- Integra el SoC ARM CIX P1 de 12 núcleos con NPU dedicada y hasta 45 TOPS para cargas de IA locales.
- Se basa en el chasis modular y reparable del Framework Laptop 13, con versiones portátil Pro y mini PC Standard.
- Llega con Ubuntu 25.04 optimizado para ARM y IA, pensado para desarrolladores y entusiastas del software libre.
- Su atractivo se ve limitado por consumo en reposo elevado, precio alto y un ecosistema ARM menos maduro que x86.

El mundo del PC está cambiando a toda velocidad y, en medio de la fiebre por la inteligencia artificial, aparece una propuesta que rompe bastante con lo que veníamos viendo: el MetaComputing AI PC con Framework Laptop 13. No estamos ante otro portátil más con pegatina de “AI PC”, sino ante una máquina basada en ARM, con NPU dedicada, montada sobre un chasis modular y reparable pensado originalmente para procesadores x86.
Este equipo llega de la mano de MetaComputing, una empresa con sede en Suiza fundada en 2024, y combina un SoC ARM CIX P1 de 12 núcleos, hasta 45 TOPS de potencia de IA sumando CPU y NPU, almacenamiento NVMe y Ubuntu 25.04 como sistema operativo de serie. Sobre el papel suena muy bien para desarrolladores, amantes del software libre y quienes quieren trabajar con modelos de IA en local sin depender de la nube, aunque también arrastra varias incógnitas técnicas y de disponibilidad que conviene tener presentes.
Qué es el MetaComputing AI PC con Framework Laptop 13
MetaComputing se estrena en el mercado con una apuesta peculiar: un PC con IA basado en ARM integrado en el ecosistema Framework Laptop 13. Es decir, un portátil (y también una variante tipo mini PC) que aprovecha el chasis modular y reparable de Framework, pero sustituyendo las típicas placas base x86 por una plataforma ARM moderna orientada a cargas de trabajo de inteligencia artificial.
El corazón del sistema es el SoC CIX P1 (CP8180), un chip que ya hemos visto en dispositivos como la placa Orion O6, el Orange Pi 6 Plus o el mini PC MINISFORUM MS-R1, pero que aquí da el salto al formato portátil. Se trata, por lo que sabemos, del primer portátil comercial basado en este SoC concreto, lo que convierte al MetaComputing AI PC en una especie de “conejillo de indias” para ver hasta dónde puede llegar ARM en un laptop centrado en IA.
El dispositivo se ofrece en dos sabores principales: una versión “Pro” montada directamente en el chasis del Framework Laptop 13, con pantalla, teclado y batería; y una versión “Standard” que se comercializa como mini PC, con una caja co-marcada por Framework y Cooler Master. Ambas comparten la misma plataforma CIX P1, memoria RAM de 16 GB o 32 GB y SSD NVMe de 1 TB, aunque difieren en conectividad física, presencia de batería y periféricos integrados.
Todo el conjunto llega con Ubuntu 25.04 preinstalado, una distribución muy popular en entornos de desarrollo y que MetaComputing asegura haber optimizado para cargas de trabajo sobre ARM y para el uso de frameworks de IA y aplicaciones “edge”. La idea es que el usuario pueda encender el equipo, instalar sus herramientas favoritas y ponerse a trabajar con modelos de IA en local desde el minuto uno.
Arquitectura ARM CIX P1: CPU, GPU y NPU para IA

El componente más llamativo del MetaComputing AI PC es sin duda su SoC ARM CIX P1 (CP8180) fabricado en 6 nm por TSMC. Hablamos de un chip con diseño DynamIQ de 12 núcleos, que combina distintos tipos de cores para equilibrar rendimiento bruto y eficiencia energética.
A nivel de CPU, la configuración se reparte en 4 núcleos Cortex-A720 “grandes” de alto rendimiento (hasta 2,6 GHz), 4 núcleos Cortex-A720 “medios” y 4 núcleos Cortex-A520 enfocados a eficiencia. Este esquema de tres clústeres permite escalar desde tareas ligeras hasta procesos pesados de compilación, ejecución de modelos o trabajo multitarea, desviando la carga a los núcleos adecuados en cada momento. El conjunto comparte una caché L3 de 12 MB, que ayuda a reducir latencias y a aprovechar mejor los 12 cores bajo carga mixta.
En el apartado gráfico, el portátil monta una GPU Arm Immortalis G720 MC10, una solución moderna que soporta APIs como Vulkan 1.3, OpenGL ES 3.2 y OpenCL 3.0. Además de ofrecer una experiencia decente en escritorio Linux y aceleración de vídeo, esta GPU suma una característica poco habitual en este rango: soporte de ray tracing por hardware, algo que puede resultar interesante para ciertos experimentos gráficos, simulaciones o desarrollo de aplicaciones 3D avanzadas.
Para la parte multimedia, el SoC incluye un VPU capaz de decodificar vídeo hasta 8K a 60 fps en códecs AV1, H.265, H.264, VP9, VP8 y otros formatos clásicos como MPEG-2 o MPEG-4, y de codificar hasta 8K a 30 fps en H.265, H.264, VP9 y VP8. Esto convierte al MetaComputing AI PC en un candidato competente para usos de reproducción de contenido de alta resolución, procesamiento de vídeo y tareas de análisis visual con IA.
Donde realmente saca músculo esta plataforma es en la unidad de inteligencia artificial: el CIX P1 integra una NPU de hasta 28,8 TOPS, compatible con formatos numéricos como INT4, INT8, INT16, FP16/BF16 y TF32. Si se combina la potencia de esta NPU con la de la CPU, MetaComputing habla de hasta 45 TOPS de rendimiento global en cargas de IA, una cifra que la sitúa en la liga de otros PCs con aceleradores dedicados pensados para inferencia local de modelos.
El TDP declarado ronda los 28 W, lo que sitúa a este SoC más cerca de procesadores para portátiles de gama media que de chips ultra eficientes para tablets o ultraportátiles pasivos. Sobre el papel permite ofrecer un buen equilibrio entre rendimiento y consumo, pero como veremos más adelante, el comportamiento real en reposo y bajo batería es uno de los puntos que generan más dudas.
Configuraciones, chasis Framework y opciones de hardware

Una de las bazas más interesantes de este proyecto es la integración con el ecosistema Framework Laptop 13, conocido por su diseño modular, reparable y fácilmente actualizable. MetaComputing se apoya en este chasis para ofrecer su modelo Pro y en una caja desarrollada junto a Cooler Master para la versión Standard, lo que da bastante juego tanto a usuarios finales como a desarrolladores.
En lo que respecta a la memoria, el MetaComputing AI PC se ofrece con 16 GB o 32 GB de RAM, una cantidad razonable para entornos de desarrollo, máquinas virtuales ligeras y ejecución de modelos de IA de tamaño medio en local. Para el almacenamiento, la configuración estándar integra un SSD NVMe de 1 TB, más que suficiente para alojar el sistema operativo, diversas distribuciones, entornos de trabajo, datasets y modelos sin estar sufriendo por el espacio desde el primer día.
El modelo Pro hereda directamente la pantalla del Framework Laptop 13: un panel de 13,5 pulgadas con resolución 2256 x 1504 píxeles, relación de aspecto 3:2, 60 Hz de refresco, brillo de 400 nits y cobertura del 100 % del espacio de color sRGB. Es una pantalla con buena nitidez y formato muy cómodo para programación, navegación y trabajo ofimático, donde la verticalidad extra se agradece claramente frente al típico 16:9.
La versión Pro integra también una webcam 1080p a 60 fps, pensada para videollamadas con buena fluidez y calidad decente, así como un lector de huellas dactilares para mejorar la seguridad y facilitar el inicio de sesión. El teclado QWERTY y el touchpad son los mismos que ya conocíamos del Framework Laptop 13, con lo que podemos esperar una experiencia de escritura y navegación muy similar a la de su variante con CPU x86.
En términos de energía, el portátil monta una batería de 55 Wh y se alimenta mediante un cargador USB-C, mientras que el modelo Standard (mini PC) dependen también de alimentación vía USB-C pero carece de batería interna. Aquí es donde entra en juego el comportamiento real del CIX P1 frente a la autonomía y el consumo en reposo, un punto crítico para determinar si este equipo tiene sentido como portátil de uso diario o está más orientado a estar enchufado gran parte del tiempo.
Conectividad, puertos y expansión
Al apoyarse en el ecosistema Framework, el MetaComputing AI PC disfruta de un sistema de módulos de expansión tipo “plug-and-play”. Esto permite que el usuario elija qué puertos quiere tener a mano simplemente intercambiando tarjetas en los huecos disponibles del chasis.
En el modelo Standard (mini PC), se confirma la presencia de una tarjeta de expansión USB-C que permite tanto datos como alimentación. En el modelo Pro, el portátil, MetaComputing incluye dos módulos de expansión USB-C, a los que el usuario puede sumar otros tipos de tarjetas como HDMI, USB-A, tarjetas de memoria y similares, siempre dentro del catálogo de Framework.
En cuanto a conectividad inalámbrica, el equipo monta un módulo Intel Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.3 AX210, lo que garantiza buenas velocidades de red en bandas de 2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz, así como compatibilidad amplia con dispositivos Bluetooth modernos (auriculares, teclados, ratones, mandos, etc.). Para un portátil orientado a desarrollo y uso móvil, disponer de Wi-Fi 6E es casi obligatorio hoy en día, y aquí se cumple sin problema.
En el modelo Standard, el listado de especificaciones menciona la presencia de una tarjeta HDMI como opción de salida de vídeo, pensada para conectar el mini PC directamente a un monitor o televisor. El modelo Pro, al tener pantalla integrada, no depende tanto de estas tarjetas, pero puede usar los puertos de expansión para añadir salidas adicionales o almacenamiento externo rápido según las necesidades de cada usuario.
Tanto el portátil como el mini PC están diseñados con la filosofía habitual de Framework y Cooler Master: priorizar la modularidad y la reparabilidad. Eso significa que, si en el futuro aparece una nueva placa base ARM o incluso otra plataforma compatible, el usuario podría actualizar el corazón de su equipo sin necesidad de tirar el chasis, la pantalla o el teclado, alargando notablemente la vida útil del dispositivo.
Software, Ubuntu 25.04 y ecosistema de IA en ARM
MetaComputing envía su AI PC con Ubuntu 25.04 instalado de fábrica, una versión relativamente reciente de la distribución de Canonical que viene con un kernel Linux moderno y soporte mejorado para hardware actual. La compañía promociona este entorno como “estable y amigable para desarrolladores”, optimizado tanto para la arquitectura ARM como para cargas de trabajo de IA.
Según la propia MetaComputing, los usuarios pueden ejecutar frameworks de IA, herramientas de desarrollo y aplicaciones edge “out of the box”, es decir, sin tener que pelearse demasiado con compilaciones manuales o paquetes experimentales. En la práctica, esto debería traducirse en buen soporte para bibliotecas como PyTorch, TensorFlow, ONNX Runtime y otras soluciones pensadas para correr modelos de inferencia de manera local.
El hecho de apostar por Linux y software libre encaja muy bien con el perfil de usuario al que va dirigido este equipo: desarrolladores, investigadores independientes, comunidad maker y entusiastas que valoran poder meter mano al sistema, compilar kernels, probar versiones de prueba y trastear con el stack completo sin demasiadas restricciones. Además, para despliegues de IA en el borde (edge computing), una distribución como Ubuntu con buen soporte de paquetes y actualizaciones de seguridad es un punto a favor.
Ahora bien, aunque Ubuntu en ARM ha avanzado mucho, el ecosistema de software comercial y drivers en ARM todavía no está tan maduro como en x86. Algunas aplicaciones propietarias, herramientas de virtualización o drivers específicos pueden no estar disponibles o requerir soluciones de compromiso. Para quien viva 100 % en el mundo del open source no será un gran problema, pero para quien dependa de software cerrado de nicho puede ser un freno importante.
Otro factor a tener en cuenta es el soporte y optimización de la GPU y la NPU. La Immortalis G720 y la NPU del CIX P1 necesitan drivers y librerías afinadas para sacar todo su partido en entornos reales. Aunque sobre el papel el soporte de Vulkan, OpenCL y la aceleración de IA es sólido, hasta que no haya más pruebas públicas y benchmarks independientes no sabremos hasta qué punto el software aprovecha realmente la potencia anunciada.
Por qué este portátil ARM con IA tiene sentido ahora
El desembarco del MetaComputing AI PC se produce en pleno auge de la llamada “era del PC con IA”. Cada vez más fabricantes integran NPUs en sus procesadores, desde las últimas generaciones de Intel y AMD en x86 hasta los chips ARM de Apple y Qualcomm, con la idea de ejecutar modelos de IA directamente en el dispositivo, reduciendo dependencia de la nube.
En este contexto, la propuesta de MetaComputing destaca por combinar una arquitectura ARM con NPU propia dentro de un chasis tan modular como el Framework Laptop 13. El resultado es una máquina que se sitúa a medio camino entre el portátil clásico, el mini PC para escritorio y un pequeño nodo de cómputo para IA y edge computing. No busca competir de tú a tú con un portátil gaming con GPU dedicada, sino ofrecer un equilibrio entre eficiencia, potencia razonable y apertura.
Frente a los clásicos equipos basados en CPU x86 más GPU dedicada, este tipo de configuración ARM + NPU puede aportar una ventaja clara en términos de eficiencia energética y temperatura, especialmente si el software está bien optimizado. Esto se traduce en menos ruido de ventiladores, menor consumo eléctrico y, potencialmente, más autonomía si se controla el consumo en reposo, algo crítico en portátiles.
Además, el Framework Laptop 13 ya se había ganado una comunidad fiel gracias a su apuesta por la reparabilidad, la personalización y la larga vida útil. Que un actor como MetaComputing aproveche esa base para lanzar una alternativa ARM para IA es una señal interesante de por dónde puede ir el futuro de los PCs modulares, donde cambiar de arquitectura no implique cambiar todo el dispositivo.
Para desarrolladores, estudiantes o entusiastas de la IA que quieran experimentar con modelos en local, prototipar aplicaciones “on-device” o desplegar servicios en el borde, tener una máquina así puede resultar muy atractiva: es portátil (en el caso Pro), relativamente silenciosa, con buena conectividad y con un sistema operativo preparado para trabajar desde el primer arranque sin depender de soluciones en la nube.
Limitaciones, dudas y puntos débiles de la propuesta
No todo son luces. A pesar de que el MetaComputing AI PC suena muy bien sobre el papel, hay una lista de incógnitas técnicas y de mercado que hacen que más de uno se lo piense dos veces antes de lanzarse a por él.
Para empezar, la información disponible se describe como “especificaciones preliminares”. Muchas de las características publicadas proceden de mezclar datos oficiales de MetaComputing con lo que ya se sabía del Framework Laptop 13 y de otros dispositivos basados en el CIX P1. Eso deja margen a cambios en la configuración final, tanto en detalles de rendimiento como en aspectos de conectividad o consumo.
La gran preocupación técnica viene del consumo en reposo del CIX P1. En dispositivos similares, como la Radxa Orion O6, se han medido consumos de 16-17 W en idle, una cifra bastante alta para algo que se vende como solución eficiente y que en formato portátil debería cuidar especialmente la autonomía. Estos datos han sido confirmados también por usuarios que han analizado el mini PC MINISFORUM MS-R1 con el mismo SoC.
Si ese comportamiento se traslada sin grandes mejoras al MetaComputing AI PC, nos encontraríamos con un portátil que gasta demasiado incluso cuando no está haciendo casi nada, recortando de forma notable las horas de uso lejos del enchufe. Para un mini PC fijo en el escritorio puede ser asumible, pero para una máquina que pretende ser móvil esto es un hándicap considerable.
A esto se suma la ya mencionada madurez desigual del ecosistema de software en ARM. Aunque Ubuntu está bien trabajado, todavía hay dudas sobre el nivel de compatibilidad y optimización de los frameworks de IA más populares, las librerías gráficas y los drivers de la NPU en escenarios reales: inferencia sostenida, entrenamiento ligero, multitarea con escritorio, navegado intensivo, etc.
También está el tema del precio y la disponibilidad por regiones. Algunas fuentes apuntan a que el modelo Standard (mini PC) partiría de los 549 dólares para la versión de 16 GB de RAM y 649 dólares para la de 32 GB, mientras que el portátil con chasis Framework 13 se situaría alrededor de 999 dólares (16 GB) y 1.099 dólares (32 GB). Son cifras que colocan a este equipo en una franja donde compite directamente con portátiles x86 muy capaces, incluidos algunos con GPU dedicada, lo que puede hacer que al usuario medio le cueste justificar la compra de una opción tan de nicho.
Relación con otros proyectos y contexto del mercado
Otro detalle curioso es la conexión indirecta de MetaComputing con otros proyectos de hardware alternativo. El chasis usado para el MetaComputing AI PC recuerda mucho al de dispositivos de DeepComputing, como el DC-ROMA basado en un SoC RISC-V StarFive JH7110. Y no es casualidad: ambas empresas comparten fundador, Yuning Liang, aunque una está establecida en Hong Kong (DeepComputing) y la otra en Suiza (MetaComputing), y operan como entidades separadas.
Este trasfondo explica en parte por qué vemos un enfoque tan marcado hacia arquitecturas alternativas y hardware modular compatible con Linux. Primero fue RISC-V, ahora ARM orientado a IA, y no sería raro que en el futuro aparezcan más placas o mainboards intercambiables para el propio Framework Laptop 13 con otras plataformas emergentes.
A nivel de mercado, el MetaComputing AI PC se sitúa en un segmento todavía muy verde: portátiles y mini PCs ARM con NPU dedicada y Linux como sistema principal. Mientras los grandes fabricantes empujan Windows en ARM o soluciones macOS cerradas, aquí se apuesta claramente por un stack abierto. Eso convierte a este dispositivo en una opción de nicho, pero también en una referencia interesante para quienes quieren evaluar hasta dónde se puede llegar con IA en local fuera de los ecosistemas tradicionales.
En paralelo, el mundo Linux sigue avanzando con fuerza: nuevas versiones de kernels LTS, escritorios como GNOME, KDE Plasma o LXQt y herramientas como Wireshark, VLC, GStreamer y drivers gráficos como los de NVIDIA se van adaptando a las necesidades de usuarios cada vez más variados. Este contexto beneficia a dispositivos como el MetaComputing AI PC, porque demuestra que hay un ecosistema software vivo y en expansión preparado para aprovechar hardware diferente del típico PC x86 con Windows.
Todo ello se traduce en que, aunque hoy sea una máquina para perfiles muy concretos, el camino que abre es relevante para el futuro de los ordenadores personales con IA. Si más fabricantes se animan y el soporte de software en ARM se consolida, podríamos ver cómo estos equipos pasan de raras avis a opciones habituales en catálogos de portátiles y sobremesas.
Con todos estos ingredientes, el MetaComputing AI PC con Framework Laptop 13 se queda como una propuesta tan peculiar como prometedora: une ARM, NPU, chasis modular Framework y enfoque “on-device AI” en un mismo concepto. A cambio, obliga a aceptar precios elevados, posibles limitaciones de autonomía y un ecosistema de software aún menos pulido que el de los PCs x86 de toda la vida. Para quien valore la modularidad, el software libre y la experimentación con IA en local, puede ser una herramienta muy potente; para el usuario generalista, quizá todavía sea pronto para dar el salto a algo tan rompedor.
