- Apple prepara un nuevo MacBook de 12,9–13,3 pulgadas económico con chip A18 Pro, pantalla LCD y precio claramente por debajo del MacBook Air.
- La gama portátil se renovará con chips M5, M5 Pro y M5 Max en MacBook Air y MacBook Pro, y se baraja un futuro Pro con pantalla OLED táctil y M6.
- El Mac Pro actual pierde protagonismo frente al Mac Studio con M5 Ultra, mientras Apple refuerza la base con un iPad de entrada con chip A18.
El mundo del Mac se prepara para un auténtico terremoto en 2026. Apple tiene en la mesa una renovación casi completa de su gama de ordenadores, con nuevos procesadores, cambios de diseño y, sobre todo, un portátil pensado para convertirse en el Mac más barato de su catálogo. No es un simple ajuste de ciclo: si todos estos rumores se cumplen, la forma de entrar en el ecosistema macOS puede cambiar para siempre.
En paralelo a esta apertura a presupuestos más ajustados, parece que habrá consecuencias en la parte alta del catálogo. El Mac Pro actual corre serio riesgo de quedar arrinconado o incluso desaparecer, mientras el Mac Studio gana protagonismo como referencia de sobremesa profesional. Entre medias, toda la familia de MacBook Air y MacBook Pro dará el salto a la serie de chips M5, y ya se oye hablar de un futuro MacBook Pro con pantalla OLED táctil y chip M6 que pondría patas arriba el segmento más exigente.
Un nuevo MacBook de 12,9 pulgadas: el portátil económico que lo cambia todo

La gran estrella de los rumores es un nuevo MacBook de unas 12,9-13,3 pulgadas pensado como portátil económico, con el que Apple quiere plantar cara a los Chromebooks y a los portátiles baratos con Windows. No formaría parte de la familia Air ni de la Pro: sería una línea independiente, con su propia personalidad y un objetivo claro, bajar el precio de acceso al Mac muy por debajo de los modelos actuales.
Fuentes como Bloomberg, Ming-Chi Kuo y otros filtradores coinciden en lo esencial: este portátil llevaría un chip de la serie A (el A18 Pro) en lugar de un procesador M, una pantalla LCD estándar y materiales de construcción más sencillos para contener el coste. El nombre en clave interno sería J700 y su público objetivo abarca desde estudiantes hasta oficinas y usuarios que solo necesitan un equipo fiable para ofimática, navegación, vídeo y tareas ligeras.
En cuanto al tamaño, se habla de una pantalla de alrededor de 12,9-13,3 pulgadas, ligeramente más pequeña que las 13,6 pulgadas del MacBook Air actual. Esto lo situaría en ese punto dulce entre portabilidad y comodidad de uso, recuperando un poco la filosofía de los antiguos MacBook o de los MacBook Air más compactos de 11 pulgadas, pero con un enfoque totalmente renovado.
Apple no parece dispuesta a obsesionarse con la delgadez extrema en este modelo. El chasis sería relativamente sencillo y algo menos refinado que el de los Air, sin renunciar a una estética cuidada, pero permitiendo abaratar la fabricación. Nadie espera un ladrillo, pero tampoco el típico portátil ultrafino de diseño icónico: la prioridad aquí es ajustar el precio sin destrozar la experiencia.
Para reducir aún más costes, los rumores apuntan a que Apple podría reutilizar parte del proceso industrial del antiguo MacBook Air con chip M1, incluyendo elementos como la pantalla Retina, el teclado con Touch ID y algunos componentes internos. Esta jugada encaja con la estrategia que ya se ha visto en gamas como iPhone SE o Apple Watch SE, donde se reciclan diseños anteriores para lanzar productos más baratos sin renunciar al ecosistema.
Pantalla, diseño y colores: menos lujos, más personalidad

Uno de los sacrificios más claros frente a los Mac de gama superior estará en la pantalla. Este MacBook económico montaría un panel LCD convencional, sin tecnologías como mini‑LED, sin ProMotion de 120 Hz y sin florituras pensadas para creadores profesionales. Aun así, todo indica que seguiría ofreciendo una calidad suficiente para uso diario, vídeo y trabajo de oficina.
En diseño, la apuesta sería pragmática. El portátil tendría un aspecto reconocible como producto Apple, pero con menos énfasis en el grosor mínimo o los acabados más caros. No se espera que supere de forma exagerada los 1,12 cm de grueso del MacBook Air actual, y con ese margen seguiría siendo posible un diseño fanless y una buena gestión térmica, gracias a la eficiencia del chip A18 Pro.
Donde sí se quiere marcar diferencia es en los colores. Se rumorea que estará disponible en plata, azul, rosa y amarillo, en línea con la gama cromática del iMac más reciente. Esta paleta le da un toque juvenil y desenfadado, muy alineado con ese público al que se quiere atraer desde los iPhone, iPad, Chromebooks o portátiles asequibles con Windows.
La combinación de pantalla LCD estándar, chasis algo más sencillo y ausencia de tecnologías premium es la receta que permitiría a Apple mantenerse en su rango de calidad habitual, pero recortando todo lo que no es estrictamente necesario para el usuario tipo: estudiantes, familias, pequeñas empresas o quien solo quiere algo que funcione bien para las tareas del día a día.
En resumen, el enfoque apunta a un Mac que no busca impresionar por especificaciones de élite, sino por ofrecer macOS y las ventajas del ecosistema Apple a un precio inédito en la gama de portátiles de la compañía. Y ahí es donde entra en juego el corazón del equipo: el chip A18 Pro.
Chip A18 Pro: el corazón del MacBook barato con cerebro de iPhone
La decisión más llamativa de este nuevo portátil es su procesador. En vez de usar un chip de la familia M, Apple apostaría por el A18 Pro, el mismo SoC que montan los iPhone 16 Pro y 16 Pro Max. Es un giro interesante: pasa de ser un chip pensado para móviles a encargarse de un portátil con macOS y una pantalla de mayor tamaño.
El A18 Pro está fabricado con el proceso de 3 nm de segunda generación de Apple y suele ir acompañado de 8 GB de RAM, ofreciendo un equilibrio muy sólido entre rendimiento y eficiencia energética. Es compatible con Apple Intelligence, el conjunto de funciones de IA de la compañía, lo que abre la puerta a que este MacBook económico tenga acceso a esa capa “inteligente” que Apple está integrando en todo su ecosistema.
En términos de potencia bruta, distintas estimaciones y benchmarks filtrados apuntan a que el rendimiento del A18 Pro se sitúa cerca del M1, e incluso lo supera en algunos escenarios. En CPU de un solo núcleo puede alcanzar cifras similares a las del M3 Ultra, aunque obviamente en multinúcleo y GPU no llega a esos extremos. Aun así, para un portátil de entrada, hablamos de un músculo más que suficiente.
Con este hardware, el MacBook barato podría manejar sin problemas navegación web pesada, edición de documentos, consumo de vídeo y fotografía básica, así como una buena parte de las apps del ecosistema Apple, incluyendo juegos de Apple Arcade. También sería un sustituto razonable para quienes usan un iPad barato con teclado a modo de “pseudo portátil” y prefieran dar el salto a macOS completo.
Eso sí, hay que tener claro el posicionamiento: no será un equipo pensado para cargas profesionales exigentes como proyectos grandes de Final Cut Pro, edición de vídeo 4K compleja, renderizado 3D avanzado o trabajo intenso con IA local. Podrá ejecutar este tipo de aplicaciones, pero con tiempos de exportación y fluidez muy por detrás de los Mac con M‑series de gama media y alta.
Puertos, batería y experiencia de uso diaria
A nivel de conectividad física, los analistas no esperan grandes alegrías. Para ahorrar costes, es probable que Apple limite el número de puertos USB‑C, quizá a uno solo, aunque no se descarta que acabe con dos como el MacBook Air. La idea es cubrir lo esencial (carga, datos, vídeo) pero sin convertir este modelo en un hub de conexiones.
Donde sí podría brillar, gracias al chip A18 Pro, es en autonomía. La eficiencia de este SoC, unida al espacio disponible en un chasis de aproximadamente 13 pulgadas, permitiría instalar una batería de buena capacidad. Se habla de cifras similares o incluso ligeramente superiores a las del MacBook Air actual: hasta unas 18 horas de reproducción de vídeo y alrededor de 15 horas de navegación web, siempre con las típicas reservas de que dependerá del uso real.
Combinado con macOS, este hardware convertiría al equipo en una opción ideal para jornadas completas de trabajo o estudio sin pasar por el enchufe. Para estudiantes que estén todo el día entre clases, trabajos y ocio, o para profesionales con muchas reuniones, puede ser un argumento de peso frente a muchos portátiles baratos con Windows que se quedan cortos de batería.
En cuanto al resto de la experiencia, se espera que mantenga un teclado cómodo, un trackpad grande y un sistema de sonido competente, quizás heredados en parte del MacBook Air M1 o de diseños anteriores. Apple sabe que el “feeling” del equipo es clave para que el usuario perciba que sigue usando un Mac de verdad y no un portátil barato cualquiera.
Todo ello se adereza con la integración habitual del ecosistema: sincronización con iPhone y iPad, Handoff, AirDrop, iCloud y compatibilidad con Apple Intelligence, lo que lo coloca como un puente natural para usuarios de iPhone que ahora mismo usan un PC económico y quieran algo que encaje mejor con su móvil.
Precio y fecha de lanzamiento: por debajo de los 1.000 dólares, mirando a Chromebooks
El elemento clave de esta apuesta es, obviamente, el precio. Las filtraciones coinciden en situar este MacBook económico “bastante por debajo” de los 1.000 dólares, con franjas de entre 599 y 699 dólares en la mayoría de reportes, y algunos análisis que amplían la horquilla hasta 799 en el peor de los casos.
Para ponerlo en contexto, el MacBook Air más básico parte en 999 dólares y en mercados como España ronda los 1.099 euros. Los rumores apuntan a que este nuevo portátil se colocaría por debajo de esa cifra incluso tras impuestos, con un pequeño incremento respecto al precio en dólares, como siempre ocurre en Europa.
Bloomberg habla de que el objetivo es claro: entrar en el terreno donde ahora dominan Chromebooks y portátiles Windows de gama baja, pero ofreciendo macOS y un nivel de acabado característico de Apple. Sería, de facto, el Mac más asequible vendido oficialmente por la compañía en muchos años.
Si miramos productos actuales, la jugada tiene sentido. El iPad Air de 13 pulgadas se vende por unos 799 dólares con un chip de la serie M, mientras que el iPad base con chip A‑series se sitúa claramente por debajo. Entre ambos mundos hay hueco para un portátil económico con macOS. Además, el histórico del MacBook Air M1, que llegó a rebajarse a 599 dólares en algunos distribuidores, marca un precedentes de precio atractivo que Apple podría querer replicar de forma oficial.
En cuanto a la llegada al mercado, las fuentes coinciden en que Apple apunta a la primera mitad de 2026. Varias informaciones sitúan su producción durante 2025 para tener stock preparado de cara a un anuncio entre el primer y el segundo trimestre, posiblemente aprovechando el mismo momento en que se actualicen los MacBook Air al chip M5.
M5 en todas partes: la doble ofensiva con MacBook Air y MacBook Pro
Este nuevo MacBook barato no llegará solo. Apple prepara una actualización generalizada de sus portátiles con los chips M5, M5 Pro y M5 Max, con el objetivo de completar la transición a esta generación de Apple Silicon en prácticamente toda la gama Mac.
Por un lado, se espera que los MacBook Air de 13 y 15 pulgadas den el salto del M4 al M5 a principios de 2026. No se habla de cambios de diseño importantes: se mantendrían el chasis actual, el formato ultrafino, el peso ligero y la filosofía de portátil “para casi todo”. Las mejoras se centrarían en la potencia, la eficiencia y pequeños ajustes internos, quizá con la introducción de algún color nuevo sustituyendo al azul cielo.
Por otro lado, los MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas recibirán sus versiones con M5 Pro y M5 Max también a principios de año. Actualmente solo existe un modelo de 14 pulgadas con el M5 base, por lo que esta oleada completaría la gama profesional ofreciendo opciones pensadas para edición de vídeo pesada, programación avanzada, diseño 3D y trabajos de IA.
Los rumores sitúan estas máquinas como actualizaciones centradas casi exclusivamente en el rendimiento. No se esperan grandes cambios de chasis, ni nuevos tipos de pantalla, ni rediseños drásticos. La fórmula sería: misma carcasa, misma pantalla, mejores chips, discos SSD más rápidos y memoria con mayor ancho de banda.
En la práctica, esto significa que quien busque un portátil profesional en 2026 se encontrará con una gama sólida pero conservadora en apariencia, reservando las grandes novedades (como pantallas OLED táctiles y chips M6) para un MacBook Pro rediseñado que llegaría más adelante, hacia finales de año.
El MacBook Pro del futuro: OLED táctil, M6 y diseño revisado
Mirando un poco más allá del primer semestre, los informes más ambiciosos hablan de un MacBook Pro totalmente rediseñado que podría ver la luz a finales de 2026. Este modelo estrenaría varias primicias en la línea profesional de portátiles de Apple.
La novedad más llamativa sería la introducción de pantallas OLED táctiles. Hasta ahora Apple ha evitado mezclar el concepto de portátil tradicional con la interacción táctil directa sobre el panel, reservando ese enfoque para el iPad. Si finalmente se confirma, estaríamos ante un cambio de filosofía importante, con negros más profundos, mejor contraste, mayor eficiencia energética y nuevas posibilidades de uso.
Además, este MacBook Pro futuro montaría los chips M6 fabricados en 2 nm, dando un salto adicional en rendimiento y eficiencia frente a la familia M5. Como suele ocurrir, estos modelos se dirigirían al segmento más exigente del mercado, donde cada punto extra de potencia y cada minuto de autonomía marcan la diferencia.
En diseño también habría cambios. Se especula con la sustitución de la muesca actual por un recorte estilo “Isla Dinámica” similar al de los iPhone, lo que permitiría optimizar mejor el espacio de pantalla y lograr una apariencia más moderna y coherente con el resto del ecosistema.
Si se cumplieran los plazos, 2026 podría ver dos grandes oleadas para la gama Pro: una primera actualización con M5 Pro y M5 Max sin rediseño, y una segunda a finales de año con M6, OLED táctil y nuevo aspecto. Ya ha ocurrido algo parecido en el pasado, así que no sería completamente descabellado que Apple repitiera la jugada.
Mac Pro en el alambre y ascenso del Mac Studio
Mientras los portátiles viven esta transformación, en la gama de sobremesa profesional el ambiente es mucho más incierto. El Mac Pro, antaño buque insignia de potencia bruta, parece haber perdido su sitio en la estrategia de Apple. Informes de periodistas como Mark Gurman apuntan a que el equipo estaría prácticamente descartado internamente, relegado a un segundo plano.
La explicación está en el auge del Mac Studio. Apple estaría centrando sus esfuerzos en un nuevo Mac Studio con chip M5 Ultra, que se convertiría en el verdadero referente de sobremesa para profesionales. El Mac Pro actual, con chip M2 Ultra, ya se percibía para muchos como “un Mac Studio agrandado y más caro”, con ranuras PCIe que no todos necesitaban.
La comparación económica tampoco ayuda al Mac Pro. El modelo actual parte de más de 8.300 euros con M2 Ultra, mientras que un Mac Studio con M3 Ultra —más potente— cuesta prácticamente la mitad. Si a eso se suma la llegada futura del M5 Ultra al Studio, la brecha a nivel rendimiento/precio sería todavía más sonrojante.
A ello se une que la modularidad del Mac Pro ha perdido gran parte de su sentido en la era Apple Silicon. Las ranuras PCIe, pensadas para la ampliación en plataformas Intel, chocan con la filosofía de arquitectura unificada, donde CPU, GPU y memoria conviven en el mismo paquete y se intercambian datos a un ancho de banda gigantesco.
En este contexto, flotan varias posibilidades: que el Mac Pro desaparezca del catálogo sin más, que se quede congelado con M2 Ultra hasta que deje de tener sentido comprarlo o que reciba una actualización casi simbólica al M5 Ultra solo para mantener un “halo product” en el escaparate. En cualquiera de los casos, todo apunta a que el verdadero futuro del escritorio profesional de Apple pasa por la familia Studio.
Otros lanzamientos relacionados: iPad con A18 y 50 aniversario de Apple
Todo este movimiento no ocurre en el vacío. 2026 coincide con el 50 aniversario de Apple, y los rumores apuntan a que la compañía prepara una batería de lanzamientos para celebrarlo por todo lo alto: desde un posible iPhone plegable hasta una nueva versión de Siri impulsada por Google Gemini, pasando por una pantalla inteligente para el hogar.
En el terreno del iPad, filtraciones recogidas por medios como MacRumors indican que Apple está trabajando en un iPad de entrada con chip A18 que llegaría en primavera de 2026. Sería, como el nuevo MacBook barato, un dispositivo centrado en mejorar el rendimiento interno manteniendo un diseño continuista y un precio contenido.
Este iPad con A18 mantendría pantalla LCD no laminada y factor de forma similar al modelo base actual, pero con un salto considerable en potencia frente a generaciones precedentes. Se espera que su precio de salida ronde los 349 dólares, apuntando claramente a estudiantes y usuarios cotidianos que necesitan una tablet fluida sin gastar un dineral.
Con este movimiento, Apple refuerza la base de su gama: iPads y MacBooks accesibles con chips A‑series modernos que conviven con las gamas Air y Pro basadas en la familia M. Así, cubre mejor el espectro de presupuestos y perfiles de usuario, desde quien solo quiere un dispositivo para tareas sencillas hasta el profesional que necesita lo máximo.
La sensación general que dejan todas estas filtraciones es que Apple prepara un año especialmente intenso en el terreno del hardware, donde el nuevo MacBook de 12,9 pulgadas con chip A18 Pro juega el papel de puerta de entrada asequible al mundo Mac, mientras la serie M5 refuerza la gama tradicional y el Mac Pro se diluye en favor del Mac Studio.
Para cualquiera que esté pensando en renovar portátil o tablet en el corto plazo, toda esta información sugiere que puede merecer la pena esperar un poco: se avecina una hornada completa de Mac y iPad que reorganizará precios, gamas y prestaciones, ofreciendo desde ese nuevo MacBook económico que competirá de tú a tú con Chromebooks hasta MacBook Pro con chips M5 Pro/Max y futuros modelos con OLED táctil y M6 para quienes necesitan, literalmente, lo mejor de lo mejor.
