones corrigen fallos y tapones de seguridad que, si se acumulan, terminan traduciéndose en errores raros.
Cuando Windows se pone rebelde, tener a mano SFC, DISM y CHKDSK te devuelve el control: primero compruebas archivos de sistema, después sanas la imagen y, si hace falta, analizas el disco. Con una copia de seguridad hecha, permisos de administrador y paciencia, lo normal es que recuperes estabilidad sin formatear; y si nada funciona, sabrás reconocer el momento de reinstalar antes de perder más tiempo.
