Cómo es el monitor oficial de PlayStation: diseño, specs y fecha

Última actualización: noviembre 14, 2025
Autor: Isaac
  • Monitor oficial PlayStation de 27 pulgadas QHD con HDR, VRR y gancho de carga para DualSense, 120 Hz en PS5 y hasta 240 Hz en PC.
  • Conectividad completa: 2x HDMI 2.1 (FRL/VRR), 1x DisplayPort 1.4 (240 Hz con DSC), 2x USB-A, 1x USB-C, altavoces y salida de 3,5 mm.
  • Lanzamiento previsto para 2026 en EE. UU. y Japón; precio sin confirmar y disponibilidad en Europa pendiente.

Monitor oficial de PlayStation para jugar en PS5

Sony lleva meses empujando fuerte en el terreno de los periféricos de su consola, ampliando además el soporte a PC para llegar a más público. En esa estrategia han encajado productos como los altavoces inalámbricos Pulse Elevate con micrófono, compatibles con PlayStation 5, PC y PlayStation Portal, una jugada que evidencia el interés por cubrir todo el ecosistema de juego más allá del televisor del salón.

En su último State of Play, la compañía presentó un nuevo monitor oficial de la marca PlayStation con panel de 27 pulgadas y un gancho retráctil en la base que funciona como cargador del DualSense. No es un salto técnico nunca visto, pero sí introduce una idea práctica: integrar la carga del mando en el propio monitor, despejando el escritorio y añadiendo un toque funcional a un accesorio pensado claramente para el escritorio gaming.

Un monitor de 27 pulgadas con sello PlayStation: contexto y propósito

Este lanzamiento encaja en una línea que ya hemos visto con la familia INZONE, aunque todo apunta a que está más orientado a los usuarios de PS5 (y PS5 Pro) que buscan un set-up compacto. No es ningún secreto que, históricamente, Sony fue un referente en televisores, pero en los últimos años su catálogo se ha adelgazado mientras competidores como Samsung marcan el ritmo en la gama más popular. El monitor oficial parece, por tanto, un movimiento calculado para fidelizar a la base de jugadores de PlayStation con hardware propio pensado para su consola y el escritorio.

Durante la presentación, Hideaki Nishino, presidente de Sony Interactive Entertainment, subrayó la idea de ofrecer una experiencia de juego de escritorio optimizada para PS5, donde el diseño sea útil además de bonito. De ahí ese soporte/gancho integrado en la base que permite dejar el DualSense o el DualSense Edge cargando sin ocupar espacio adicional, detalle que, aunque sencillo, puede marcar diferencia en la experiencia de uso diaria.

La puesta en escena no fue independiente del resto del evento: el State of Play estuvo centrado en títulos de desarrolladoras japonesas y asiáticas, pero Sony guardó su hueco para hablar de hardware, subrayando su intención de ir ampliando el catálogo de accesorios que rodean a PS5. También hubo hueco para recordar los altavoces Pulse Elevate como complemento «perfecto» del monitor para quienes buscan un combo de imagen y sonido integrado.

Más allá del titular, este monitor no busca romper récords técnicos: se mantiene en una fórmula conocida y probada, con resolución QHD y altas tasas de refresco. Su diferencia, más allá del logo, se apoya en la integración física con el mando, la compatibilidad fina con PS5 y la conectividad moderna que también mira a PC y Mac.

Si juegas a menudo en escritorio, la propuesta es clara: un monitor de 27 pulgadas, estético y funcional, que te evita tener un cargador de mandos aparte y que se entiende bien con la consola desde el minuto uno. No inventa la rueda, pero sí cuida la calidad de vida del usuario.

Monitor PlayStation de 27 pulgadas en uso

Especificaciones técnicas clave

El corazón de la propuesta es un panel IPS QHD de 27 pulgadas con 2.560 x 1.440 píxeles, un formato que hoy es casi el estándar de facto para el escritorio. No hablamos de 4K, pero sí de una resolución ideal para combinar nitidez y rendimiento alto, especialmente si alternas entre consola y PC. El monitor presume de compatibilidad con HDR y, lo más relevante si usas PS5, Auto HDR Tone Mapping: la consola ajusta automáticamente la configuración HDR para clavar colores y luminancia sin que tengas que pelearte con menús.

  • Pantalla: IPS de 27″, resolución QHD (2.560 x 1.440)
  • HDR con mapeo automático de tonos (Auto HDR Tone Mapping) optimizado para PS5 y PS5 Pro
  • VRR (frecuencia de actualización variable) para mitigar tearing y stuttering
  • Hasta 120 Hz en PS5/PS5 Pro y hasta 240 Hz al conectarlo a un PC o Mac compatible
  • Dock/gancho retráctil en la base para cargar DualSense y DualSense Edge
  • Compatibilidad VESA para montajes en brazo o pared (patrón no especificado)
  • Conectividad: 2 x HDMI 2.1 con FRL y VRR + 1 x DisplayPort 1.4 (hasta 2.560 x 1.440 a 240 Hz; DP 1.4 admite 240 Hz con DSC)
  • USB: 2 x USB-A + 1 x USB-C para accesorios como el adaptador PlayStation Link u otros periféricos
  • Audio: altavoces estéreo integrados y salida de 3,5 mm
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En resumen: un listado solvente que, sin alardes, cubre lo que pedimos a un monitor moderno. El soporte de 240 Hz en PC es clave para shooters o títulos competitivos, mientras que los 120 Hz de PS5 más el VRR garantizan fluidez en consola. El añadido del HDR con ajuste automático te quita trabajo y ayuda a conseguir una imagen equilibrada sin calibraciones pesadas.

Conviene recordar que la consola de Sony soporta señal 4K, pero en este caso la apuesta es 1440p, un punto dulce para escritorio. Si vienes de 1080p, el salto se nota; si estás en 4K, ganarás rendimiento a cambio de pixel pitch más adecuado para 27 pulgadas. En cualquier caso, la integración con PS5 es el elemento estrella, más que la carrera por la resolución pura.

Frente a los renovados INZONE con paneles OLED, este modelo queda un peldaño por debajo en ambición de imagen. La propia Sony posiciona este monitor como una alternativa más accesible, pero cuidada, con modos de imagen específicos para consola y PC que ajustan brillo, contraste y gama de color dependiendo del dispositivo conectado.

El gancho/soporte de carga para el DualSense es la típica prestación que parece pequeña hasta que la tienes. Ahorras un accesorio sobre la mesa, el mando duerme en su sitio y siempre está listo. Es, a fin de cuentas, la funcionalidad más diferencial respecto a otros 27 pulgadas QHD de corte gaming que comparten casi la misma hoja de especificaciones.

Conectividad y ecosistema: pensado para PS5, listo para PC y Mac

Este monitor quiere ser el centro del escritorio y, para ello, ofrece un trío de entradas de vídeo que cubren prácticamente todos los casos: dos HDMI 2.1 con FRL y VRR para la consola y un DisplayPort 1.4 ideal para PC de alto rendimiento. Si tu equipo lo permite, podrás exprimir hasta 240 Hz a 1440p vía DP 1.4 (con DSC) o vía HDMI 2.1 según el dispositivo, sin renunciar a la latencia baja de las señales modernas.

En el apartado USB, los dos puertos USB-A y el USB-C resultan útiles para enchufar accesorios, desde dongles de audio hasta el adaptador PlayStation Link. Sony remarca que este monitor se lleva especialmente bien con su ecosistema, destacando a los PULSE Elevate como compañeros naturales para cerrar el círculo audiovisual con un solo conjunto de imagen + sonido.

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El audio integrado, con altavoces estéreo y salida minijack de 3,5 mm, suma versatilidad si no tienes barras o altavoces dedicados. No va a sustituir a un sistema premium, pero cumple para sesiones rápidas o para aprovechar una mesa más limpia y sin cables extra.

La compatibilidad con soporte VESA (sin medidas confirmadas) abre la puerta a instalar el monitor en un brazo articulado o en la pared. Si trabajas/estudias en la misma mesa donde juegas, ese detalle facilita adaptar la ergonomía a tu postura y ganar espacio útil cuando no estás en partida.

Por cierto: aunque la propuesta esté optimizada para PS5, cualquier fuente HDMI funcionará sin problemas. Eso incluye otras consolas y equipos con Windows o macOS. La gracia es que en PC podrás ir más allá con los 240 Hz; en consola, nos quedamos en 120 Hz a 1440p, que ya es un lote excelente para títulos compatibles.

Rendimiento: PS5 a 120 Hz y PC hasta 240 Hz, con VRR y HDR a bordo

En consolas PlayStation 5 y PlayStation 5 Pro, el techo está en 120 Hz a 2.560 x 1.440, apoyándose en VRR para suavizar caídas de fotogramas y en HDR con mapeo automático para optimizar la imagen nada más conectar. En la práctica, esto se traduce en una sensación de movimiento limpia en juegos que apuestan por modos de rendimiento a 120 fps, y en colores y contrastes ajustados sin tocar nada.

Si conectas un PC (o un Mac compatible), la pantalla escala hasta 240 Hz en la misma resolución QHD. Para shooters competitivos, MOBAs o cualquier juego donde cada milisegundo cuenta, esta cifra marca la diferencia. Aun con una resolución por debajo del 4K, la combinación de 1440p + 240 Hz es un equilibrio muy apreciado hoy por hoy por su nitidez y su suavidad.

El VRR ayuda a evitar el tearing cuando la GPU no clava los fps objetivo, sincronizando refresco y fotogramas al vuelo. Y si le sumamos el ajuste automático de HDR con PS5, el resultado es una experiencia consistente y más plug and play que en muchas configuraciones mixtas.

¿Y qué pasa con 4K? La PS5 admite salida 4K, sí, pero aquí la decisión de Sony es clara: poner el enfoque en el escritorio, donde 27 pulgadas y 1440p son pareja ideal. El coste y el rendimiento para 240 Hz en PC a 4K serían otra liga; este monitor prioriza fluidez y respuesta sobre la densidad de píxel extrema.

En definitiva, su mejor cara la verás en títulos que aprovechen VRR y altas tasas de refresco, tanto en consola (hasta 120 Hz) como en PC (hasta 240 Hz). La ventaja de la propuesta es que vas a poder compartir setup entre PS5 y ordenador sin compromisos grandes y con menos lío de cables gracias a su conectividad bien servida.

Precio, disponibilidad y rivales directos en el mercado

En cuanto al calendario, Sony ha puesto 2026 como año de lanzamiento inicial en Estados Unidos y Japón. Por ahora, la compañía no ha confirmado su llegada a Europa ni a España, y tampoco ha puesto cifra de venta oficial. En eventos y comunicados, el mensaje ha sido claro: primero tantearán el mercado en esos dos territorios y, según la respuesta, valorarán su expansión a otras regiones.

La gran incógnita es el precio. Hay estimaciones que sitúan esta pantalla en la franja alta (en torno a 550–750 euros), pero no hay confirmación. Por otro lado, si nos vamos al escaparate actual, encontramos referencias muy competitivas con especificaciones similares. Un ejemplo es el Lenovo Legion 27Q (27″, QHD, 240 Hz, HDMI 2.1 y DP 1.4), que se mueve entre 199,99 y 229,99 euros; o el AOC Q27G42ZE, que se ha visto por unos 235 euros con ese mismo binomio de resolución y refresco.

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Con rivales así, si el monitor de PlayStation aparece en el mercado muy por encima de los 300 euros, lo tendrá complicado para entrar fuerte, especialmente para quienes priorizan pura relación calidad-precio. De hecho, por debajo de esa cifra ya hay opciones de 32 pulgadas con hasta 180 Hz que hacen dudar a más de uno. Ahí está el caso del Samsung LS32DG300EUXEN, cazado por 203,99 euros en algunos momentos, que ofrece más diagonal a costa de renunciar a los 240 Hz máximos del PC (algo que, por cierto, a PS5 tampoco le afectaría porque su tope son 120 Hz).

¿Cómo encaja entonces el monitor oficial? Su «arma» no es la ficha técnica, que está muy igualada con el resto, sino la integración con PS5 (HDR Tone Mapping automático, VRR asegurado, estética a juego) y ese gancho de carga para el DualSense que resuelve una necesidad cotidiana. Es probable que el precio determine su éxito: si Sony logra una cifra cercana al grueso del mercado, la propuesta será muy atractiva; si la apuesta es premium, jugará en otra liga, apoyándose más en diseño, marca y conveniencia.

Qué lo hace diferente (y qué no)

La novedad que más llama la atención es el soporte de carga para el mando integrado en la base. No existen muchos monitores con este tipo de solución nativa y menos con la garantía de compatibilidad total con DualSense y DualSense Edge. Es un detalle que suma orden, practicidad y coherencia de diseño con la consola.

Donde no encontrarás una ruptura es en el panel o en el rendimiento bruto frente a otros 27″ QHD de altas tasas: ahí el mercado ya está muy maduro. La hoja de especificaciones cae en lo esperado: IPS, 1440p, 120 Hz en consola y 240 Hz en PC, VRR y HDR. Lo interesante es cómo se integra con la PS5 sin esfuerzo y cómo coordina esa experiencia con la del PC cuando cambias de fuente.

La conectividad también suma: dos HDMI 2.1, DP 1.4, USB-A y USB-C, altavoces y minijack. Nada revolucionario, pero sí completo para un escritorio mixto. Añade el guiño a otros accesorios de la casa —como los Pulse Elevate o el adaptador PlayStation Link— y tienes un pequeño ecosistema monomarca que busca la comodidad y el look & feel unificado.

Si ya habías echado el ojo a la gama INZONE OLED y priorizas negros puros y contraste infinito, este modelo no es su sustituto: es una alternativa más terrenal, con un foco distinto. Sony lo presenta más como pieza central de un escritorio PlayStation que como el monitor más avanzado del catálogo.

Un apunte más: en varios medios se mostró un vídeo del producto durante el State of Play. Aunque no cambia nada de lo aquí comentado, sirve para hacerse una idea del tamaño, el diseño y el funcionamiento del gancho de carga en un escenario real.

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