Interpretar SMART de SSD o HDD de forma avanzada

Última actualización: diciembre 2, 2025
Autor: Isaac
  • SMART monitoriza internamente HDD y SSD para anticipar fallos basándose en atributos críticos como sectores reasignados, errores incorregibles y temperatura.
  • La interpretación avanzada de SMART exige fijarse en valores en bruto, umbrales y tendencias usando herramientas como CrystalDiskInfo, HD Tune o GSmartControl.
  • Cuando SMART marca Pred Fail o la BIOS lanza un error, la prioridad absoluta es salvar datos, comprobar la unidad con más detalle y planificar su sustitución.
  • Copias de seguridad periódicas, buena refrigeración y supervisión regular de SMART reducen drásticamente el riesgo de pérdida catastrófica de información.

Herramienta SMART para analizar discos

Si te preocupa la salud de tu disco duro o SSD y quieres ir más allá del típico mensaje de “OK” o “Pred Fail”, entender bien SMART es clave. Esta tecnología lleva décadas integrada en las unidades, pero muy poca gente sabe interpretar sus datos en profundidad y aprovecharlos para anticiparse a un desastre.

A lo largo de esta guía vamos a ver qué es SMART, cómo funciona en HDD y SSD, qué significan sus atributos más importantes, cómo leerlos con distintas herramientas en Windows, macOS y Linux, qué hacer cuando aparece un aviso de error SMART y cuándo ha llegado el momento de clonar o cambiar la unidad. Todo ello con un enfoque práctico y avanzado, pero explicado en un lenguaje claro y cercano.

Qué es SMART y por qué es tan importante en HDD y SSD

Tecnología SMART en discos duros y SSD

SMART son las siglas de Self-Monitoring, Analysis and Reporting Technology, o lo que es lo mismo, una tecnología de automonitorización integrada en los discos duros y SSD que registra continuamente una serie de parámetros internos para estimar su fiabilidad y anticipar fallos.

A diferencia de otras comprobaciones del sistema, SMART no depende del sistema operativo ni de programas externos. Está implementado en el propio firmware de la unidad (HDD o SSD) y se comunica con el equipo a través de las interfaces habituales (IDE/PATA, SATA, NVMe, USB, etc.), de modo que cualquier sistema que sepa leer SMART puede obtener sus datos.

Su objetivo fundamental es vigilar aspectos como errores de lectura/escritura, sectores reasignados, recuento de encendidos, temperatura, horas de funcionamiento o desgaste de las celdas de memoria NAND, para así predecir fallos que evolucionan con el tiempo (desgaste mecánico, degradación de la superficie magnética, agotamiento de ciclos de escritura, etc.).

Eso sí, SMART no es un sistema mágico ni un recuperador de datos. Lo que hace es avisarte con antelación razonable cuando detecta tendencias peligrosas en ciertos atributos críticos, dándote margen para hacer copia de seguridad o sustituir la unidad antes de que reviente del todo.

Breve historia de SMART y su evolución

Evolución histórica de SMART

La idea detrás de SMART no es nueva. A principios de los 90, IBM incorporó en sus discos para servidores un sistema primitivo de monitorización que solo devolvía dos posibles respuestas: la unidad está bien o es probable que falle pronto. Era útil, pero muy limitado: no había detalle de qué iba mal ni por qué.

Poco después, fabricantes como Seagate, Quantum o Conner se asociaron con Compaq para crear IntelliSafe, un sistema más flexible que permitía trasladar al sistema operativo los resultados de los diagnósticos internos. Esto abría la puerta a que el usuario, mediante software especializado, pudiera ver parámetros concretos de salud de la unidad en lugar de un simple “sí” o “no”.

El gran “pero” de aquella época era que cada fabricante definía sus propios atributos y umbrales. Eso daba mucha libertad para ajustar los test a cada modelo, pero restaba estandarización y claridad. Muchos valores quedaban poco documentados y resultaban confusos para cualquiera que no tuviera la tabla interna del fabricante.

En 1995, IntelliSafe se estandarizó y pasó a denominarse oficialmente SMART. A partir de ese momento, la mayoría de marcas empezaron a integrar un conjunto base de atributos comunes, aunque todavía hoy hay diferencias entre modelos y fabricantes, sobre todo en SSD, donde cada uno añade parámetros específicos de desgaste y nivelación.

Alcance real de SMART: lo que puede y lo que no puede hacer

Por muy sofisticado que sea, SMART tiene límites claros. Su campo de acción son los fallos predecibles que se desarrollan con el tiempo. En discos duros mecánicos (HDD) esto suele deberse a:

  • Desgaste de la mecánica interna (cabezas, motor, rodamientos).
  • Daños progresivos en la superficie magnética (sectores defectuosos que van apareciendo).
  • Incremento constante de errores de lectura/escritura.

En unidades de estado sólido (SSD), los problemas predecibles se relacionan con el agotamiento de los ciclos de escritura/borrado de las celdas NAND, fallos en borrados, distribución desigual del desgaste o temperatura excesiva sostenida que acelera la degradación.

En todos estos casos, ciertos atributos SMART se van deteriorando poco a poco, de forma que el firmware de la unidad puede detectar que se han superado umbrales de seguridad y lanzar avisos, o marcar el estado global como “bad”, “caution” o “Pred Fail”. En algunos SSD de gama alta, incluso se entra en modo de solo lectura cuando el desgaste llega al límite, permitiendo recuperar los datos pero bloqueando más escrituras.

En cambio, SMART no puede anticipar fallos bruscos o catastróficos como:

  • Subidas de tensión repentinas que queman la electrónica.
  • Golpes fuertes mientras el HDD está girando.
  • Cortocircuitos o daños en la placa controladora del disco.
  • Defectos de fabricación que se manifiestan de forma súbita.

En este tipo de escenarios, la unidad puede pasar de “todo OK” a totalmente muerta sin previo aviso. Por eso, aunque SMART ayude mucho, no sustituye a una política de copias de seguridad periódicas, ni a un uso responsable del hardware (protección contra sobretensiones, buena refrigeración, evitar golpes, etc.).

Cómo se estructuran los atributos SMART

Cada unidad mantiene internamente una tabla de atributos SMART. El número y tipo de atributos cambia según el modelo, pero casi todas las herramientas de lectura SMART muestran campos muy similares. Los principales son:

  • Identificador (ID): es un número entre 1 y 250 que identifica el atributo. Por ejemplo, el ID 9 suele ser “Power-On Hours” (horas de encendido), el 5 se asocia a sectores reasignados, etc. Junto al ID se muestra una descripción textual, que a veces varía ligeramente según el programa.
  • Valor actual (Value): número normalizado calculado por el firmware a partir de los datos en bruto. Suele moverse en una escala de 0 a 100, 0 a 200 o similar, dependiendo del fabricante. Cuanto más alto, mejor salud en la mayoría de atributos.
  • Peor valor registrado (Worst): el valor más bajo que ha tenido ese atributo en toda la vida de la unidad. Sirve para ver si ha habido momentos puntuales de degradación severa, aunque ahora se haya “recuperado”.
  • Umbral (Threshold): valor límite a partir del cual el firmware considera que la unidad está en riesgo de fallo. Si el valor actual cae por debajo de este umbral en un atributo crítico, suele marcarse el estado global SMART como malo.
  • Datos en bruto (Raw Data): es el corazón de la información. Es un contador o una combinación de bits que recoge el dato real (número de sectores reasignados, horas encendidas, ciclos de carga, errores incorregibles, etc.). Las herramientas avanzadas permiten mostrarlo en decimal para que sea más fácil de entender.
  • Banderas o tipo: indican si el atributo es crítico, de solo monitorización, si interviene en la predicción de fallos, si se actualiza en tiempo de ejecución, etc. Aquí hay mucha variación entre marcas.
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Debido a que no todos los atributos están bien documentados y algunos fabricantes se inventan sus propios IDs o interpretaciones, páginas especializadas y estudios como los de Backblaze ayudan a entender qué parámetros se correlacionan de verdad con fallos inminentes en discos duros reales.

Atributos SMART esenciales para interpretar fallos

No todos los atributos SMART son igual de relevantes. Algunos son puramente estadísticos, mientras que otros son auténticas alarmas de incendios. Entre los que más interesan para predecir fallos de HDD y SSD destacan:

  • Reallocated Sector Count (sectores reasignados, ID 5): mide cuántos sectores de la unidad han sido sustituidos por sectores de reserva debido a errores de lectura/escritura. Un valor distinto de 0 ya es señal de que algo ha empezado a ir mal en la superficie del disco o en la memoria NAND.
  • Current Pending Sector Count: cuenta los sectores “inestables” que han dado error de lectura y están pendientes de ser reasignados si vuelven a fallar. Es un parámetro algo polémico, porque no siempre implica un desastre, pero si aumenta con el tiempo suele anticipar problemas serios.
  • Reported Uncorrectable Errors: es el total de errores de lectura/escritura que el disco no ha podido corregir ni con reintentos ni con códigos de corrección de errores (ECC). Este valor suele tener el mismo significado en casi todos los fabricantes y es una señal clara de deterioro cuando crece.
  • Erase Fail Count (borrados fallidos): muy típico en SSD. Indica el número de intentos de borrado que han fallado en la memoria NAND. Si este dato se dispara, el SSD está indicando un desgaste acelerado y una vida útil muy cercana a su fin.
  • Wear Leveling Count o Media Wearout Indicator: otro atributo crítico en SSD. Expresa de forma directa o indirecta el porcentaje de vida útil restante de las celdas NAND. Las herramientas suelen traducirlo en un porcentaje de salud, de modo que si ya anda por debajo del 10‑20 %, conviene ir pensando en copia de seguridad y reemplazo.
  • Temperatura: tema muy debatido, pero en general se acepta que trabajar de forma sostenida por encima de ~60 °C reduce la vida útil y eleva mucho la probabilidad de fallos. Tanto HDD como SSD se benefician de una buena refrigeración: ventilación adecuada, limpieza de polvo, disipadores en SSD NVMe, etc.

Además de estos, conviene vigilar atributos como horas encendido, recuento de encendidos, recuento de pérdidas de energía inesperadas y errores de CRC, sobre todo si empiezan a acumularse valores anómalos en poco tiempo.

Diferencias prácticas de SMART en HDD frente a SSD

Aunque SMART se usa en ambos tipos de unidades, la información y la forma de interpretarla varían según sea un disco mecánico o un SSD.

En un HDD clásico, además de lo ya mencionado, suele aparecer la velocidad de rotación (por ejemplo, 5400 rpm, 7200 rpm, etc.) y un buen número de atributos ligados a la mecánica: spin-up time (tiempo de aceleración del motor), start/stop count, errores de cabezas, vibraciones, etc. Cuando empiezan los ruidos raros (clics, chirridos) y a la vez suben los sectores reasignados o los errores incorregibles, el final está muy cerca.

En SSD, el foco está en el desgaste de la memoria flash: total de datos escritos (Host Writes), TBW consumidos, número de ciclos de programa/borrado, bloques defectuosos, nivelación de desgaste, recuento de apagados bruscos o alimentación insuficiente, etc. Aquí hay que fijarse mucho en la salud indicada por el fabricante (a menudo expresada en porcentaje) y en si aparecen mensajes SMART tipo “remaining life low” o similares.

Cómo leer SMART en Windows: CMD, WMIC, CHKDSK y herramientas gráficas

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En Windows tenemos varias formas de consultar e interpretar la información SMART, desde lo más básico hasta análisis muy detallados.

Comprobar el estado SMART con WMIC

El método más simple pasa por usar la interfaz de línea de comandos WMIC, que ofrece una visión muy resumida del estado SMART de los discos:

  1. Abre el menú Inicio, escribe cmd y ejecuta “Símbolo del sistema” (preferiblemente como administrador).
  2. Escribe:
    wmic diskdrive get model, status
  3. Verás una lista con el modelo de cada unidad y una columna “Status”.

Los resultados típicos son:

  • OK: el firmware de la unidad no detecta problemas de predicción de fallo.
  • Pred Fail: hay atributos críticos que han pasado el umbral; es una advertencia seria de posible fallo a corto o medio plazo.

Este comando no da detalles (no ves sectores reasignados, temperatura ni nada parecido), pero sirve como prueba rápida para saber si hay algo gordo y para iniciar un diagnóstico con el Visor de Eventos si quieres más detalles.

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Uso de CHKDSK: errores lógicos y sectores defectuosos

CHKDSK no forma parte de SMART, pero es el complemento perfecto. Mientras SMART se centra en pronóstico de fallo, CHKDSK comprueba el sistema de archivos y sectores a nivel lógico, intentando reparar lo que pueda.

Para un escaneo y reparación profunda de la unidad C: puedes hacer lo siguiente:

  1. Abre CMD como administrador (botón derecho > “Ejecutar como administrador”).
  2. Escribe:
    chkdsk C: /f /r /x

Donde:

  • /f corrige automáticamente los errores de sistema de archivos.
  • /r busca sectores dañados e intenta recuperar la información legible.
  • /x fuerza el desmontaje de la unidad antes de empezar.

En sistemas con NTFS moderno puedes lanzar también:
chkdsk /scan para una comprobación online menos intrusiva. Si SMART ya te está dando Pred Fail, CHKDSK es una forma extra de intentar salvar datos y estabilizar el sistema mientras preparas el reemplazo de la unidad.

Herramientas gráficas para leer SMART en Windows

Más allá de la línea de comandos, hay numerosas aplicaciones que leen y presentan los datos SMART de forma muy visual y detallada:

  • CrystalDiskInfo (Windows, gratuito, también en versión portable).
  • HD Tune (Windows, de pago con prueba, más orientado a rendimiento y test de superficie).
  • Hard Disk Sentinel (Windows, muy completo, con monitorización continua y avisos).
  • GSmartControl (Windows, macOS, Linux, libre y orientado a usuarios avanzados).
  • HDDScan, DiskCheckup y otras utilidades similares.

Todas estas herramientas se apoyan en SMART para mostrar tablas de atributos y estados de salud. Normalmente incluyen un código de colores (verde, amarillo, rojo) para que el usuario medio no tenga que interpretar números raros. Aun así, si quieres un análisis avanzado, conviene revisar manualmente sectores reasignados, errores incorregibles, temperatura y atributos específicos de desgaste en SSD.

Comprobar SMART y salud del disco en macOS

En Mac el camino más directo es usar la propia Utilidad de Discos que trae macOS:

  1. Abre “Aplicaciones” > “Utilidades” > “Utilidad de Discos”.
  2. Selecciona el disco físico (no solo el volumen) en la barra lateral.
  3. Mira el campo “Estado S.M.A.R.T.” en la parte inferior o en la información de la unidad.

Lo habitual es ver algo como:

  • Verificado: el disco no presenta errores SMART críticos.
  • Fallo o mensajes con “fatal”, “problem”, “error”: la unidad tiene valores SMART fuera de rango y puede dejar de funcionar en cualquier momento.

Para monitorización más avanzada, en macOS se suele recurrir a iStat Menus y a herramientas como GSmartControl, que ofrecen la tabla completa de atributos, temperatura y gráficos de evolución para detectar tendencias sospechosas.

Cómo interpretar mensajes de error SMART en BIOS y sistema

Muchas placas base y BIOS modernas comprueban el estado SMART de las unidades durante el arranque. Si algo va mal, es frecuente ver mensajes del estilo:

  • SMART error on hard disk
  • SMART failure predicted on hard disk 0
  • SMART status bad, backup and replace

Estos mensajes significan que algún atributo crítico ha cruzado su umbral de seguridad. No es ruido, no es una alerta menor: la unidad ha detectado que la probabilidad de fallo es alta.

En muchos BIOS puedes entrar en la configuración y desactivar la “Autocomprobación SMART” o “SMART Monitoring” en la sección de almacenamiento, lo que hace que deje de saltar la advertencia al arrancar. Sin embargo, esto solo oculta el síntoma, no arregla el problema. La prioridad en esta situación debe ser:

  1. Arrancar (si es posible) y copiar inmediatamente todos los datos importantes a otro disco o a la nube.
  2. Evitar instalar software nuevo o someter la unidad a carga intensa.
  3. Ejecutar herramientas SMART detalladas (CrystalDiskInfo, utilidades del fabricante, etc.).
  4. Plantear el reemplazo de la unidad cuanto antes.

Signos prácticos de que un HDD o SSD está fallando

Más allá de lo que diga SMART, el propio comportamiento del equipo suele dar síntomas típicos. Algunos síntomas típicos de unidades en mal estado son:

  • Cierres inesperados de programas, sobre todo al abrir o guardar archivos grandes.
  • Mensajes de error frecuentes al copiar, mover o guardar datos.
  • Ruidos extraños en discos mecánicos: clics repetitivos, chirridos, zumbidos fuertes.
  • Pantallas azules (BSOD) con códigos relacionados con I/O o almacenamiento.
  • Accesos a disco extremadamente lentos, carpetas que tardan mucho en abrirse, bloqueos al iniciar aplicaciones.
  • Archivos que desaparecen o se corrompen sin que los borres tú.
  • Temperaturas muy altas en la zona del disco o SSD.
  • El sistema deja de reconocer la unidad de forma intermitente o permanente.

Si a estos síntomas les sumas advertencias SMART (Pred Fail, Caution, errores incorregibles), es el momento de dejar de tentar a la suerte y cambiar de unidad después de salvar lo que te interese.

CrystalDiskInfo y lectura avanzada de SMART

CrystalDiskInfo se ha convertido en una de las herramientas de referencia para usuarios de Windows que quieren ver y entender en detalle los datos SMART de sus HDD y SSD sin pagar licencias caras.

Disponible tanto en versión instalable como en formato portable (ZIP), permite usarlo desde un pendrive en cualquier PC sin dejar rastro. Al abrirlo, detecta automáticamente todas las unidades compatibles y muestra, en la parte superior, información básica de cada una:

  • Modelo y capacidad detectada.
  • Versión de firmware, útil para saber si conviene actualizar.
  • Número de serie, muy práctico para identificar remesas problemáticas o tramitar garantías.
  • Interfaz y modo de transferencia (SATA, NVMe, PCIe x4, etc.).
  • Letra de unidad asignada en Windows.
  • Estándar soportado (por ejemplo, ACS-2 en SATA).
  • Características habilitadas: S.M.A.R.T., NCQ, TRIM, DevSleep, APM, etc.
  • Total Host Reads/Writes: gigabytes leídos y escritos, muy útil para medir el desgaste acumulado del SSD frente a sus TBW garantizados.
  • Velocidad de rotación en HDD (rpm) o “SSD” si es de estado sólido.
  • Número de encendidos y horas de funcionamiento, datos clave para hacerse una idea de la “edad real” de la unidad.

Junto a esto, en la esquina suele aparecer un estado de salud global (Bueno, Precaución, Malo) con un color asociado (azul, amarillo, rojo) y la temperatura actual. Si la temperatura es alta o el estado baja a amarillo o rojo, es señal de que algo requiere atención inmediata.

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Valores en bruto y parámetros avanzados en CrystalDiskInfo

En la parte inferior, CrystalDiskInfo muestra la tabla completa de atributos SMART con sus IDs, valores, peores registros, umbrales y datos en bruto. Para una lectura avanzada es recomendable ir a:

Función > Opciones avanzadas > Valores en bruto > 10

Así verás los datos en decimal en lugar de en hexadecimal, lo que facilita mucho interpretar, por ejemplo, cuántos sectores reasignados tienes o cuántas veces se ha apagado mal la unidad. Entre los campos más interesantes en la práctica destacan:

  • Unsafe Shutdowns: número de pérdidas de alimentación “sucias” (cortes de luz, reseteos forzados, etc.). Un valor alto puede explicar corrupción o problemas en SSD.
  • Temperature: la temperatura actual del dispositivo; en SSD NVMe sin disipador es frecuente ver picos elevados si la ventilación es pobre.
  • Total Host Writes/Reads: total de datos escritos/leídos en GB; útil para comparar con los TBW/ DWPD especificados por el fabricante.
  • Estimación de vida restante (en algunos SSD): a veces se ofrece como “Percentage Used” o como valor de salud calculado; cuando se acerca al 100 % usado o la salud baja a un dígito, toca prepararse para el cambio.

CrystalDiskInfo utiliza un sistema de colores para la salud muy fácil de entender:

  • Azul: parámetros dentro de rangos seguros; el disco está en buen estado.
  • Amarillo: la unidad ha superado algunos límites internos (por ejemplo, sectores reasignados); queda poca vida útil razonable.
  • Rojo: el disco está más allá de los límites recomendados; puede fallar en cualquier momento.

Opciones avanzadas de CrystalDiskInfo para usuarios exigentes

La pestaña “Función” esconde ajustes muy útiles si quieres un control fino sobre cómo se interpretan y presentan los datos SMART:

  • Control AAM/APM: permite modificar parámetros de gestión avanzada de energía y ruido (cuando la unidad lo soporta). No conviene tocarlo si no tienes claro lo que haces.
  • Adaptación automática AAM/APM: deja que CrystalDiskInfo gestione esos modos de energía de forma dinámica; de nuevo, útil solo en casos concretos.
  • Configuración del estado de salud: puedes fijar umbrales propios para sectores reasignados, sectores pendientes o vida restante de SSD, para que la aplicación marque Precaución antes de lo que haría por defecto.
  • Alarma de temperatura: define una temperatura a partir de la cual el programa mostrará alerta, ideal para mantener a raya discos y SSD muy calientes.
  • Valores en crudo: escoger entre decimal/hexadecimal y longitud, esencial para lectura avanzada.
  • Búsqueda avanzada de disco y soporte para USB, IEEE 1394, RAID Intel/AMD, etc.: imprescindibles si alguna unidad no aparece a la primera.

Además, CrystalDiskInfo incorpora opciones para mostrar gráficas de evolución de temperatura y algunos atributos clave, lo que ayuda a ver si un disco se está degradando rápido o si simplemente ha tenido un pico puntual.

Qué hacer cuando SMART muestra errores o “Pred Fail”

Cuando el estado SMART marca “Pred Fail”, “Bad”, “Caution” o la BIOS lanza un error SMART en el arranque, no es momento de especular: hay que pasar a la acción. Una secuencia sensata sería:

  1. Dejar de hacer experimentos: nada de instalar juegos pesados, copiar teras de datos ni seguir trabajando como si nada.
  2. Copiar inmediatamente los datos importantes a otra unidad, NAS o nube. Prioriza documentos, fotos y proyectos críticos.
  3. Si la unidad sigue accesible, conectarla como disco secundario a otro equipo (si es posible) para minimizar el uso del sistema que está en mal estado.
  4. Usar software de recuperación especializado (por ejemplo, herramientas tipo Stellar Data Recovery u otras similares) si hay carpetas que no se dejan copiar de forma normal.
  5. Una vez recuperado lo posible, ejecutar CHKDSK y herramientas del fabricante solo si quieres intentar “apurar” algo más la unidad para usos secundarios, sabiendo que ya no es fiable.
  6. Reemplazar la unidad en cuanto sea práctico. Si está en garantía, muchos fabricantes acceptan una unidad que no pasa las pruebas SMART, aunque no se encargan de recuperar tus datos.

En unidades con daños físicos (cabezas, motor, PCB, etc.), los intentos de recuperación caseros pueden empeorar la situación. Si la información es realmente crítica, un laboratorio profesional de recuperación de datos es la opción más segura, aunque no la más barata.

Prevención: alargar la vida del disco y evitar sustos

Aunque ningún disco es eterno, sí puedes hacer muchas cosas para reducir el riesgo de pérdida de datos y alargar la vida útil de HDD y SSD:

  • Copias de seguridad regulares: en Windows, usar Historial de archivos o clones periódicos; en macOS, Time Machine. Idealmente, combina un disco externo con algún servicio en la nube.
  • Refrigeración y limpieza: mantener los ventiladores limpios, el interior del PC sin polvo y, si usas SSD NVMe rápidos, colocar un buen disipador.
  • Protección eléctrica: regletas con protección contra sobretensiones o un SAI pueden salvar tanto la fuente como los discos.
  • Monitorización periódica de SMART: revisar cada cierto tiempo sectores reasignados, errores incorregibles, temperatura y salud de SSD con CrystalDiskInfo o herramientas similares.
  • Firmware actualizado: algunos fabricantes corrigen bugs graves en el firmware que afectan a la gestión del desgaste; conviene revisar actualizaciones, sobre todo en SSD.

Si integras estas rutinas en tu día a día, SMART dejará de ser un gran desconocido para convertirse en tu aliado para vigilar la salud de discos y SSD, permitiéndote interpretar con criterio sus avisos, anticiparte al fallo de las unidades y decidir con calma cuándo toca clonar, cuándo merece la pena intentar una reparación lógica y cuándo es el momento de jubilar definitivamente ese disco que ya ha dado todo lo que podía.

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