Qué se sabe del Xbox Elite Series 3: filtraciones y novedades

Última actualización: diciembre 3, 2025
Autor: Isaac
  • Microsoft trabaja en un sucesor del Elite Series 2 con mejoras fuertes en conectividad, latencia y construcción.
  • Las filtraciones hablan de Wi‑Fi directo para la nube, más personalización y posible uso de sticks con efecto Hall.
  • El anuncio podría producirse en un gran evento como el Xbox Games Showcase, tras años de vida del Series 2.
  • La comunidad ve al Elite Series 3 como un mando clave, siempre que solucione el drift y mejore la fiabilidad a largo plazo.

Mando Xbox Elite Series 3

El posible Xbox Elite Series 3 se ha convertido en uno de los mandos más esperados dentro del ecosistema de Xbox, especialmente entre quienes buscan mandos premium para gaming. Aunque Microsoft todavía no ha hecho un anuncio oficial, en los últimos meses se han ido acumulando filtraciones, declaraciones más o menos veladas y comentarios de insiders que apuntan en la misma dirección: el sucesor del Elite Series 2 está en camino y no será una simple revisión menor.

A día de hoy, lo que se sabe de Xbox Elite Series 3 procede de entrevistas, rumores bien fundamentados y comparativas con los modelos anteriores. La información no es definitiva, pero sí lo bastante consistente como para dibujar un retrato bastante claro de por dónde van los tiros: más integración con el juego en la nube, mejoras de latencia, foco en la personalización y una construcción todavía más premium para competir en la gama alta.

De dónde salen los rumores del Xbox Elite Series 3

Buena parte del ruido reciente alrededor del mando viene de una entrevista de Sarah Bond, presidenta de Xbox, con el medio japonés Game Watch. Cuando le preguntaron directamente por un posible nuevo modelo Elite, su respuesta fue evasiva pero significativa: comentó que no tenía nada que anunciar “por ahora”, pero añadió que en Xbox están innovando activamente en el terreno de los accesorios y que compartirían más información en el futuro cercano. No es una confirmación, pero sí un guiño claro a que el hardware de mandos y periféricos sigue muy vivo dentro de la hoja de ruta de Microsoft.

Esa declaración encaja de lleno con lo que lleva tiempo comentando Jez Corden, periodista de Windows Central, una de las fuentes más citadas cuando se habla de nuevos dispositivos Xbox. Según Corden, Microsoft ya trabaja de forma activa en el sucesor del Xbox Elite Series 2, al que internamente se estaría refiriendo como Series 3. Lo más interesante es cómo lo describe: una “modernización y mejora a pasos agigantados” respecto al modelo actual, es decir, algo más ambicioso que un simple lavado de cara.

En otra ocasión, el propio Corden explicó que dentro de Microsoft se están probando tres prototipos de mandos: uno básico y económico con pequeñas mejoras de nueva generación, un modelo intermedio con construcción de corte premium y un tercer mando al que él mismo llamó, entre risas, “Elite, Elite, Elite”. Ese último sería el candidato perfecto a convertirse en el Xbox Elite Series 3, el tope de gama pensado para jugadores exigentes y para quienes exprimen cada detalle del hardware.

En paralelo, la conversación sobre el futuro mando se ha extendido a foros, redes sociales y comunidades especializadas. Allí se cruzan filtraciones técnicas con experiencias personales de usuarios del Elite Series 1 y Series 2, muchos de los cuales recalcan que el salto de la primera a la segunda generación existió, pero que ahora el hueco entre el Series 2 y su futuro sucesor es mucho mayor y necesita cubrirse con algo realmente diferencial.

Imagen genérica Xbox Elite Series 3

Cuándo podría presentarse el Xbox Elite Series 3

Si seguimos el hilo de las filtraciones, el momento más probable para ver al Elite Series 3 sería uno de los grandes eventos de Xbox de principios de junio, concretamente el Xbox Games Showcase, que suele ir muy ligado en fechas al Summer Game Fest. Distintos artículos y comentarios de insiders apuntan al fin de semana del 8-9 de junio como ventana ideal, aunque esa fecha hay que tomarla como orientación y no como algo cerrado.

Históricamente, Xbox ha aprovechado sus grandes showcases para enseñar nuevo hardware de mando, ya sea versiones especiales, controladores temáticos o modelos completamente nuevos. En este sentido, un Elite Series 3 encajaría a la perfección como uno de los anuncios estrella de la presentación, rodeado de grandes juegos first party y de novedades para Game Pass y el juego en la nube.

Además, el contexto acompaña: el Xbox Elite Series 2 llegó al mercado en 2019, así que ya acumula unos cuantos años a sus espaldas. Un reemplazo o actualización de gama alta a mitad de ciclo de consola cuadraría con la estrategia de Microsoft, sobre todo ahora que la compañía empuja con fuerza el juego en streaming y la idea de un mismo ecosistema jugable en consola, PC y dispositivos conectados.

También se ha hablado de que el mando podría alinearse con un nuevo ciclo de hardware de Xbox, incluida una posible revisión de consola con nombre en clave (como se ha mencionado en algunos foros con nombres como Project Uther). Aunque el Elite Series 3 no necesita una nueva consola para existir, sí tendría mucho sentido de marketing lanzar un mando premium renovado como compañero perfecto de una revisión de máquina o de una nueva oleada de productos Xbox.

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Conviene insistir en que, por el momento, no hay fecha oficial ni reservas abiertas. La mayoría de las fuentes, incluido Corden, se cuidan mucho de matizar que no disponen de todos los detalles necesarios para publicar una ficha completa con día de lanzamiento y precio, y que algunos aspectos del diseño podrían seguir cambiando en función de las pruebas internas.

Los tres prototipos de mandos Xbox en desarrollo

Uno de los datos más interesantes de lo que se ha filtrado es esa idea de que Xbox tendría ahora mismo tres mandos diferentes en prototipo. No se trata solo de sacar una revisión del pad estándar y un nuevo Elite, sino de plantear una auténtica familia de controladores escalonada para responder a necesidades y bolsillos distintos.

El primero sería un mando asequible, una evolución del actual estándar de Xbox Series X|S, pero con ciertas mejoras consideradas “de nueva generación”. No se han detallado todavía esas mejoras, aunque se especula con cambios en la vibración, un mejor tacto de los materiales y quizá algún guiño a funcionalidades como la respuesta háptica avanzada, siempre dentro de un precio contenido.

El segundo modelo estaría en una franja intermedia: más premium en construcción que el mando básico, pero sin llegar al nivel de personalización extrema del Elite. Podría ser una especie de mando “pro” recortado, ideal para quien quiere algo mejor hecho pero no necesita todos los extras ni está dispuesto a pagar el tope de gama.

El tercero sería el que se sitúa en el centro de todos los rumores: el mando “Elite, Elite, Elite” al que se refirió Corden. La expresión resume que hablamos de un dispositivo claramente por encima del resto en funcionalidades, acabados y prestaciones. Todo encaja para identificarlo como el futuro Xbox Elite Series 3, llamado a convertirse en la referencia absoluta para jugadores competitivos y para quienes buscan el máximo control posible sobre la experiencia de juego.

Esta estrategia de tres niveles permitiría a Microsoft cubrir el espectro completo de usuarios: desde el jugador casual que quiere un mando fiable y económico, pasando por quien busca un extra de calidad, hasta el entusiasta o profesional del esports que exige lo mejor en precisión, ergonomía y opciones de ajuste.

Diseño del mando Xbox Elite Series 3

Conectividad, Wi‑Fi directa y juego en la nube

Si hay una característica que se repite constantemente en las filtraciones es la intención de que el nuevo Elite incorpore conexión directa por Wi‑Fi para jugar en la nube con la mínima latencia posible. La idea recuerda a lo que intentaron en su momento dispositivos como el mando de Google Stadia o el de Amazon Luna: el controlador no se conecta solo a la consola o al PC, sino que se enlaza directamente al router y envía las entradas a los servidores en la nube.

De esta forma, se elimina un intermediario en la cadena de comunicación (la consola o el ordenador) y se recortan milisegundos muy valiosos en títulos donde la rapidez es crítica, como shooters competitivos, juegos de lucha o experiencias multijugador muy exigentes. Para el ecosistema de Xbox, cada vez más volcado en xCloud y en que puedas jugar estés donde estés, un Elite con Wi‑Fi directo sería una pieza clave.

Relacionado con esto, se comenta que el mando contaría con un interruptor o botón para alternar de forma rápida entre modo consola, modo PC y modo nube. No sería simplemente un detalle de calidad de vida: la idea es que puedas cambiar de contexto (del salón al escritorio o al juego en streaming) prácticamente sobre la marcha, sin tener que rehacer emparejamientos o perder tiempo con menús enrevesados.

Todo esto se apoyaría en una base de conectividad que, como mínimo, igualaría la del Elite Series 2: Xbox Wireless y Bluetooth y USB‑C seguirían presentes

De forma paralela, algunas estimaciones técnicas hablan de una reducción clara de la latencia de entrada respecto a la generación anterior. Se ha llegado a mencionar un valor aproximado de unos 3 ms frente a los 7-9 ms habituales en el Series 2, lo que supondría un salto apreciable en respuesta para quienes notan hasta el más mínimo retraso entre lo que hacen con los dedos y lo que ven en pantalla.

Encuestas de Xbox y pistas sobre personalización

Otro hilo del que se ha tirado para saber más sobre el Elite Series 3 procede de encuestas que Xbox ha lanzado a algunos usuarios a través de la Insider App. Estas preguntas no confirman nada por sí mismas, pero sí dejan ver qué aspectos del mando interesan más al equipo y en qué dirección podrían estar orientando el diseño.

En esos cuestionarios se pregunta, por ejemplo, cómo ajustan los jugadores el volumen durante las partidas y con qué frecuencia lo hacen, lo que sugiere que Xbox estudia integrar más formas de controlar el audio desde el propio mando (rueda, botones dedicados o combinaciones más intuitivas) pensando en sesiones online largas con chat de voz.

También se indaga en cuántos perfiles de configuración usan los jugadores y si les gustaría disponer de más o menos. El Elite Series 2 ya ofrece tres perfiles más uno por defecto, así que no sería raro ver cómo el Series 3 amplía ese número, facilita el cambio entre ellos o añade indicadores LED más claros para saber en qué preset estás en cada momento.

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Otra de las áreas en las que la encuesta hace hincapié es el uso real de las palancas traseras, la posición del bloqueo de gatillos y la frecuencia con la que se ajustan. Todo apunta a que el team de diseño busca entender qué elementos del mando elite se aprovechan al máximo y cuáles podrían rediseñarse, simplificarse o hacer más robustos para soportar mejor el trote diario.

Especialmente llamativo es el interés en la llamada personalización cosmética y funcional. Entre las preguntas se incluyen opciones sobre colores de agarres, compartimento de batería, iluminación LED, así como el posible uso de módulos de sticks con sensor Hall, diferentes alturas, formas de joystick o tipos de cruceta. Esa combinación de customización estética y modularidad técnica encaja muy bien con lo que cabría esperar de un Elite Series 3 moderno.

Posibles características clave del Xbox Elite Series 3

Aunque no hay especificaciones cerradas, varias fuentes coinciden en una serie de funciones y mejoras que suenan con bastante fuerza para el futuro mando. Algunas de ellas ya han sido exploradas por la competencia o por mandos de terceros, mientras que otras serían evolución natural de lo visto en el Series 2.

En primer lugar, se habla con insistencia de vibración háptica de nueva generación, más rica y precisa que la vibración tradicional. Este sería uno de los movimientos más claros para responder a la buena acogida del DualSense de PlayStation 5, cuyo sistema háptico es uno de sus grandes reclamos. Un Elite Series 3 con háptica avanzada podría ofrecer sensaciones mucho más detalladas al acelerar, disparar o interactuar con el entorno.

En el apartado de energía, lo esperado es que el mando incluya batería recargable integrada con carga rápida a través de USB‑C, abandonando por completo el uso de pilas AA en este rango de producto. Las filtraciones apuntan a una autonomía superior a la del Elite Series 2 (que ronda las 40 horas) y a tiempos de carga sensiblemente más cortos, además de un rediseño interno enfocado a una mejor gestión térmica y de consumo.

Otra de las grandes peticiones de la comunidad gira alrededor de los sticks con efecto Hall, que utilizan sensores magnéticos en lugar de potenciómetros tradicionales para registrar el movimiento. Este diseño es mucho menos propenso al temido drift de los sticks, un problema que ha lastrado a muchos mandos de gama alta (incluidos los propios Elite Series 1 y 2). Algunos rumores apuntan a que Microsoft podría no haberlos adoptado inicialmente, lo que generaría bastante decepción, pero otros reportes y encuestas sugieren que al menos están muy encima de esta tecnología como opción clara de futuro.

Junto a todo esto, se barajan elementos como placas frontales intercambiables, agarres de goma texturizada mejorada para un tacto más seguro y duradero, y una iluminación LED personalizable no solo a nivel estético, sino también funcional, para indicar perfiles, modos de uso (consola, PC, nube) o incluso estados de batería de un vistazo.

Por último, hay bastante interés en todas las opciones de control de volumen y gestión del audio directamente desde el mando. No sería raro que el Series 3 integrase alguna solución dedicada para ajustar chat y sonido del juego sin tener que meterse cada dos por tres en menús de la consola o del PC, algo que se agradece mucho en sesiones competitivas.

Diseño, ergonomía y calidad de construcción

Si miramos hacia atrás, el Xbox Elite Controller Series 1, lanzado en 2015, marcó un antes y un después en cuanto a mandos premium para consola. Ofrecía sticks intercambiables, D‑pads alternativos, cuatro paletas traseras y los famosos hair trigger locks para disparar más rápido. Sin embargo, sus empuñaduras de goma eran menos duraderas y la ergonomía, pese a ser buena, ha sido superada después.

En 2019 llegó el Elite Controller Series 2, que refinó muchas de esas ideas. Introdujo tensión ajustable en los sticks (con una pequeña herramienta incluida), mejoró de forma clara las empuñaduras con un recubrimiento de goma envolvente y más resistente, potenció la ergonomía general y añadió conectividad Bluetooth junto al Xbox Wireless y el cable USB‑C. También colocó una batería interna recargable con base de carga incluida y amplió el abanico de personalización por software a través de la app Accesorios, con perfiles configurables.

La experiencia acumulada con esos dos modelos es la base desde la que se construye el Series 3. Todo apunta a que el nuevo mando apostará por empñaduras de goma texturizada avanzada, pensadas no solo para sujetarse mejor, sino también para soportar el desgaste continuo sin despegarse ni agrietarse con facilidad, uno de los puntos débiles de generaciones previas.

En cuanto a los gatillos, se mencionan mejoras en el diseño de bloqueo en tres etapas para acortar todavía más el recorrido y ajustar el punto de activación con precisión. Esto, combinado con una latencia general más baja, podría ofrecer un disparo prácticamente instantáneo en shooters y juegos competitivos, siempre dentro de los márgenes razonables de un dispositivo inalámbrico.

Los sticks, por su parte, recibirían una atención especial en sensibilidad, tacto de la superficie y resistencia al desgaste. Se habla de recubrimientos más duraderos, puntas táctiles con mejor grip y una lectura de movimiento más estable. Si finalmente se opta por sensores Hall, el salto en fiabilidad frente al drift sería muy notable; en caso contrario, Microsoft necesitaría haber reforzado mucho el diseño de los potenciómetros para convencer a quienes ya han sufrido fallos prematuros en el pasado.

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Fiabilidad, drift y opiniones de la comunidad

Uno de los puntos más delicados en la conversación sobre el Elite Series 3 tiene que ver con la fiabilidad a largo plazo, en especial en lo relativo a la deriva de los sticks. Muchos usuarios han reportado que tanto el Elite Series 1 como el Series 2 acababan sufriendo drift tras un tiempo de uso más o menos corto, algo especialmente frustrante en un producto de precio elevado.

La causa suele estar en los potenciómetros tradicionales usados en los sticks analógicos, donde una almohadilla conductora de carbono se va desgastando con el uso. Cuando ese desgaste avanza, el punto de lectura deja de ser fiable y el mando registra movimiento aunque el jugador no esté tocando el joystick. Hay multitud de vídeos técnicos en internet explicando este fenómeno y mostrando reparaciones caseras o sustituciones de módulos.

Algunos testimonios cuentan casos de mandos Elite que empezaron a mostrar deriva en menos de 60 días, lo cual, para muchos, hace muy difícil justificar pagar cerca de 200 dólares/euros por un dispositivo que quizá no aguante bien el trote competitivo. Esta es precisamente una de las razones por las que se insiste tanto en la adopción de sticks con efecto Hall o, al menos, en un rediseño profundo del sistema actual.

En este contexto, hay usuarios que afirman de forma bastante tajante que no se plantearían comprar un Elite Series 3 si no incorpora sensores Hall, sobre todo teniendo en cuenta que ya existen mandos de gama media con esta tecnología en el mercado. Para ellos, Microsoft estaría desaprovechando una oportunidad de oro si decide seguir anclada en soluciones más antiguas. Otros, en cambio, valoran tanto las prestaciones generales del Elite (ergonomía, opciones de mapeo, calidad de construcción en otros aspectos) que estarían dispuestos a darle una oportunidad si la compañía demuestra haber mejorado de verdad la durabilidad.

En cualquier caso, la sensación general es que el éxito del Series 3 dependerá en buena parte de cómo responda a estos problemas históricos. No bastará con añadir Wi‑Fi para la nube o luces LED si, al poco tiempo, vuelven a aparecer los mismos fallos que han empañado la reputación de los modelos anteriores en ciertos círculos.

Comparativa rápida: Series 1, Series 2 y lo que se espera del Series 3

Con toda la información sobre la mesa, es posible trazar una comparativa aproximada entre las tres generaciones del mando Elite, teniendo claro que los datos del Series 3 todavía no son oficiales y pueden cambiar. Aun así, el dibujo general ayuda a hacerse una idea de la evolución.

En conectividad y batería, el Series 1 se apoyaba en Xbox Wireless y USB‑A, con pilas desechables que ofrecían unas 30-40 horas de autonomía. El Series 2 dio el salto a Bluetooth, Xbox Wireless y USB‑C, con batería interna recargable y autonomía similar pero más cómoda de gestionar, además de base de carga incluida. Para el Series 3 se espera algo similar al Series 2, añadiendo carga rápida, mejor autonomía y la guinda del Wi‑Fi directo para la nube.

En personalización, el Series 1 introdujo sticks y crucetas intercambiables, además de las paletas traseras. El Series 2 amplió el abanico con tensión ajustable en los sticks, tres perfiles personalizados, ajustes más finos en la app y hair trigger locks refinados. Lo lógico sería que el Series 3 mantuviese este nivel y lo empujara un poco más adelante, por ejemplo con más perfiles, mayor modularidad de piezas y opciones cosméticas más profundas.

En ergonomía, el salto del Series 1 al 2 fue muy claro: grip completo, mejor equilibrio de pesos y empuñaduras de goma más resistentes. Todo apunta a que el Series 3 apostará por un grip texturizado avanzado, ajustado a manos de distinto tamaño y con un cuidado especial por la durabilidad. Aquellos que juegan sesiones maratonianas agradecerán acabados que no se pelan ni se despegan con el sudor y el uso intenso.

Finalmente, la latencia y el rendimiento es uno de los grandes campos donde se espera mejora: si el Series 2 ya ofrecía muy buen desempeño, los rumores de un Series 3 con latencia de entrada en torno a los 3 ms y respuesta optimizada para la nube lo colocarían en la primera línea de los mandos competitivos, especialmente si se suma a ello una lectura impecable de los sticks.

A la vista de todo este panorama, el futuro mando de Microsoft se perfila como una evolución ambiciosa del Elite Series 2, centrada en modernizar la experiencia con mejor conectividad, más personalización y un esfuerzo extra en fiabilidad. Falta por ver qué decide finalmente la compañía en temas tan sensibles como el uso de sensores Hall y cuál será el precio de entrada, pero el conjunto de filtraciones, encuestas y declaraciones apunta a que el Elite Series 3 no es tanto una cuestión de si llegará, sino de cuándo lo tendremos oficialmente sobre la mesa.

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