- Apple prepara un salto de numeración para su gama alta: “iPhone 20” como emblema del 20º aniversario, con el “18/18e” como acceso.
- Estrategia en dos eventos: primavera para modelos base y otoño para Pro/Pro Max/Air y el segundo plegable.
- Gran rediseño: todo pantalla con sensores bajo el panel, botones hápticos y vidrio curvado en los cuatro lados.
- Potencia e IA on‑device: chip A21 a 2 nm, memoria de gran ancho de banda, sensor LOFIC y precio estimado 1.200–1.500 €.
2027 aparece en el horizonte como un año clave para Apple: el del vigésimo aniversario del iPhone. En ese contexto, múltiples informes de analistas y filtradores apuntan a un plan ambicioso que podría incluir un salto de numeración, un rediseño radical y una nueva estrategia de lanzamientos. Hablamos del llamado iPhone 20, un proyecto que, según las fuentes, pretende convertir el aniversario en el mayor escaparate de innovación de la era reciente de la compañía.
La gran pregunta es obvia: ¿qué es exactamente el iPhone 20? Bajo este nombre se esconde, según las filtraciones, la gama “top” que Apple presentaría para conmemorar las dos décadas del iPhone. Desde la retirada de los botones físicos a una pantalla realmente “todo panel” con Face ID y cámara bajo el cristal, pasando por memoria de alto ancho de banda para IA, un sensor de cámara propio y un chip de 2 nm, la suma de avances pretende consolidarlo como un hito similar al iPhone X de 2017, pero llevado a un nivel de integración de hardware y software mucho más profundo.
Qué es iPhone 20 y por qué se habla de un salto de numeración

Según Omdia y otros analistas de la industria, Apple planea dejar a un lado el “iPhone 19” para alinear el nombre de su gama más avanzada con el 20º aniversario. Tiene lógica histórica: en 2017 la compañía saltó del 8 al X (diez en números romanos) para rendir homenaje a su primera década. Ahora, el 20 volvería a servir como “número de aniversario”, de modo que los modelos premium del curso adopten esta etiqueta para que la efeméride quede claramente reflejada en el producto estrella, reforzando así la estrategia de marca en torno a un hito muy simbólico.
No todas las fuentes coinciden en los detalles. Hay informes que matizan que el “20” quedaría reservado a los iPhone más caros, y que el modelo base mantendría numeración “18”, llegando incluso un “18e” como opción de entrada. De hecho, algunos filtradores hablan también de la posibilidad de usar “iPhone XX”, un juego con los números romanos que evocaría el movimiento del iPhone X y daría un toque especial al nombre del dispositivo que conmemora dos décadas de historia.
Existe incluso cierta confusión temporal en algunos reportes: se ha interpretado que el “iPhone 20” podría deslizarse a 2028 por un posible error de nomenclatura en un documento, aunque la mayoría de rumores siguen situando el gran lanzamiento con el 20º aniversario en 2027. En cualquier caso, el núcleo de la idea se mantiene: la marca usaría el “20” como paraguas conceptual para su rediseño más ambicioso en años.
Calendario y estrategia de lanzamientos: dos eventos al año y reparto por gamas
Uno de los grandes cambios esperados no es únicamente de diseño, sino de calendario. Diversas fuentes coinciden en que Apple se prepara para dividir su ciclo en dos grandes citas anuales: una en la primera mitad del año y otra en el tercer trimestre. Con este movimiento, la compañía pretend ería equilibrar la demanda, alargar la actualidad del producto y ofrecer un flujo más constante de novedades. La idea sería presentar los modelos más “mainstream” en primavera y reservar el escaparate de septiembre para las variantes más aspiracionales, reforzando un ritmo comercial que mantenga el interés vivo durante todo el año.
¿Cómo se traduciría eso en 2027? Las filtraciones dibujan un primer evento con el iPhone 18 y el iPhone 18e como propuestas de acceso, y ya en otoño el turno de los iPhone 20 Pro y 20 Pro Max, acompañados de un iPhone Air y la segunda generación del iPhone plegable. En paralelo, se ha comentado que 2026 sería un año atípico con un parón del modelo base, priorizando desarrollo y transición, de manera que el estándar saltaría directamente a la primavera siguiente, justo cuando comience la nueva pauta bianual de anuncios y Apple afine su cartera de cara al aniversario.
Algunos analistas añaden, para situarnos en el contexto, que el iPhone 17 ocupa la hoja de ruta más inmediata, con el iPhone 18 Pro y el primer plegable apareciendo en 2026, y el iPhone 18 estándar ya en 2027 como antesala del “show” del iPhone 20. Así, los pasos previos irían preparando el terreno con tecnologías que veremos culminar en el modelo conmemorativo, tanto en términos de pantallas como de interacción y fotografía, muy centrados en “ocultar” elementos bajo el panel y en ofrecer una experiencia de dispositivo más continuo y limpio.
Modelos previstos: cuántos iPhone 20 habrá y cómo se ordena la familia

La alineación para el año del aniversario aspira a ser la más amplia hasta la fecha, con seis referencias por generación. Según las filtraciones, la familia se repartiría así: iPhone 20 Pro e iPhone 20 Pro Max como tope de gama, un iPhone Air como alternativa “premium” ligera, la segunda generación del iPhone plegable, un iPhone 18 como base y un iPhone 18e como opción más asequible; en otras palabras, el distintivo “20” quedaría, a priori, reservado a los modelos más altos del catálogo, mientras que los “18” sostendrían el acceso. El resultado sería una estructura escalonada que permitiría a Apple agrupar novedades en dos tandas sin perder coherencia de naming.
Este planteamiento encaja con la idea de “seis móviles al año” que se viene manejando en la rumorología: dos enfocados al gran público en primavera (18 y 18e) y cuatro en otoño (20 Pro, 20 Pro Max, Air y Fold 2). Más allá del número, lo relevante es el salto de posicionamiento de los “20”, que parecen destinados a concentrar lo más avanzado en diseño, pantalla, materiales y rendimiento, incluyendo características que no necesariamente llegarán a los “18” en el mismo momento. Todo apunta a que, en 2027, el apellido “20” será sinónimo de la experiencia más rompedora que Apple pueda ofrecer.
Diseño y pantalla: todo cristal, “4-edge bending” y sensores bajo el panel
Donde las fuentes son especialmente entusiastas es en el apartado de diseño. El iPhone del 20 aniversario apuntaría a ser un “bloque de vidrio” que se curva por sus cuatro costados, sin marcos visibles, con la cámara frontal y el sistema TrueDepth de Face ID completamente bajo la pantalla. Para lograrlo, se habla de OLED transparente, guías de onda ópticas y subpíxeles que pueden apagarse selectivamente para dejar “ver” a los sensores cuando se activen, mientras que en reposo la superficie permanecería homogénea, dando la sensación de un frontal sin interrupciones. La parte trasera, por su parte, sería también de vidrio continuo, con un canto metálico tan fino que apenas se percibiría visualmente.
Además del exterior, se esperan cambios profundos en la electrónica de la pantalla. Apple pasaría de controladores de 28 nm a un DDI fabricado en 16 nm, con el fin de reducir consumo, mejorar la eficiencia del brillo y optimizar la gestión térmica. Este salto permitiría liberar espacio interno y, de paso, afinar el diseño en grosor sin comprometer prestaciones. La marca estaría ya trabajando con Samsung Display y LG Display para materializar el nuevo panel LTPO curvado, un desafío técnico que exige un proceso de fabricación y ensamblaje de altísima precisión.
Otra pieza técnica clave sería la tecnología COE (Color Filter on Encapsulation), que elimina la capa polarizadora para ganar transmisión de luz y reducir el consumo energético. Las fuentes también mencionan que Apple estaría probando una capa difusora de luz para asegurar un brillo uniforme incluso en los bordes curvos. Si encaja en la producción, el resultado sería un panel más delgado, brillante y eficiente, perfecto para un teléfono que busca borrar los bordes físicos y fundir pantalla y chasis en un solo gesto.
Este enfoque “todo cristal” se complementaría con una nueva propuesta de software llamada internamente Liquid Glass en iOS 26, donde la interfaz tendría animaciones y efectos que acompañan el hardware curvado. La idea es que la interacción se sienta “líquida” y que el sistema se deslice literalmente hacia los bordes, aprovechando el panel que “derrame” visualmente sobre el marco. Es un guiño a la ambición original de que el iPhone sea, más que un dispositivo con pantalla, una pantalla hecha dispositivo.
Adiós a los botones físicos: controles hápticos de estado sólido
Varios reportes de filtradores como Instant Digital insisten en que el iPhone del 20 aniversario se quedaría sin botones tradicionales. En su lugar, el marco integraría superficies táctiles capacitivas con sensores de presión que, asistidos por vibración háptica localizada, simularían el “clic” con una fidelidad digna del trackpad de los MacBook. Apple habría retomado así el viejo “Project Bongo”, que ya sonó para generaciones anteriores, con el objetivo de eliminar piezas móviles y tener un teléfono más sellado, resistente, minimalista y con un perfil de diseño aún más limpio y continuo.
La clave no es solo estética. Al prescindir de mecanismos mecánicos, se mejora la durabilidad y la resistencia al polvo y al agua, y se abre la puerta a un cuerpo realmente unificado de cristal. El reto, claro, es que los botones “se sientan reales”. Las filtraciones aseguran que Apple trabajaría con patrones de vibración sincronizados con audio y algoritmos de IA para diferenciar pulsaciones ligeras o fuertes, y para que el tacto resulte convincente incluso con guantes o en situaciones de humedad, integrando también el botón de acción dentro de esta experiencia sin piezas móviles.
Cámaras: sensor propio LOFIC, lentes bajo pantalla y alma de cine
En fotografía, los rumores son igual de ambiciosos. Apple estaría lista para estrenar un sensor de imagen diseñado en casa, conocido internamente como LOFIC, con una estructura “stacked” que separa la captura de luz del procesamiento. El objetivo sería alcanzar hasta 20 pasos de rango dinámico, una cifra que se acerca a cámaras de cine de referencia, con una representación de altas luces y sombras mucho más natural. Esto ayudaría a que cielos y sombras complicadas conserven detalle sin depender de trucos agresivos de software, elevando el listón del iPhone como herramienta de creación audiovisual.
Para la cámara frontal, se habla de lentes “freeform” y microópticas asféricas bajo el panel, encargadas de corregir distorsiones y pérdidas al atravesar capas de pantalla. Junto con una apertura variable más avanzada, el conjunto prometería selfies y videollamadas con mejor entrada de luz y nitidez, manteniendo esa estética de “sin islas” en el frontal. En el módulo trasero, también se rumorea que Apple podría firmar por primera vez todo el sistema óptico, un paso más hacia su independencia de proveedores en un área crítica para la identidad del producto.
Rendimiento e IA: chip A21 de 2 nm y memoria de alto ancho de banda
El corazón del iPhone 20 llevaría sello de nueva generación. Las fuentes sitúan un A21 fabricado en 2 nm (segunda iteración del nodo), con un salto sustancial en eficiencia energética y capacidades de IA. A este SoC se le sumaría memoria HBM de móvil (High Bandwidth Memory) integrada o cercana al chip principal, con el objetivo de ejecutar modelos grandes de IA directamente en el dispositivo. Esto permitiría experiencias de inteligencia artificial más privadas, rápidas y fiables, reduciendo dependencias de la nube y explotando una arquitectura pensada para cargas de trabajo intensivas.
Este enfoque “on-device” encaja con el resto de cambios de la plataforma: pantallas más eficientes, controladores más pequeños y fríos, y una gestión térmica que deje espacio a baterías y módulos de cámara sin que el conjunto se convierta en un horno. Los rumores también hablan de un módem propio desarrollado por Apple para reemplazar a Qualcomm, con mejoras en integración, consumo y rendimiento. Si se alinea a tiempo para el aniversario, el iPhone 20 pasaría a ser un escaparate de silicio 100% Apple, del módem al procesador.
Batería y autonomía: silicio de alta densidad y carga muy rápida
Un punto que casi siempre queda en segundo plano, pero que aquí aparece con fuerza, es la batería. Apple apostaría por composiciones basadas en silicio con mayor densidad energética, que permitirían más autonomía sin engordar el dispositivo. Las filtraciones también mencionan mejoras en la carga, con picos más elevados y una curva de temperatura mejor gestionada gracias a la reducción del consumo en la electrónica de pantalla y a los nuevos controladores. La meta es clara: que todo este despliegue de IA y pantalla “total” no castigue el día a día, sino que, al contrario, resulte en un iPhone que aguante más y se cargue antes y mejor.
Fabricación y cadena de suministro: precisión de China, paneles coreanos y 2 nm de TSMC
Mark Gurman y otras voces bien informadas apuntan a China como escenario de ensamblaje por la superioridad técnica y la infraestructura necesarias para curvar vidrio extremo, montar paneles complejos y ajustar tolerancias con láser. En pantallas, Samsung Display y LG Display figuran como socios clave para el panel OLED de nueva factura; y en el frente del procesador, TSMC sería la encargada del nodo de 2 nm. La coordinación de toda esta cadena es crítica: basta un pequeño desajuste en el cristal o en el controlador de pantalla para comprometer el diseño “todo borde” que Apple persigue con obsesión milimétrica.
Precio y posicionamiento: exclusividad de aniversario
Hablar de precios a dos años vista es aventurado, pero los rangos que más se repiten sitúan al iPhone del 20 aniversario entre 1.200 y 1.500 euros. No sería raro que se lanzase como variante exclusiva al estilo del iPhone X, con un foco claro en el diseño, la pantalla y las tecnologías “ocultas” bajo el panel. Si el calendario bianual cuaja, podría quedar en otoño ese único “20” como estrella y, meses después, completarse la familia con modelos de acceso. En todo caso, la lectura es que el iPhone 20 nace para ocupar el escalón más aspiracional y consolidar a Apple como referente del “todo pantalla” y de la IA ejecutada en el propio dispositivo.
Nomenclatura y dudas abiertas: ¿20, XX o un giro definitivo?
La sombra del nombre no está cerrada del todo. Hay pistas que apuntan a “iPhone 20”, otras a “iPhone XX” y, por supuesto, la posibilidad de que Apple elimine progresivamente el número en favor de etiquetas anuales o de familia. Sumemos el baile de fechas en algún informe que empuja el “20” a 2028 por un posible desliz de etiquetado, y tendremos el cóctel perfecto de rumorología preanuncio. Lo que sí parece consolidado es que “20” funcionará como idea-faro, un símbolo del aniversario alrededor del cual girará el mayor rediseño físico y el salto tecnológico más llamativo de la década, con nombre en clave “Glasswing” o “mariposa de cristal” para describir esa carcasa que envuelve el equipo con un efecto translúcido y continuo.
Mirando todo el puzzle, la hoja de ruta pinta un iPhone 20 que concentra lo más puntero: salto de numeración de aniversario, dos eventos de lanzamiento para repartir gamas, un diseño a base de cristal curvado por los cuatro lados, sensores ocultos bajo la pantalla, botones hápticos en el marco, un sensor de cámara propio con rango dinámico de cine, el A21 a 2 nm con memoria de alto ancho de banda para IA en el dispositivo, baterías de nueva generación y una cadena de producción que tira de los mejores proveedores del planeta. Si Apple ejecuta este plan, estaríamos ante un “momento iPhone X” con esteroides, el tipo de edición que marca una era y convierte cada detalle del hardware en una demostración de qué significa un iPhone en su vigésimo aniversario.
