Las mejores Gaming PC: guía completa, comparativas y modelos top

Última actualización: octubre 29, 2025
  • Equilibra el presupuesto: prioriza la GPU (40–50%) y acompaña con CPU de 6–8 núcleos, 16–32 GB de RAM y SSD NVMe de 1 TB.
  • Elige por resolución: 8 GB VRAM (1080p), 12 GB (1440p) y 16 GB (4K); usa DLSS/FSR/XeSS para ganar FPS.
  • Premontado vs DIY: pequeña prima por montaje y garantía del conjunto frente a ahorro y flexibilidad de montarlo tú.
  • Compra con estrategia: compara pruebas reales, evita cuellos de botella y aprovecha ciclos de ofertas y liquidaciones.

PC gaming de alto rendimiento

Si estás pensando en comprar un PC gaming completo, vas por buen camino: hoy es más fácil que nunca conseguir fluidez, gráficos nítidos y cargas rápidas sin arruinarse. Entre tantas combinaciones posibles es normal liarse, por eso aquí encontrarás una guía directa, con consejos claros y configuraciones concretas para que inviertas bien cada euro.

Esta guía reúne todo lo que hace falta saber: qué memoria elegir, cuánta VRAM necesitas según la resolución, qué CPU da más por menos, el almacenamiento que de verdad compensa y cómo refrigerar con cabeza. También verás packs recomendados, opiniones de expertos, comparativas reales y un repaso a errores típicos que conviene evitar antes de pasar por caja.

Guía de componentes para acertar con tu PC gaming completo

Componentes para PC gaming

Memoria RAM

Para jugar con soltura en 2025, 16 GB son el mínimo recomendable. Cada vez hay más equipos con 32 GB y, si haces multitarea pesada o piensas estirar el PC varios años, esa cifra da mucha tranquilidad. En cuanto a tipos, piensa que DDR4 y DDR5 son como dos autopistas: DDR5 ofrece más ancho de banda, pero DDR4 sigue siendo muy válida si buscas ajustar presupuesto.

  • DDR4: opción muy económica y solvente si trabajas con plataformas como AMD Ryzen 5000 o Intel de 12ª generación. Un ejemplo de kit asequible y capaz sería una DDR4-3200 (como la SP MEMORIA DDR4-3200).
  • DDR5: es el nuevo estándar en plataformas modernas (Ryzen 7000 e Intel recientes). Más velocidad y mayor margen de futuro. Un kit tipo DDR5-5600 (como SP MEMORIA DDR5-5600) es una apuesta segura.

Importante: compra la RAM siempre en kit de dos módulos (por ejemplo 2×8 GB en vez de 1×16 GB) para activar el Dual Channel. Es rendimiento “gratis” que se nota tanto en CPU como en GPU cuando el juego demanda ancho de banda.

Tarjeta gráfica (GPU)

La gráfica manda en juegos: define calidad visual, resolución y FPS. Si no sabes cuál tienes, aprende a identificar la tarjeta gráfica en Windows 11. Además de los núcleos y frecuencias, la VRAM es crítica. Si te quedas corto de memoria de vídeo, aparecerán tirones y texturas que no cargan como deben.

  • Guía rápida de VRAM por resolución:
    • 1080p: evita cualquier cosa con menos de 8 GB.
    • 1440p: apunta a 12 GB como mínimo práctico.
    • 4K: lo ideal es 16 GB o más.

En gamas asequibles, verás opciones muy interesantes: desde la Intel Arc B580 con 12 GB, pasando por la relación FPS/€ de la RTX 5060, hasta propuestas con más VRAM como la RX 9060 XT de 16 GB, que rinde especialmente bien si apuntas a 1440p.

Procesador (CPU)

No necesitas una CPU descomunal para jugar. Lo que buscas es que la tarjeta gráfica no se quede “esperando” a la CPU. En gaming puro, el punto dulce son los 6 núcleos y 12 hilos (por ejemplo, Intel Core i5-12400F o AMD Ryzen 5 5600). Si además haces streaming, edición o multitarea intensiva, 8C/16T es un escalón muy razonable.

Entre las alternativas destacadas hay opciones como Ryzen 5 5600X, Intel Core i5-13500 o, si quieres margen extra, Ryzen 7 5800X y Core i5-13600K. También asoma el Ryzen 7 8700F como CPU de 8C/16T sin gráficos integrados, ideal si sí o sí montarás una GPU dedicada.

Almacenamiento

Para el sistema y tus juegos, el SSD es innegociable. La combinación ganadora hoy es un SSD NVMe PCIe 4.0: son rápidos, fiables y su precio ha caído mucho. Un modelo popular es el Samsung 980 PRO. La capacidad mínima recomendable es 1 TB; con los AAA superando 150 GB, se agradece. Como alternativa secundaria, algunos plantean SSD + HDD, con opciones como WD Blue SA510 para ampliar según necesidades.

Refrigeración: aire o líquida

La temperatura estable es clave para mantener el rendimiento y alargar la vida del equipo; elegir la pasta térmica adecuada es fundamental. Por aire, un buen disipador con ventiladores es suficiente para la mayoría de casos: sale más barato, se instala fácil y solo requiere limpiar el polvo de vez en cuando.

  • Aire: ideal para gamas de entrada y media, e incluso alta si no haces overclocking agresivo. Fiabilidad y sencillez por bandera.
  • Líquida AIO: recomendable en CPUs muy potentes o si priorizas estética interior y silencio. Ofrece gran rendimiento térmico, aunque es más cara y el mantenimiento exige algo más de mimo.
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Configuraciones y packs recomendados

Packs de PC gaming

1) PC Gaming (Intel Core i5-12400)

Un equipo muy actual con CPU Intel Core i5 de 12ª y gráficos integrados. Aunque no trae GPU dedicada, su procesador es una base excelente para añadirla más adelante. Incluye SSD para el sistema, HDD de 1 TB para almacenamiento masivo, WiFi y Windows 11 Pro, además de monitor de 24″ y combo gaming.

  • Claves: i5-12400, 16 GB de RAM, 256 GB SSD + 1 TB HDD, Monitor 24″, WiFi y Windows 11 Pro.

2) PC Racing Gaming (Ryzen 5 4500 + GTX 1650)

La puerta de entrada al gaming con GPU dedicada a buen precio. La combinación de Ryzen 5 4500 con GTX 1650 permite jugar a los eSports y títulos populares en 1080p con FPS sólidos. Es un pack completo: llega con monitor 24″ FullHD y periféricos para enchufar y jugar.

  • Claves: Ryzen 5 4500, GTX 1650, 16 GB RAM, SSD 1 TB, Monitor 24″ FullHD + combo.

3) PC Racing Pack Initiation Pro (Ryzen 5 5500 + GTX 1650)

Similar al anterior, pero con Ryzen 5 5500, que sube el listón en fluidez general. Interesante su doble SSD (1 TB + 480 GB), lo que da más margen para juegos y aplicaciones. También incluye monitor 24″ y combo gaming para empezar con buen pie.

  • Claves: Ryzen 5 5500, GTX 1650, 16 GB RAM, SSD 1 TB + 480 GB, Monitor 24″ + combo.

4) PC Racing Gaming Top (i7 + RX 7600 XT)

Un salto grande para quienes buscan alto rendimiento en 1080p y 1440p. Monta Intel Core i7-12700KF, una potente Radeon RX 7600 XT y 32 GB de RAM. Perfecto para jugar en ultra, hacer multitarea, streaming o creación de contenido con holgura.

  • Claves: i7-12700KF, RX 7600 XT, 32 GB RAM, SSD 1 TB, Monitor 24″ + combo.

Consejos prácticos para elegir

No te quedes solo en el papel: el mejor truco es ver pruebas reales en tus juegos favoritos. En YouTube hay comparativas tipo “GPU A vs GPU B en X juego” donde verás FPS y estabilidad sin trampa ni cartón.

Evita problemas de compatibilidad y “cuellos de botella” usando herramientas como PCPartPicker, que avisa de tamaño, consumo y posibles choques entre piezas. Es mano de santo antes de pagar.

Las reseñas de usuarios y análisis de expertos son oro: experiencia real de uso, temperaturas, ruido y pequeños detalles que no aparecen en la ficha técnica. Merece la pena leer un rato antes de decidir.

Si no quieres complicarte, valora un equipo preensamblado por profesionales. Garantía única del sistema, equilibrio entre piezas y cero sustos al encender. Hay integradores especializados en dejarlo todo listo para enchufar y jugar.

Lo que dicen los expertos: GPU, CPU, RAM y almacenamiento

Al elegir GPU, piensa primero en resolución y refresco. Sugerencias de expertos: para 1080p, opciones como GeForce RTX 4060 Ti o Radeon RX 7600; para 1440p, RTX 4070 o RX 7700 XT; y para 4K, RTX 4080 o RX 7900 XT. Los modelos intermedios suelen ofrecer mejor relación calidad/precio.

También se recomienda no precipitarse con “la última y más cara”: los precios fluctúan mucho y los escalones medios (por ejemplo, RTX 3060 12 GB o 3060 Ti) suelen ser compras muy sensatas. Como punto de partida de cara al futuro, RTX 3060 o RX 6600 XT siguen siendo apuestas equilibradas.

En CPU, no hace falta lo más potente para jugar. Un gama media solvente es más que suficiente. Entre las recomendaciones aparecen Intel Raptor Lake (13ª) y AMD Ryzen 7000, pasando de generaciones antiguas si el presupuesto lo permite. Mínimo orientativo: 6 núcleos con frecuencias alrededor de 3,6 GHz, modo turbo y, si te apetece, margen de overclocking; consulta herramientas de overclocking para PC gaming.

RAM: existe consenso. “16 GB” es el estándar actual, y si vas a tener procesos exigentes en segundo plano (streaming, edición, multitarea), plantéate 32 GB. Mejor módulos rápidos (por ejemplo, DDR4 3200 MHz) y en Dual Channel para aprovechar el ancho de banda. Si tu plataforma admite DDR5 y encaja en el presupuesto, mejor.

Almacenamiento: lo mínimo razonable es 1 TB en SSD. Se puede combinar SSD (para sistema y juegos principales) con HDD (biblioteca grande y archivos). Si tiras de PCIe 4.0, ganarás en tiempos de carga; incluso algunos valoran PCIe 5.0 como apuesta a futuro. En cualquier caso, SSD sí o sí para el sistema.

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Modelos de torres y premontados que merecen la pena

Entre las torres y PCs ya listos, hay varias propuestas destacadas por editores y analistas: PcCom Bronze para iniciarse en eSports con posibilidad de ampliar; Acer Nitro N50, gran equilibrio con 16 GB, SSD de 1 TB y RTX 3060; MSI MAG Meta S 3SI-019XEU, modesto pero sólido en 1080p; PcCom Ready RTX3060 como opción muy competente por debajo de 1000 €.

Otra variante interesante es el PcCom Ready con RTX 4060 Ti por su CPU potente y 32 GB de RAM, o el HP Pavilion Gaming con combinación CPU/GPU equilibrada y almacenamiento mixto. Para presupuestos generosos, PcCom Imperial (Core i5-13600KF + RTX 4070) y opciones HP OMEN listos para jugar a lo grande. El precio puede variar y algunos enlaces pueden ser de afiliado.

Selección adicional de ordenadores gaming destacados

En sobremesa, el HP Victus 15L TG02-1029ns ofrece un Intel Core i5 con AMD Radeon RX 6400, Windows 11, SSD hasta 512 GB y 9 puertos USB para conectar todo. En packs, NitroPC – Pack Bronze combina Ryzen 5 PRO 4650G con gráfica integrada Vega 7, 16 GB DDR4 3200 MHz y SSD NVMe de 1 TB, además de periféricos y monitor en ciertos conjuntos.

Para quienes valoran diseño y ventilación, el ROG Strix G13CHR destaca por su estética inspirada en robots, RGB personalizable, flujo de aire optimizado, Dolby Atmos y cancelación de ruido por IA. Entre las propuestas versátiles, también encuentras equipos con RTX 3060 y refrigeración CPU Tempest, u opciones polivalentes con 16 GB de RAM, SSD de 512 GB y gráficas dedicadas tipo Radeon R9 370 de 4 GB.

En la parte alta, el HP OMEN 30L GT13-1049ns saca músculo con Intel Core i9 de 11ª, 32 GB de RAM y RTX 3080 Ti, además de SSD NVMe de 1 TB y refrigeración de alto rendimiento. Otras alternativas: PcCom Lite AMD Ryzen 5 5500 con GTX 1650 y chasis ventilado, o PcCom Ready Intel Core i5-12400F con SSD PCIe 4.0 de 1 TB y montaje experto.

Si miras portátiles gaming, hay opciones como OMEN 16-wf1016ns con Core de 14ª y RTX 4060, pantalla 16,1″ FHD antirreflejos; ASUS TUF A15 FA507NV con Ryzen 7 7735HS + RTX 4060, 16 GB DDR5 y 512 GB SSD; o el MSI Bravo 15 C7UDX-288XES con Ryzen 7 7940HS y GPUs GeForce RTX serie 40. También destaca el sobremesa Lenovo IdeaCentre Gaming 5 17IAB7 con Core i5 de 12ª y diseño bien ventilado.

Rendimiento real, presupuestos y equilibrio

El terreno de los 680–850 € es hoy muy competitivo. Fuentes de referencia muestran que un equipo bien equilibrado supera con facilidad los 60 FPS en 1080p con calidad alta, y que tarjetas como la RTX 5060 escalan desde eSports a AAA con soltura. Se han visto cifras de más de 370 FPS en Counter‑Strike 2 y medias de tres dígitos en títulos exigentes como Cyberpunk 2077.

En 1440p, se puede, pero hay que ajustar. La ganancia de rendimiento frente a generaciones anteriores existe, aunque la VRAM manda. Con 8 GB tendrás que jugar con la calidad gráfica; con 12–16 GB, el margen crece. El ray tracing sigue siendo un lujo en presupuestos ajustados, salvo que tires de DLSS/FSR/XeSS y seas flexible con los ajustes.

Premontado vs montaje propio: coste, garantías y soporte

La diferencia de precio entre premontado y DIY se ha reducido. Integradores reconocidos añaden unos 380–510 € sobre el coste de piezas, a cambio de montaje profesional, garantía del conjunto y soporte. Si es tu primer PC y no tienes tiempo, compensa por tranquilidad.

El que se anima al DIY aún puede ahorrar, pero tendrá que montar, diagnosticar si algo no arranca y gestionar cada garantía por separado, y usar programas gratis para acelerar y limpiar tu PC. Eso sí, YouTube y foros como Reddit ofrecen una ayuda brutal a cualquier hora, así que hoy es más fácil que nunca lanzarse y salir airoso.

Preparar tu PC para el futuro y tendencias a vigilar

Elige una placa base con margen: más ranuras PCIe y bancos de RAM para futuras ampliaciones. Una buena PSU de 650 W da juego para subir de GPU sin sustos y una caja espaciosa evitará dramas con gráficas largas. Estos pequeños extras ahorran dinero a medio plazo.

En tecnologías, el ray tracing aún castiga mucho la tasa de FPS en la gama económica, mientras que DirectStorage sí supone un salto real en tiempos de carga. La industria avanza, pero no a la velocidad de antaño: un PC bien elegido dura más que hace unos años, y DLSS/FSR/XeSS estiran el hardware de forma notable.

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El mercado de segunda mano vive buen momento: hay gangas interesantes si sabes qué buscar, incluidas GPUs que vienen de minería. Y si vas muy justo de presupuesto, el juego en la nube puede ser coartada temporal, con la cautela de la latencia en competitivos.

Optimización de ajustes y errores a evitar

Para rascar FPS, deja texturas altas si tienes VRAM suficiente y recorta primero sombras y distancia de dibujado. En 1080p, los AA antiguos como MSAA penalizan mucho; TAA suele ser un mejor compromiso. DLSS, FSR y XeSS pueden convertir 45 FPS en 65 FPS estables sin degradar demasiado la imagen; además, prueba programas para optimizar y acelerar juegos.

Errores típicos: gastar demasiado en CPU y racanear en GPU. La regla del 40–50% del presupuesto para la gráfica funciona por algo. No te la juegues tampoco con fuentes baratas o cajas sin ventilación: por ahorrarte 10–20 € puedes acabar con thermal throttling o, peor, con un susto de hardware.

En almacenamiento, no sacrifiques un NVMe por un SATA solo por ahorrar unos pocos euros: notarás cuellos de botella en cargas y perderás ventajas de tecnologías modernas. Y, por favor, evita montar un único módulo de 16 GB: vas a perder el Dual Channel y el rendimiento caerá en escenarios que tiran de RAM.

Cuándo comprar: ciclos de precio y oportunidades

Cuando llegan nuevas generaciones, las tiendas rebajan el stock anterior. Es buen momento para cazar chollos en GPU y CPU. Las campañas como Black Friday o la vuelta al cole traen descuentos potentes, pero requieren paciencia y plan: lo mejor vuela rápido.

Las liquidaciones de final de ciclo (3–6 meses tras un lanzamiento grande) son otra ventana de ahorro. En memorias y almacenamiento, los precios suben y bajan según producción y demanda móvil. Si vas corto de tiempo, no persigas el momento perfecto: compra cuando el salto de rendimiento justifique dar el paso.

Rendimiento esperado y perfiles de jugador

eSports y competitivos: busca FPS altos y estables. Una GPU tipo RTX 5060 puede superar de largo los 240 Hz en shooters optimizados. Invierte en SSD rápidos (cargas de mapa) y RAM con buenas frecuencias: cada segundo cuenta.

AAA en solitario: prioriza calidad visual e inmersión. Aquí la VRAM extra marca la diferencia, de ahí que GPUs con 12–16 GB (como RX 9060 XT de 16 GB) sean muy agradecidas en 1440p. Si puedes, acompaña con buen monitor IPS 1440p para redondear la experiencia.

Perfil equilibrado: si juegas de todo, quizá te convenga algo tipo RTX 5060, que ofrece un rendimiento muy sólido en 1080p alto y se defiende bien en 1440p ajustando un poco. La clave está en no descompensar el presupuesto y mantener calidad homogénea en todas las piezas.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto cuesta un buen PC gaming? Suele moverse entre 800 y 2500 € o más según pretensiones. La clave es optimizar componentes y no pagar por potencia que no vas a usar.

¿Qué marca es “la mejor”? No hay una única vencedora. ASUS, MSI, Gigabyte, Corsair y otras tienen piezas fantásticas. Lo importante es el conjunto: compatibilidad, garantía y equilibrio.

¿En qué me fijo al comprar? CPU, GPU, RAM, almacenamiento y refrigeración. Piensa en qué juegos vas a jugar, a qué resolución, qué monitor usas y cómo quieres ampliar a futuro; también valora cuál es el mejor sistema operativo para gaming.

¿Para qué sirve un PC gaming además de jugar? Streaming, edición de vídeo, foto, modelado 3D… Con la configuración adecuada, sirve como estación de trabajo y ocio.

¿Es mejor un PC “normal” o uno gaming? El gaming está optimizado para gráficos (GPU potente, más VRAM, mejor refrigeración). Un PC estándar puede ir sobrado para ofimática, pero se quedará corto en juegos exigentes.

¿Portátil gaming o sobremesa? El portátil da movilidad y rendimiento notable hoy en día, pero se actualiza peor. El sobremesa ofrece más potencia por euro y muchas opciones de ampliación si no necesitas moverlo.

Si algo deja claro el mercado actual es que conviene comprar con cabeza y a tu medida. Con 16 GB de RAM, un buen SSD, la GPU adecuada a tu resolución y una refrigeración sensata, lograrás una experiencia fluida; si además eliges bien cuándo comprar, miras pruebas reales y evitas recortes peligrosos (fuente de alimentación o ventilación), tendrás PC para rato con margen de crecimiento sin pagar de más.

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