- Claude es la familia de LLM de Anthropic con foco en seguridad y ética, y modelos como Haiku, Sonnet y Opus.
- Ventana de contexto muy amplia, capacidades multimodales y gran desempeño en programación y razonamiento.
- Modelos y APIs recientes (3.5 y 3.7) mejoran velocidad, control del “tiempo de pensamiento” y flujos para desarrolladores.
Si últimamente ves por todas partes el nombre Claude, no es casualidad: se trata de una de las propuestas de IA conversacional más potentes del momento. Claude es la familia de modelos de lenguaje creada por Anthropic, una compañía con raíces en OpenAI y con inversión de gigantes como Amazon y Google, que apuesta fuerte por la seguridad y la ética en IA.
En las próximas líneas vas a encontrar una guía completa, clara y sin rodeos: qué es Claude, cómo funciona, qué lo hace distinto de sus rivales, en qué destaca y dónde flojea, cuáles son sus versiones y modelos, y qué tal se comporta en usos reales. Además, repasamos precios, capacidades multimodales, ventana de contexto y novedades como Claude 3.5 y Claude 3.7, incluyendo identificadores de modelo para API y nubes como AWS y Vertex AI.
Qué es Claude
Claude es, en esencia, un asistente conversacional impulsado por un gran modelo de lenguaje (LLM). Igual que ChatGPT: funcionamiento y usos, Google Gemini o Microsoft Copilot, se ha entrenado con enormes cantidades de texto para comprender el lenguaje natural y generar respuestas con apariencia humana. Le escribes lo que necesitas mediante un prompt y devuelve un texto coherente y útil adaptado a tu petición.
La marca Claude hace referencia tanto al “chat” con el que hablas como a los modelos subyacentes. Anthropic publica versiones periódicas (Claude 1, 2, 2.1, 3…) y familias especializadas como Haiku, Sonnet u Opus. Cada salto de versión refina el motor: mejor comprensión, ventanas de contexto más amplias, razonamiento más fino y, en paralelo, mejoras de seguridad.
La empresa detrás del proyecto, Anthropic, fue fundada por antiguos investigadores de OpenAI —entre ellos los hermanos Dario y Daniela Amodei— con una prioridad clara: alinear la IA con valores humanos mediante su enfoque “Constitutional AI”. Esta filosofía persigue respuestas útiles, honestas e inofensivas, con principios de transparencia, responsabilidad y confianza como guía.
Ese compromiso se traduce en prácticas de seguridad y entrenamiento orientadas a mitigar riesgos. Claude intenta reconocer usos potencialmente peligrosos y actuar con cautela, reduciendo el margen para resultados dañinos o manipulables. Es una visión que lo diferencia: la potencia importa, pero no a cualquier precio.
Cómo funciona Claude
Bajo el capó, Claude opera como otros LLM modernos: predice la siguiente palabra más probable en función del contexto del mensaje, su entrenamiento previo y, según han señalado algunos análisis, información adicional. Esto permite construir frases completas, seguir hilos de conversación y responder con un estilo fluido que recuerda al de una persona.
La mecánica es simple de describir pero compleja de ejecutar: introduces tu consulta, el modelo analiza las palabras, interpreta el contexto y genera una respuesta en lenguaje natural. En el proceso aprovecha lo que ha aprendido sobre gramática, semántica y estructuras discursivas. No es que “piense” como un humano; combina estadísticas y patrones lingüísticos a gran escala para producir salidas verosímiles.
En cuanto a conocimiento, lo fundamental proviene del entrenamiento masivo en textos. Algunos medios han descrito que, además, puede complementar sus respuestas con información de Internet en determinados productos o integraciones, con el objetivo de ofrecer datos más actuales. Aun así, conviene no perder de vista la naturaleza probabilística del sistema: a veces puede errar o simplificar de más.
Con las últimas generaciones, Claude ha ampliado capacidades clave: ventanas de contexto muy grandes (hasta 200.000 tokens de forma generalizada y, para casos concretos, expandidas hasta 1 millón de tokens), soporte multimodal para interpretar imágenes y mejor desempeño en razonamiento. Incluso se han mostrado avances de “pizarra visible” en el nuevo Claude 3.7 Sonnet para que el usuario controle cuánto tiempo “piensa” el modelo y, así, equilibrar velocidad y exactitud.
Ventajas y desventajas de Claude
Uno de los puntos fuertes del servicio es su interfaz. La experiencia es limpia, ordenada y minimalista, lo que facilita centrarse en la conversación y no perderse entre funciones. Para muchos usuarios, esto se traduce en menos fricción y más productividad.
En la práctica, Claude tiende a responder con claridad y sin rodeos. Sus mensajes suelen ser concisos y directos al grano, aunque si se lo pides puede extenderse y entrar al detalle. En estilos, permite optar por respuestas más breves o más explicativas, adaptándose a necesidades concretas.
Otra baza diferencial es su manejo de documentos largos. Claude destaca al analizar textos extensos y complejos, extrayendo puntos clave, resumiendo y respondiendo preguntas de contexto. Esto, sumado a su gran ventana de contexto, lo convierte en un aliado para revisar informes, artículos o incluso capítulos de libros.
Desde el plano ético, Anthropic ha puesto mucho énfasis en la seguridad y el alineamiento. Las respuestas buscan ser útiles, honestas e inofensivas, sin volverse excesivamente restrictivas en lo legítimo. Esta prudencia también se percibe al tratar temas delicados o susceptibles de mal uso.
En el terreno técnico, Claude es especialmente competente generando y modificando código, y se desenvuelve bien en razonamiento paso a paso. Además, incorpora conectores para interactuar con aplicaciones (han trascendido ejemplos como controlar Spotify o Brave), lo que abre la puerta a flujos de trabajo prácticos.
En el lado menos favorable, su ecosistema de extensiones no es tan amplio. Dispone de “artefactos” y conectores, pero no tantos plugins como ChatGPT o algunos competidores. También hay ocasiones en las que otros modelos ofrecen datos más actualizados en ciertos temas o una integración más profunda con servicios de su propio ecosistema (como Gemini con Google).
Otro punto a considerar es la velocidad: depende del modelo y la carga, pero en algunos escenarios la respuesta no es la más rápida. Aun así, la experiencia general resulta ágil para la mayoría de tareas cotidianas.
Si tu objetivo es crear imágenes desde cero, aquí notarás una limitación. Claude no genera dibujos de forma nativa como hacen otros sistemas multimodales centrados en imagen; puede, eso sí, producir gráficos vía código en ciertos contextos.
En precio, Claude es competitivo. El plan Pro ronda los 15 euros al mes y el plan superior unos 90 euros al mes, cifras más bajas que las referencias habituales de ChatGPT (20 y 200 dólares) y Gemini (22 y 275 euros), según comparativas divulgadas.
Versiones y modelos: de Claude 1 a Claude 3.7
Desde su lanzamiento en marzo de 2023, la familia ha evolucionado a buen ritmo. Claude 1 inauguró la serie con competencias amplias, aunque con limitaciones en matemáticas, codificación y razonamiento avanzado. Meses después, Claude 2 elevó la ventana de contexto de 9.000 a 100.000 tokens y añadió la posibilidad de cargar y analizar archivos como PDF. En noviembre de 2023 llegó Claude 2.1, doblando la ventana hasta 200.000 tokens (aprox. 500 páginas) y mejorando la robustez en entradas largas.
La tercera generación, Claude 3 (marzo de 2024), introdujo tres modelos con roles distintos: Haiku (velocidad y coste), Sonnet (equilibrio) y Opus (razonamiento complejo). Se reforzó el procesamiento multimodal y se consolidó la gran ventana de contexto. En ciertos casos empresariales, Anthropic ha hablado de extender el contexto hasta el millón de tokens.
Más recientemente se ha popularizado la línea 3.5. Claude 3.5 Sonnet y Claude 3.5 Haiku han aparecido en APIs y plataformas cloud con identificadores específicos. En la API de Anthropic figuran como ‘claude-3-5-sonnet-20241022
’ y ‘claude-3-5-haiku-20241022
’. En AWS Bedrock aparecen como ‘anthropic.claude-3-5-sonnet-20241022-v2:0
’ y ‘anthropic.claude-3-5-haiku-20241022-v1:0
’, y en Vertex AI como ‘claude-3-5-sonnet-v2@20241022
’ y ‘claude-3-5-haiku@20241022
’.
En febrero de 2025, Anthropic presentó Claude 3.7 Sonnet, un modelo de razonamiento híbrido que permite al usuario decidir cuánto “tiempo de reflexión” emplea el sistema en una consulta, equilibrando velocidad y precisión. Incluye además una “pizarra visible” que muestra parte del proceso de razonamiento (con secciones que pueden aparecer redactadas por seguridad) y reporta mejoras en programación y resolución de problemas complejos —con buenos resultados en pruebas como SWE‑Bench o TAU‑Bench—. Junto con él, se anunció Claude Code, un agente de desarrollo pensado para ejecutar tareas desde la propia terminal.
Capacidades técnicas y límites a tener en cuenta
En su uso cotidiano, Claude cubre un abanico amplio de funciones prácticas. Comprende y genera texto con notable coherencia, traduce, resume, reescribe, crea contenido creativo (poemas, guiones, emails…) y responde a preguntas complejas manteniendo el contexto.
Su ventana de contexto marca diferencias. Manejar hasta 200.000 tokens permite ingerir documentos muy extensos para analizarlos en bloque, detectar relaciones y responder sobre fragmentos concretos. En escenarios avanzados, esa cifra puede ampliarse para casos especiales.
También destaca la vertiente multimodal: además de texto, puede interpretar imágenes y gráficos, lo que abre posibilidades en soporte técnico, análisis de capturas o comprensión de documentos con elementos visuales.
Para perfiles técnicos, hay buenas noticias: Claude ofrece soporte para múltiples lenguajes de programación, ayuda a depurar, propone soluciones y acelera tareas de ingeniería de software. A ello se suma la llegada de Claude Code como herramienta de automatización desde terminal.
En seguridad y ética, el enfoque Constitutional AI pone barreras a usos problemáticos. El objetivo es evitar contenido dañino o manipulador, y proteger datos y sensibilidad del usuario. Esta prudencia se nota cuando la solicitud roza ámbitos de riesgo.
Conviene recordar, eso sí, que hay límites intrínsecos a los LLM. Claude no posee inteligencia general, autoconciencia, libre albedrío ni juicio moral, y su “creatividad” es, en último término, combinación estadística de patrones aprendidos. En situaciones muy cambiantes o sin contexto suficiente, puede equivocarse o dar respuestas incompletas.
En la práctica, hay particularidades de uso: no siempre proporciona la fecha y la hora, y no acostumbra a citar fuentes con enlaces directos por defecto. Cuando se requiere verificación, conviene pedir referencias o contrastar en canales oficiales.
Plataforma y acceso: Claude opera desde su web oficial (claude.ai) y vía API. Además, está presente en nubes como AWS Bedrock y Google Vertex AI, lo que facilita su integración en productos y servicios empresariales.
Experiencia de uso y pruebas en el mundo real
En sesiones prácticas, el flujo recuerda al de otros chatbots: histórico de conversaciones a la izquierda y zona principal para introducir prompts y recibir respuestas. El tono, por lo general, es formal y centrado en la tarea, con una buena capacidad para seguir el hilo entre preguntas consecutivas.
En comparativas rápidas, la velocidad de generación se sitúa en un punto intermedio: más ágil que algunas configuraciones avanzadas, pero no siempre la más veloz. Para respuestas cortas y medianas, el ritmo es cómodo; en salidas muy largas, puede tardar un poco más.
Cuando se le pide “explicar como a un niño”, la claridad suele ser buena, aunque a veces puede colarse algún concepto técnico que exceda el nivel (por ejemplo, mencionar E=mc² a un público infantil). Con instrucciones explícitas sobre tono, extensión y nivel, se ajusta mucho mejor.
Otra curiosidad: puede simular una terminal Linux en conversaciones guiadas, respondiendo a comandos básicos y mostrando configuraciones simuladas útiles para aprendizaje y demostraciones. No sustituye a una terminal real, pero sirve de apoyo pedagógico.
En tareas con datos del mundo, pueden aparecer desfases si el conocimiento entrenado no cubre la actualización más reciente. Hubo casos en los que estadísticas deportivas no reflejaban el último torneo, señal de que, como ocurre con otros LLM, conviene verificar cifras sensibles al tiempo.
En programación, los resultados son sólidos. Un ejemplo clásico: se le pide un script en Python para dibujar copos de nieve; genera el código, y si falta una librería (como Tkinter), indica cómo instalarla y ajustar el entorno. Este tipo de asistencia paso a paso acelera mucho el trabajo.
Donde realmente brilla es con textos enormes. Al suministrarle decenas de miles de palabras (un capítulo completo de una obra larga), Claude es capaz de “digerir” el contenido, resumirlo y contestar preguntas detalladas. Con entradas de 30.000+ palabras, el tiempo de procesamiento crece, pero la calidad de las respuestas sigue siendo útil.
Proyectos en la versión de pago: documentos, contexto e instrucciones
En los planes de pago, Claude permite trabajar con “proyectos” que combinan tres piezas. Primero, documentos que subes tú mismo (CSV para análisis, textos para procesar, JSON de configuración…). Segundo, documentación pegada directamente en el chat para aportar contexto (requisitos, guías técnicas, ejemplos). Tercero, instrucciones especiales que definen cómo debe comportarse el asistente (formatos de salida, reglas de validación, criterios de estilo).
El flujo es iterativo: el modelo lee los ficheros, interpreta la documentación y aplica las directrices para crear o modificar artefactos hasta alcanzar los objetivos establecidos. Esto habilita desde análisis de datos a generación de entregables con un control fino del resultado.
Hay un matiz importante respecto a ChatGPT y sus GPTs compartibles: los proyectos en Claude son privados, no se publican como apps reutilizables por terceros. Es una decisión de diseño con implicaciones claras en seguridad y gobernanza, aunque limita la “viralidad” de plantillas y bots personalizados.
Junto a esto, existen conectores que amplían su alcance (se han citado ejemplos como Spotify o Brave), y la opción de ajustar estilos de respuesta para moverse entre concisión extrema y explicaciones detalladas. Para equipos, esta versatilidad resulta especialmente cómoda.
Comparativa con ChatGPT, Gemini y otros modelos
En términos generales, Claude compite en la primera línea del segmento. Su punto diferencial más claro está en la seguridad y la ética —el sello Constitutional AI—, algo que muchos usuarios valoran cuando trabajan con temas sensibles o necesitan políticas de cumplimiento estrictas.
En rendimiento bruto, las alineaciones 3/3.5/3.7 le han permitido acercarse y en algunos casos superar a alternativas en tareas de razonamiento y programación, con una gran ventana de contexto como ventaja operativa. La vertiente multimodal, además, lo sitúa a la altura de los que ya procesan imagen junto a texto.
Por el lado menos favorable, la oferta de plugins y herramientas adicionales no es tan extensa como la de otros ecosistemas. Gemini, por ejemplo, goza de integración natural con servicios como hablar por chat con Google, y ChatGPT de un catálogo de extensiones y automatizaciones muy popular.
En precio, Claude sale bien parado frente a la competencia directa: planes Pro desde ~15€ y niveles superiores en torno a 90€ al mes, cifras más contenidas que las habituales en otras plataformas. Para usuarios que priman coste/beneficio, este detalle puede ser decisivo.
Por último, hay novedades interesantes en interacción. Se han reportado funciones de interacción directa con el escritorio en Claude 3.5 Sonnet (mover el cursor, hacer clic, escribir), orientadas a automatizar tareas dentro de apps. Son pasos que apuntan hacia asistentes más “manos a la obra”.
Preguntas frecuentes y notas de seguridad
Sobre el diseño de prompts, conviene ser específico: indica formato de salida, nivel de detalle y estilo. Proporciona ejemplos, límites y contexto. Cuanto más claro el encargo, mejor la respuesta.
¿Qué tan actualizado está el conocimiento? Depende del modelo y del producto: el grueso proviene del entrenamiento en grandes corpus, y hay integraciones que pueden añadir información reciente. Aun así, para datos cambiantes siempre es buena idea contrastar.
Si una respuesta sale rara o engañosa, puede tratarse de una alucinación o de un malentendido del prompt. Reformula la petición, aporta contexto o solicita paso a paso. Pedir que explique su razonamiento (cuando esté disponible la pizarra visible) también ayuda.
En entornos educativos y empresariales, suele aparecer la pregunta por la propiedad y gestión de los datos. Consulta las condiciones del servicio de “Claude for Education” o del plan empresarial para confirmar cómo se almacenan, quién accede y con qué finalidad se procesan los contenidos que subes.
Claude es un asistente conversacional de primer nivel que combina potencia y una fuerte orientación a la seguridad, con versiones bien diferenciadas (Haiku, Sonnet, Opus), grandes ventanas de contexto y un foco notable en programación. Su interfaz limpia, los proyectos privados y el empuje de modelos como 3.5 y 3.7 refuerzan la propuesta, mientras que el menor ecosistema de plugins y la ausencia de generación de imágenes artística quedan como puntos a vigilar para ciertos casos de uso. Si buscas equilibrio entre rendimiento, ética y coste, tiene argumentos de sobra para convertirse en tu IA del día a día.