- La Xbox Full Screen Experience llega a MSI Claw vía Windows Insider (builds como 26220.7051), tras estrenarse en ROG Xbox Ally y Ally X.
- Las pruebas muestran ahorros de ~1 GB de RAM y subidas de 5-10 FPS, con picos cercanos al 17% en perfiles concretos.
- Se activa desde Configuración > Juegos > Experiencia a pantalla completa, eligiendo Xbox como aplicación de inicio.
- Lenovo Legion Go 2/Gen 2 la incorporará más adelante; Microsoft confirma que otros OEM la habilitarán en los próximos meses.
Microsoft ha empezado a desplegar en serio la capa de interfaz para juegos que muchos venían pidiendo: la Xbox Full Screen Experience (FSE) en equipos de mano con Windows 11. La familia MSI Claw ya puede probarla a través del programa Windows Insider, un paso importante tras su estreno inicial en las ROG Xbox Ally y Ally X, donde viene integrada de fábrica.
La idea es clara: que estas consolas portátiles con Windows arranquen directamente en la app de Xbox, sin cargar el escritorio completo, liberando recursos para el juego y ofreciendo una navegación tipo consola, limpia, sin ruido visual ni procesos innecesarios en segundo plano. Detrás de esta decisión hay algo más que estética: hay rendimiento, estabilidad y una experiencia más coherente con el uso portátil.
Qué es exactamente la Xbox Full Screen Experience en Windows 11
La FSE es una capa a pantalla completa orientada a mando que se superpone a Windows para priorizar el juego. En lugar de levantar toda la shell del sistema, el equipo arranca en la app de Xbox, con una biblioteca unificada de títulos de Xbox, Game Pass y tiendas de PC compatibles, un lanzador sin distracciones y una jerarquía de procesos ajustada para no desperdiciar memoria ni ciclos de CPU en tareas que no aportan nada a la partida.
Frente a herramientas como Game Bar o el tradicional “modo juego”, aquí hablamos de un entorno de ejecución que reduce fricción desde el arranque: enciendes, ves tus juegos y te pones a jugar. Se ha concebido para que la experiencia con mando y pantalla pequeña sea coherente, sin ventanas del escritorio, menús contextuales o notificaciones intrusivas que rompan el flujo en un dispositivo de mano.
Disponibilidad, modelos compatibles y hoja de ruta
Hoy por hoy, la “experiencia a pantalla completa” es estable en las ROG Xbox Ally y Ally X, fruto de la colaboración entre ASUS y Microsoft para lanzar estos equipos con la función integrada desde su presentación. En paralelo, Microsoft ha habilitado FSE para los modelos MSI Claw mediante Windows 11 Insider Preview, con builds procedentes de los canales Dev y Beta.
En la MSI Claw se han citado números de compilación concretos, como la Insider Preview Build 26220.7051 (la “7051”), que trae los cambios necesarios para activar la FSE de forma nativa. En estas versiones, el modo se comporta como un entorno simplificado que recorta procesos del escritorio y redistribuye recursos hacia lo importante: los juegos.
Respecto a Lenovo, hay dos mensajes en circulación: por un lado, se indicó que Legion Go Gen 2/Go 2 incorporará FSE en primavera; por otro, también se habla de una ventana que se movería hasta la primavera de 2026. El calendario exacto dependerá del despliegue de builds y acuerdos con cada fabricante, así que conviene seguir las notas de Windows Insider para conocer cuándo se activa en cada hardware.
Microsoft, además, deja caer que otros OEM irán habilitando la experiencia en los próximos meses. Es decir, la intención no es quedarse en dos o tres marcas: la idea es consolidar un estándar de uso en consolas portátiles con Windows, y la MSI Claw es el siguiente paso de una expansión más amplia.
Cómo activar FSE en MSI Claw y resto de equipos compatibles
La activación es sencilla y está donde esperarías. En Windows 11 ve a Configuración > Juegos > Experiencia a pantalla completa y, en el desplegable “Elegir aplicación de inicio”, selecciona “Xbox”. Con eso, el sistema puede arrancar directamente en la FSE o permitirte entrar y salir según te convenga.
Una vez habilitada, puedes invocar la FSE desde la Vista de tareas o la Barra de juegos, además de configurar el equipo para que entre en este entorno automáticamente al encenderlo. Hay usuarios que han reportado que la opción apareció por sí sola al iniciar, teniendo Windows 11 en versión 25H2 y siendo insiders de la app de Xbox, así que si cumples esas condiciones, probablemente ya la tengas al alcance.
No olvides que todo esto sigue siendo una función en fase de vista previa para la MSI Claw. Al tratarse de builds Insider, puede haber pequeños fallos o comportamientos intermitentes, algo normal antes de llegar a canal estable. Si dependes del equipo para jugar sin interrupciones, quizá te convenga esperar a la liberación definitiva para tu modelo.
Rendimiento medido: memoria, FPS y estabilidad
En papel, Microsoft asegura que la FSE puede liberar hasta 2 GB de RAM. En pruebas prácticas con una MSI Claw 8 AI usando la build 7051, la cifra observada ha sido un ahorro real de algo más de 1 GB: se ha pasado de unos 7,3 GB de uso total en escritorio a unos 6,2 GB en el nuevo modo. No llega al máximo teórico, pero es un recorte tangible que se nota especialmente en modelos con 16 GB.
Ese menor consumo del sistema permite destinar más VRAM al iGPU sin ahogar la RAM, lo cual evita cuellos de botella en texturas y reduce tirones en cargas pesadas. Al final, menos “Windows” y más “juego” en memoria se traduce en menos stutter, algo que se aprecia en escenarios exigentes con mundos abiertos y streaming de assets.
En FPS, los datos compartidos apuntan a una subida media de entre 5 y 10 FPS en títulos pesados. El ejemplo más claro es Cyberpunk 2077, configurado a 1200p con el SoC limitado a 30 W de TDP: al activar FSE, se observó un salto de 55,3 a 61,2 FPS. Con un perfil estilo Steam Deck, la mejora pasó de 49,6 a 58,3 FPS, rozando el 17% de incremento.
Otros juegos como Forza Horizon 5 o Black Myth: Wukong también han registrado aumentos, algo más moderados, mientras que en títulos ya muy optimizados (caso de Shadow of the Tomb Raider) el rendimiento se mantiene estable, sin apenas variaciones. La autonomía, por su parte, no parece verse afectada en estas primeras pruebas, aunque la eficiencia de memoria y CPU podría ayudar a rascar minutos en escenarios concretos.
¿Qué explica este salto? La FSE minimiza o pospone tareas no esenciales, aliviando al SoC de carga innecesaria y manteniendo CPU y GPU enfocadas en la partida. Esto es especialmente valioso con procesadores como el Intel Core Ultra 5 258V de la Claw 8 AI (ocho núcleos y ocho hilos), donde la saturación por procesos secundarios puede aparecer con facilidad en un entorno de escritorio tradicional.
Reescalado, modo ventana y sensaciones de uso
Más allá del rendimiento puro, hay detalles prácticos que hacen que el modo se sienta “consola”. Por ejemplo, un usuario ha señalado que el sistema de reescalado funciona con juegos en modo ventana, ajustando a la pantalla del equipo para mantener la experiencia a pantalla completa (aunque reconoce que, de forma puntual, puede fallar). Es una buena noticia para quienes alternan títulos con comportamientos distintos en Windows.
La navegación con mando es fluida y directa, con una interfaz limpia y sin distracciones. Desde la FSE accedes a tu biblioteca (Xbox, Game Pass y tiendas de PC compatibles) y a lo esencial de la configuración sin tener que deambular por el escritorio clásico. Ese “menos es más” se nota en la rapidez con la que saltas de un juego a otro y en el tiempo que tardas en ponerte a jugar.
¿Puede plantar cara a SteamOS? La lectura estratégica
Valve marcó el paso con SteamOS 3.8 y su pulido constante en la Steam Deck, un golpe psicológico que ha obligado a Microsoft a acelerar. La respuesta, además de mejoras en 25H2, llega con esta capa a pantalla completa que por fin suma rendimiento y simplifica el flujo, sin trucos ni hacks.
No es magia negra: FSE es una optimización razonable que quita lo que sobra y centra los recursos donde importa. Las primeras tomas de contacto son esperanzadoras en MSI Claw, pero aún queda recorrido para alcanzar la integración milimétrica de un sistema operativo hecho a medida para el juego móvil como SteamOS.
La buena noticia es que Windows 11 sabe “mutar” cuando toca, alineando interfaz y rendimiento en escenarios donde antes había demasiadas capas y comportamientos distintos a la vez. Con FSE, lo que antes era “Windows intentando parecer una consola” ahora se siente mucho más “Xbox sobre Windows” en el día a día.
Preguntas rápidas sobre la FSE en Windows 11
Antes de lanzarte a activarla, conviene tener claros algunos detalles que suelen generar dudas cuando hablamos de builds Insider y funciones en despliegue progresivo.
- ¿Necesito ser Insider? Para MSI Claw, sí: la FSE llega a través de Windows 11 Insider Preview (builds como la 26220.7051/7051) desde los canales Dev y Beta.
- ¿Está disponible para todos los fabricantes? De salida, es estable en ROG Xbox Ally y Ally X. En MSI Claw está en vista previa. Otros OEM la irán activando “en los próximos meses”.
- ¿Consume menos batería? La reducción de procesos favorece la eficiencia, pero las pruebas iniciales apuntan a una autonomía similar; donde sí se nota es en estabilidad y consistencia de FPS.
- ¿Qué pasa si algo falla? Es una función previa a estable: puede haber errores. Si no quieres sorpresas, espera a la liberación final para tu modelo.
Pros y contras actuales del modo a pantalla completa
Más allá del hype, es útil poner en una balanza lo que ya aporta hoy la FSE y lo que todavía debe mejorar a medida que se asiente en más equipos.
- Arranque directo a juegos: menos tiempo perdido en el escritorio, más foco en jugar.
- Memoria liberada: cerca de 1 GB real en pruebas, con promesa de hasta 2 GB según Microsoft.
- FPS más altos: ganancias medias de 5-10 FPS; picos que rondan el 17% en algunos perfiles.
- Interfaz coherente con mando: navegación limpia, sin distracciones y con biblioteca unificada.
También hay puntos a vigilar: la fase de vista previa implica posibles bugs, el reescalado en ventana no siempre clava el ajuste y la fecha para algunos fabricantes puede moverse. Aun así, la dirección es la adecuada y el salto práctico ya se percibe en el día a día.
- Estado beta en MSI Claw: puede haber fallos puntuales y cambios de comportamiento entre builds.
- Reescalado intermitente: funciona bien la mayor parte del tiempo, con alguna excepción reportada.
- Calendario difuso en terceros: entre “próximos meses” y ventanas que apuntan a primavera o incluso más tarde.
Como curiosidad, las demostraciones públicas han llegado incluso de la mano de creadores como ETA PRIME, que probó la MSI Claw 8 AI con la build 7051, evidenciando esa mezcla de bajada de consumo de RAM y aumento de FPS en escenarios reales. Es el tipo de prueba de campo que ayuda a ver el impacto fuera de los benchmarks sintéticos.
Para quienes vengan de la ROG Ally/Ally X, poco hay que explicar: la experiencia es prácticamente idéntica, con la ventaja de que ahora empieza a expandirse más allá del ecosistema ASUS. De hecho, Microsoft y ASUS presentaron de forma conjunta estos equipos el 16 de octubre, con la FSE como uno de los pilares de su propuesta portátil.
De cara al futuro inmediato, la clave estará en cómo se consolide el soporte en más OEM y builds estables, y en si Microsoft sigue priorizando la eficiencia y la experiencia de usuario en Windows 11 para juego. Si la empresa mantiene este ritmo, el diferencial histórico con soluciones como SteamOS puede reducirse de manera significativa.
A la hora de la verdad, la FSE en Windows 11 para MSI Claw se siente como el paso que hacía falta: arrancar en Xbox, ganar FPS y quitar “peso” al sistema sin tener que pelearte con ventanas y procesos del escritorio. Los datos de memoria, las mejoras de rendimiento en títulos exigentes y la navegación pulida con mando lo respaldan; y aunque el despliegue aún es previo y algunas fechas bailan, el rumbo está claro y la experiencia ya merece la pena para quien quiera exprimir su consola portátil con Windows.
