Transferencia de archivos entre PCs: todas las opciones, pasos y trucos

Última actualización: septiembre 16, 2025
  • Elige el método según tamaño, tiempo y entorno: cable, red local, nube o externo
  • En Windows 11, el uso compartido en proximidad agiliza envíos entre equipos cercanos
  • Carpetas SMB/FTP y NAS dan control y velocidad en redes domésticas u oficina
  • Evita errores con permisos correctos, limpieza del equipo antiguo y copias automáticas

Transferencia de archivos entre PCs

Cuando cambias de ordenador o necesitas pasar documentos, fotos, vídeos o proyectos entre equipos, contar con una guía clara marca la diferencia. Hay métodos rápidos, otros más seguros y algunos ideales para archivos gigantes, y elegir bien te ahorra tiempo y quebraderos de cabeza.

En las próximas secciones encontrarás todas las opciones que funcionan hoy en día: por cable, por red local, con almacenamiento externo, en la nube, con aplicaciones especializadas e incluso con servidores caseros. Además, verás cómo activar el uso compartido en proximidad de Windows 11, trucos para carpetas compartidas, alternativas como FTP/NAS y soluciones a errores típicos que suelen aparecer cuando algo no se ve en la red o los permisos no están bien puestos.

Métodos por cable: conecta dos PCs y copia a toda velocidad

Conexión por cable entre ordenadores

La forma más directa de mover datos entre dos equipos es unirlos físicamente. Si lo que buscas es velocidad y simplicidad, un cable adecuado puede ser tu mejor aliado para transferencias grandes sin depender de la Wi‑Fi ni de Internet.

Cable USB de transferencia (o Thunderbolt/USB4). No vale cualquier USB para enlazar dos PCs: necesitas un cable USB específico de transferencia de datos (con electrónica integrada) o usar conexiones de alto rendimiento como Thunderbolt 3/4 o USB4. En Mac, un cable Thunderbolt permite migraciones muy rápidas entre equipos; en Windows, los cables puente USB incluyen su software para arrastrar y soltar como si fuera un explorador.

Cable de red cruzado (Ethernet). Otra opción muy solvente es un cable Ethernet cruzado para crear un enlace directo entre dos ordenadores, sin router ni switch en medio. Configuras las direcciones IP en el mismo rango, compartes carpetas y listo: funciona en Windows, macOS y Linux.

Ventajas y cuándo usarlos. Si tienes prisas o mueves muchos gigas, el cable reduce cuellos de botella y evita interrupciones por cobertura Wi‑Fi. Como contra, necesitarás el cable correcto y, a veces, un pequeño ajuste de red si optas por Ethernet cruzado.

Transferir por red local: Wi‑Fi o LAN con funciones integradas

Transferencia por red local entre PCs

Si ambos ordenadores están en la misma red de casa o la oficina, compartir archivos resulta comodísimo. Windows, macOS y Linux incorporan herramientas nativas para “ver” otros equipos y copiar carpetas a través de LAN (cable) o Wi‑Fi.

Uso compartido en proximidad (Windows 11). Abre Configuración, entra en Sistema y accede a “Uso compartido en proximidad”. Actívalo en los dos PCs y elige si compartir solo con tus dispositivos o con cualquier equipo cercano. Para enviar, haz clic derecho sobre el archivo, elige “Compartir” y selecciona el PC que aparezca en la sección de proximidad; en el otro equipo aceptan y comienza la transferencia.

Windows 10: “Experiencias compartidas”. En versiones previas el ajuste puede aparecer como “Experiencias compartidas”. Activa el interruptor de Uso compartido en proximidad y selecciona “Cualquier persona cercana” si intercambiarás con más usuarios. Después, el flujo es igual: botón derecho, Compartir, y eliges el destinatario que te detecte la red.

Carpetas compartidas por SMB. Si prefieres un método permanente para dejar archivos en una ubicación común, comparte una carpeta con permisos. Ve a Propiedades > Compartir > Uso compartido avanzado, activa “Compartir esta carpeta” y define permisos (puedes dar acceso a usuarios concretos o a “Todos”, aunque esto último conviene evitar en redes con invitados). Desde otro PC accedes por ruta de red, por ejemplo \\equipo\recurso, y copias como si fuera local.

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Montar una unidad de red y FTP. Para mayor comodidad, mapea esa carpeta como unidad: clic derecho en “Este equipo” > Conectar a una unidad de red, asignas letra y pegas la ruta SMB. Si usas FTP interno o de un servidor, el asistente de Windows permite “Conectarse a un sitio web para usarlo como almacén…”, donde indicas la dirección ftp://servidor y accedes igual desde el Explorador.

Apps en la misma Wi‑Fi. Si no quieres tocar permisos, servicios como Send Anywhere facilitan el intercambio siempre que ambos dispositivos estén en la misma red inalámbrica. Funciona en Windows, macOS, Linux e incluso ChromeOS, y te olvidas de configurar usuarios o reglas avanzadas.

Redes mixtas y seguridad. En entornos heterogéneos puedes tirar de Samba para compatibilizar Windows y Linux. Si accedes desde fuera de tu casa u oficina, valora usar VPN para asegurar el tráfico y evitar exponer servicios directamente a Internet.

Almacenamiento externo: pendrives, tarjetas y discos USB

Es el método clásico y sigue siendo el más universal: copias en una unidad externa y luego la conectas en el otro equipo. Sirve para pocos megas y también para decenas o cientos de gigas si utilizas SSD externos rápidos.

Qué puedes usar. Cualquier medio te vale: un pendrive USB, una tarjeta SD/microSD (si los PCs tienen lector) o un disco duro/SSD externo por USB. La gran ventaja es que no dependes de la red, y además ese mismo dispositivo te sirve para copias de seguridad.

Pasos recomendados en Windows (método guiado). Conecta la unidad, abre el Explorador de archivos y localiza lo que vas a copiar. Puedes seleccionar varios elementos manteniendo CTRL, después en la pestaña Inicio usa “Copiar a” y elige la unidad externa. Cuando termine, expulsa con seguridad (Extraer) y repite el proceso en el PC destino para “Copiar a” Documentos, Imágenes, Vídeos o la carpeta que prefieras.

Buenas prácticas. Comprueba al final que todo está en su sitio abriendo la unidad externa y revisando carpetas. Expulsar la unidad evita corrupciones de datos, especialmente si aún hay operaciones pendientes de escritura.

Conecta tu antiguo HDD/SSD al nuevo equipo

Si quieres migrar en bloque o recuperar carpetas sueltas de tu antiguo disco, puedes conectarlo por fuera sin abrir el PC nuevo. Así aprovechas tus viejos HDD/SSD como si fueran externos para copiar a tu ritmo.

  • Cable SATA a USB o eSATA. La opción más barata y directa: enchufas el disco a un adaptador y el otro extremo al puerto USB del PC.
  • Docking de sobremesa. Una base con una o varias ranuras donde “pinchar” los discos; es muy cómoda si vas a usarlo a menudo y queda bien en el escritorio.
  • Carcasa externa. Metes el HDD/SSD dentro de una caja con su electrónica; quedan protegidos y los usas como unidad externa habitual.

Cuándo conviene. Es ideal si has reemplazado el disco por un SSD nuevo o si quieres rescatar datos específicos. Además te sirve para hacer copias de seguridad periódicas sin depender de servicios de terceros.

Nube: sincroniza y comparte desde cualquier lugar

Los servicios en la nube te dejan subir contenido desde un PC y descargarlo en el otro automáticamente si instalas el cliente. Es probablemente el camino con menos fricción para el día a día, siempre que tu conexión acompañe.

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Proveedores populares. Puedes elegir entre Google Drive, Microsoft OneDrive, Dropbox, Box, iCloud y otras alternativas como Tresorit, OwnCloud/FileCloud o TeamDrive. Casi todos permiten carpetas compartidas con otros usuarios y avisos cuando alguien añade o borra archivos.

  • Ventajas: coste ajustado si transfieres a menudo, acceso desde cualquier dispositivo, sincronización entre equipos, buena seguridad en proveedores serios y opciones de recuperación.
  • Inconvenientes: dependes de Internet, las velocidades varían según tu ancho de banda y puede haber consideraciones legales de soberanía de datos.

Consejo. Si vas a mover muchos gigas, comprueba tu plan de espacio y deja el cliente sincronizando. En conexiones rápidas, la subida y la descarga en paralelo aceleran el proceso cuando ambos PCs tienen la misma carpeta vinculada.

Aplicaciones de terceros que facilitan la vida

Además de lo que traen los sistemas operativos, hay utilidades pensadas para hacer este trabajo en dos clics. Son una tabla de salvación cuando no quieres tocar permisos ni montar servidores.

Send Anywhere. Disponible para varias plataformas, te permite mandar archivos entre equipos conectados a la misma Wi‑Fi con un proceso muy sencillo. Útil cuando buscas rapidez sin configurar nada.

Any Send. Similar en filosofía y multiplataforma (Windows, macOS, Android, iOS), detecta dispositivos en la red y envía archivos y carpetas sin complicaciones. Ideal para casas u oficinas donde conviven varios equipos.

EaseUS Todo PCTrans. Si lo que quieres es migrar también programas, cuentas y ajustes, esta herramienta lo automatiza. Puede mover datos, apps populares (Office, Adobe, etc.) y perfiles entre PCs con Windows. Tiene versión de prueba limitada y licencias de pago con distintas modalidades, por lo que conviene valorar si necesitas sus funciones avanzadas.

Winpinator/Warpinator. En redes mixtas (Steam Deck/Linux con Windows, por ejemplo), esta pareja de apps detecta automáticamente los equipos y se autoconfigura en la misma red. Solo eliges un código de grupo y a compartir; es de código abierto y muy fácil de usar.

Servidores caseros y NAS: control total

Si prefieres algo más “propio” y flexible, puedes montar un servidor ligero o un NAS para compartir archivos en casa. Ganas en control, rendimiento y disponibilidad, y puede convertirse también en tu sistema de copia de seguridad.

Servidor HTTP con Miniweb. Descarga el paquete, descomprímelo y abre la carpeta htdocs. Renombra el index.html si quieres y copia dentro todo lo que vayas a compartir. Ejecuta miniweb.exe y el servidor quedará disponible en tu IP por el puerto 8000; desde otro dispositivo, entra en http://tu_IP:8000 y descarga lo que necesites.

Servidor FTP con FileZilla. Con FileZilla Server creas usuarios y apuntas a carpetas específicas; así controlas permisos sin depender de SMB. Desde otros equipos, con FileZilla Client (o el Explorador de Windows) te conectas a ftp://servidor y transfieres archivos de forma segura si habilitas TLS.

NAS doméstico. Un NAS (Synology, QNAP, etc.) es como un mini‑servidor con bahías para discos y apps oficiales para Windows, macOS, Linux, Android e iOS. Te da almacenamiento centralizado, acceso remoto, copias de seguridad y carpetas compartidas. La inversión inicial puede parecer alta, pero se amortiza si lo comparas con cuotas de nube a largo plazo.

Atajos útiles: correo, mensajería y servicios puntuales

Para cosas pequeñas, muchas veces no hace falta complicarse. Si el archivo pesa poco, puedes apañarte con herramientas que ya usas todos los días.

Correo electrónico. Adjuntar y enviarte el archivo a ti mismo funciona siempre que no excedas el límite del proveedor (habitualmente en torno a 20–50 MB). Descarga en el PC de destino y borra el correo si no quieres ocupar espacio en tu bandeja.

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WhatsApp Web y otros chats. Abre WhatsApp Web o Skype en ambos ordenadores y mándate el archivo por un chat contigo mismo. Hay límites de tamaño, pero para documentos e imágenes va fenomenal sin instalar nada extra.

WeTransfer y Smash. Son servicios para subir temporalmente un archivo y compartir un enlace de descarga. Van de lujo para enviar a terceros sin darles acceso a carpetas completas; recuerda que el contenido caduca tras unos días.

Bluetooth: inalámbrico de corto alcance

Cuando los equipos están cerca y los archivos son pequeños, el Bluetooth puede sacarte del apuro. No es la vía más rápida, pero evita cables si ambos PCs tienen adaptador.

Pasos básicos en Windows. En el PC de origen, localiza el archivo, clic derecho > Enviar a > Dispositivo Bluetooth y elige el destino en la lista. En el otro equipo, acepta la transferencia y espera a que finalice; los ficheros suelen guardarse en Descargas salvo que cambies la ruta.

Después de transferir: borra con seguridad y configura copias

Cuando terminas de mover datos al ordenador nuevo, queda la parte importante: limpiar el equipo antiguo y asegurarte de que el nuevo se respalda solo para evitar sustos.

Borrar tu información del PC antiguo (Windows). Entra en Configuración > Recuperación y usa la función de Restablecer. En Windows 10/11 puedes elegir “Descarga en la nube” o “Reinstalación local”: la primera baja archivos de Microsoft y reinstala desde cero; la segunda es mejor si tu Internet es inestable o vas a reciclar el equipo rápidamente.

Activa una copia de seguridad automática. Servicios en la nube con función de backup (p. ej., Dropbox Backup u otros) permiten proteger carpetas clave sin preocuparte. Sube o sincroniza tus documentos y deja programadas copias periódicas para tener versiones recuperables ante borrados o fallos.

Problemas habituales y cómo resolverlos

  • No veo el PC destino en “Compartir”. Asegúrate de que el uso compartido en proximidad está activado en ambos equipos (Configuración > Sistema > Uso compartido en proximidad o “Experiencias compartidas” en Windows 10) y que tienen la misma opción de visibilidad.
  • No encuentro lo que me han enviado. Por defecto, Windows guarda lo recibido en C:/Users/tu_usuario/Descargas. Cambia esa ruta en la página del uso compartido si te interesa otra carpeta.
  • No puedo escribir en la carpeta compartida. Revisa los permisos en “Uso compartido avanzado” y en la pestaña Seguridad. Si diste acceso a “Todos”, recuerda el riesgo en redes con invitados.

Preguntas rápidas

¿Sirve cualquier cable USB para pasar datos entre PCs? No: necesitas un cable de transferencia USB específico o usar estándares como Thunderbolt 3/4 o USB4. Los USB “normales” para cargar o periféricos no sirven para enlazar dos ordenadores directamente.

¿Qué método es más veloz para archivos grandes? La red local por cable Gigabit/2.5G o los enlaces directos tipo Thunderbolt. En segundo lugar, discos SSD externos USB 3.x también rinden muy bien.

¿Cuál es el camino más sencillo? Un almacenamiento externo (pendrive o SSD) suele ser lo más fácil y universal, seguido por una carpeta compartida o la nube si ya la usas a diario.

Con todo lo anterior puedes elegir el método que mejor encaje según tamaño de los archivos, tiempo disponible y nivel de comodidad. Para traslados puntuales, pendrive o proximidad; para migraciones grandes, red por cable, SSD externo o Thunderbolt; y para trabajo continuo, nube, SMB/FTP o un NAS con copias de seguridad automatizadas.