- PerformanceTest de PassMark incluye un Advanced Memory Test que analiza la velocidad de la RAM según el patrón de acceso y el tamaño de los bloques.
- MemTest86 de PassMark permite comprobar la integridad de los módulos de memoria, incluidos DDR5, ejecutándose antes de iniciar el sistema operativo.
- La puntuación CPU PassMark se basa en múltiples pruebas sintéticas y se usa masivamente para comparar procesadores y elegir servidores NAS.
- Combinar benchmarks de PassMark con pruebas de mundo real ofrece una visión completa del rendimiento de CPU, RAM, GPU y almacenamiento.

Si alguna vez te has preguntado por qué tu PC vuela en unas tareas y se arrastra en otras, la respuesta suele estar muy ligada a cómo se comporta la memoria. Medir el rendimiento de la RAM con herramientas como PassMark, PerformanceTest y MemTest86 es clave para entender de verdad qué está pasando en tu equipo más allá de los típicos “tiene 16 GB, va sobrado”.
Lejos de ser sólo una cifra en la hoja de especificaciones, la memoria RAM combina capacidad, velocidad, latencias, tipo de acceso y hasta la forma en la que el sistema la gestiona. Todo esto impacta directamente en juegos, edición de vídeo, máquinas virtuales o tareas de servidor NAS. Vamos a ver, con calma y en detalle, cómo PassMark y sus herramientas permiten medir y exprimir al máximo el rendimiento de la RAM y del resto de componentes.
Qué es PassMark y cómo se relaciona con la memoria RAM
PassMark es una empresa de software especializada en pruebas de rendimiento que ofrece varias herramientas de benchmarking y diagnóstico. Su objetivo principal es medir de forma objetiva el rendimiento de componentes como CPU, RAM, GPU y almacenamiento, y agrupar los resultados en puntuaciones comparables entre distintos equipos y configuraciones.
Dentro de su catálogo, PerformanceTest es el programa estrella para evaluar el rendimiento general del sistema, mientras que MemTest86 se centra en detectar errores en los módulos de memoria. Ambos se complementan: uno mide lo rápido que va tu RAM, el otro verifica si funciona de forma correcta y sin fallos.
Para el usuario que quiere comparar configuraciones, elegir un nuevo PC o validar un servidor, las puntuaciones PassMark se han convertido en una referencia muy extendida. Los resultados que envían miles de usuarios forman grandes bases de datos públicas con rankings de procesadores, memorias y otros componentes.

Cómo funciona el test avanzado de memoria de PerformanceTest
Dentro de PerformanceTest encontramos el Advanced Memory Test, un conjunto de pruebas diseñadas específicamente para medir la velocidad de acceso a la RAM. No se limita a dar una cifra simple, sino que explora cómo responde la memoria según el patrón de acceso y el tamaño de los bloques.
Para entender estas pruebas, PassMark propone imaginar la memoria como una tira continua formada por millones o miles de millones de “ranuras” o casillas. Cada ranura tiene una dirección única, y en sistemas Windows de 32 bits cada casilla almacena 32 bits, es decir, 4 bytes (como recordatorio, 1 byte son 8 bits). El sistema operativo va cargando y descargando datos de esa tira según lo que vas haciendo con el PC.
Cuando ejecutas un programa, Windows copia el ejecutable desde el disco hacia la memoria RAM y lo ejecuta desde allí. Lo mismo ocurre con datos, librerías y prácticamente todo lo que manejan las aplicaciones: el disco actúa como almacén permanente y la RAM como zona de trabajo rápida.
Una idea clave que se usa en diseño de memorias es la “localidad espacial”. Este principio dice que las direcciones de memoria que están cerca suelen utilizarse también cerca en el tiempo. Por eso, las arquitecturas modernas (cachés, controladores de memoria, etc.) están pensadas para sacar partido a accesos secuenciales o cercanos. Cuando los accesos se dispersan mucho por direcciones lejanas entre sí, los tiempos de acceso empeoran y el rendimiento global se resiente.
El Advanced Memory Test de PerformanceTest aprovecha esta idea para ofrecer dos tipos de prueba principales: “Memory Speed Per Access Step Size” y “Memory Speed Per Block Size”. Cada una analiza una parte distinta del comportamiento de la RAM bajo carga.
Memory Speed Per Access Step Size: velocidad según el salto de acceso
La prueba “Memory Speed Per Access Step Size” mide cómo cambia la velocidad de la memoria cuando se recorre un bloque grande dando saltos de diferente tamaño. Se trata de una prueba muy útil para entender qué ocurre cuando un programa accede de forma más o menos ordenada a los datos.
Primero, PerformanceTest reserva un bloque grande de memoria, que será de un cuarto de la RAM del sistema o 512 MB, lo que sea menor. Sobre ese bloque realiza múltiples pasadas cambiando el “step size”, es decir, cuántas posiciones se avanza en cada acceso.
En la primera iteración recorre la memoria de manera secuencial, accediendo a cada valor de forma continua. Es el patrón ideal para la mayoría de sistemas de caché y controladores de memoria, por lo que suele ofrecer la mejor tasa de transferencia.
En la siguiente pasada, el test toca sólo una de cada dos posiciones. Para leer el mismo volumen total de datos tiene que hacer dos recorridos completos al bloque. Después pasa a un salto de cuatro posiciones, luego de ocho, y así sucesivamente, hasta llegar a un tamaño de paso máximo predeterminado (hasta 1/65536 de la longitud del bloque).
Este enfoque permite comprobar claramente cómo cae el rendimiento cuando los accesos dejan de ser contiguos y se vuelven más dispersos. En la práctica, muchas aplicaciones reales tienen patrones de acceso más parecidos a estos saltos que a un simple recorrido lineal, así que la prueba resulta muy representativa.
Memory Speed Per Block Size: velocidad según el tamaño del bloque
La segunda gran prueba del Advanced Memory Test se llama “Memory Speed Per Block Size” y se centra en medir cómo varía la velocidad de acceso dependiendo del tamaño del bloque de memoria que un programa solicita. Aquí entran en juego las distintas capas de caché y la memoria principal.
En un sistema Windows, cuando una aplicación quiere reservar memoria, hace una petición al sistema operativo indicando cuánta memoria necesita. Si hay recursos suficientes, Windows asigna ese bloque y devuelve a la aplicación la dirección inicial de la zona reservada. A partir de ahí, el programa puede leer y escribir en ese rango de direcciones.
Algunos programas piden bloques muy pequeños de memoria de forma continua, mientras que otros, como bases de datos o aplicaciones científicas, pueden solicitar bloques muy grandes que ocupan una parte importante de la RAM. El test de PassMark simula esta situación pidiendo bloques de tamaño creciente y midiendo la velocidad con la que puede recorrerlos.
En cada paso, PerformanceTest solicita un bloque, lo recorre para medir el rendimiento y luego pasa a un bloque mayor. Este tamaño va aumentando progresivamente hasta acercarse a la cantidad total de RAM disponible, lo que permite observar cómo cambia el rendimiento en cada tramo.
Normalmente es fácil apreciar bajones en la gráfica cuando el bloque deja de caber en la caché de primer nivel (L1), otro cuando sale de la caché de segundo nivel (L2), y más tarde cuando el acceso tiene que recurrir completamente a la memoria principal. Si el sistema anda justo de RAM y empieza a usar memoria virtual en disco, la velocidad se desploma de manera drástica.
NUMA y afinidad de memoria en sistemas multiprocesador
En placas base con varios procesadores físicos es muy habitual encontrar diseños de memoria del tipo NUMA, “Non-Uniform Memory Access” o acceso no uniforme a memoria. Este enfoque implica que el tiempo de acceso a la RAM depende de si esa memoria es local al procesador que la usa o pertenece a otro socket.
En estas configuraciones, cada CPU dispone de su propia memoria local, a la que accede con menor latencia. Sin embargo, sigue siendo posible que un procesador lea y escriba en la memoria conectada a los otros procesadores, aunque con un coste de tiempo superior y, en ocasiones, menor ancho de banda.
Para sacar todo el jugo a NUMA, las aplicaciones deben ser “NUMA aware”, es decir, estar programadas para preferir el uso de la memoria local y minimizar los accesos remotos. De lo contrario, un servidor potente puede perder mucha eficiencia sin que a simple vista se vea el motivo.
PerformanceTest incluye ajustes específicos que permiten forzar que el test de RAM se ejecute en un procesador concreto mientras accede a la memoria asociada a otra CPU. De este modo es posible evaluar cómo de grande es la penalización por acceder a memoria remota en un sistema NUMA.
Compatibilidad del test de memoria con distintos tipos de RAM
El motor de pruebas de PerformanceTest está diseñado para funcionar con un amplio abanico de tecnologías de RAM de PC. Entre los tipos de memoria compatibles se incluyen SDRAM, EDO, RDRAM, DDR y sus sucesivas generaciones: DDR2, DDR3 y DDR4, a cualquier frecuencia de bus soportada por la plataforma.
Gracias a esta compatibilidad tan amplia, se pueden comparar equipos de distintas épocas utilizando una metodología similar de pruebas. Obviamente, las cifras de rendimiento serán muy distintas, pero el tipo de resultados (gráficas, patrones de caída, etc.) se mantiene comparable.
Además, PassMark mantiene una gran base de datos pública con miles de resultados de memoria enviados por usuarios. Estas tablas permiten comparar el rendimiento relativo de módulos procedentes de fabricantes como G.Skill, Corsair, Mushkin, Kingston, Patriot, Crucial y muchos otros.
Contar con memoria de cierto nivel se nota, y no sólo en benchmarks sintéticos. Una RAM más rápida y estable mejora el comportamiento del sistema en juegos, edición de vídeo, desarrollo de software y tareas diarias, porque reduce los tiempos de carga, acelera la respuesta del sistema y ayuda a que la multitarea sea más fluida.
En cuanto a versiones, PassMark ofrece varias ediciones históricas de PerformanceTest, como la 10.2, la 9.0 o la 8.0, con soporte para sistemas operativos que abarcan desde Windows 2000 y XP hasta Windows 10 en variantes de 32 y 64 bits. Aunque hoy en día lo habitual es usar versiones actuales en sistemas modernos, estas ediciones antiguas siguen siendo útiles para equipos legacy que todavía se mantienen en producción.
MemTest86 de PassMark: detectar errores en módulos de RAM
Si PerformanceTest está pensado para medir rendimiento, MemTest86 se centra en comprobar la integridad y fiabilidad de los módulos de memoria. Es una herramienta muy conocida en el mundo del hardware, con más de dos décadas de historia a sus espaldas.
MemTest86 nació originalmente en 1994 y más tarde fue adquirido por PassMark. Desde entonces se ha usado directa o indirectamente en millones de equipos para diagnosticar fallos extraños que, en muchas ocasiones, tienen su origen en errores de RAM que no se detectan a simple vista.
La filosofía de la herramienta se basa en escribir y leer patrones de datos concretos sobre toda la memoria disponible, utilizando diferentes algoritmos. Si al leer de vuelta los datos detecta que alguno no coincide con lo que se escribió, es indicio de que uno o varios módulos están fallando.
Una de las claves es que MemTest86 debe ejecutarse antes de arrancar Windows o cualquier otro sistema operativo. Se inicia desde un USB o similar, de forma que tiene acceso completo a toda la memoria sin que el sistema la esté utilizando para sus propios procesos. Sólo así puede probar realmente el 100 % de la RAM instalada.
En versiones recientes, como PassMark MemTest86 9.1 Pro, la herramienta ya es plenamente compatible con módulos de memoria DDR5. De hecho, PassMark ha mostrado capturas donde se ve cómo se analiza RAM DDR5 a 4800 MHz, la frecuencia base marcada por el estándar JEDEC para esta nueva generación.
Gracias a esta evolución, los usuarios pueden validar también módulos DDR5 pensados para procesadores como los Intel Alder Lake y plataformas posteriores. Esto es especialmente importante en PCs de gama alta y servidores, donde un fallo intermitente de memoria puede tirar abajo sistemas críticos.
Benchmark CPU PassMark y su relación con RAM y resto de componentes
Aunque la palabra “PassMark” suele asociarse directamente a la CPU, lo cierto es que las pruebas de procesador están muy relacionadas con el comportamiento de la RAM y el subsistema completo. PerformanceTest no mide sólo el procesador de forma aislada, sino el conjunto.
Cuando buscamos un ordenador, un servidor NAS, un móvil o una tablet, nos fijamos en especificaciones que creemos clave: procesador, almacenamiento, memoria, GPU…. Dependiendo del uso (juegos, ofimática, edición, virtualización) tendremos que prestar atención a unas u otras características.
La CPU suele considerarse la pieza “estrella”, sobre todo en entornos como los servidores NAS donde se exige potencia para tareas de virtualización, transcodificación de vídeo o bases de datos. Aquí entran en juego dos grandes tipos de análisis: los benchmarks de mundo real y los benchmarks sintéticos.
Los análisis de rendimiento del mundo real consisten en usar aplicaciones reales con cargas de trabajo pesadas y medir el tiempo que tardan en completarlas. Un ejemplo sería usar Blender Benchmark para evaluar la velocidad de renderizado 3D de un equipo completo, donde entran en juego RAM, GPU y CPU.
En el otro frente están las pruebas de rendimiento sintético, que simulan muchas tareas distintas (renderizado 3D, compresión de archivos, navegación web, cifrado, etc.) y combinan los resultados en una puntuación única que permite comparar fácilmente un equipo con otro.
Qué es la puntuación CPU PassMark y por qué se usa tanto
La puntuación CPU PassMark es una media de los resultados que obtienen las CPUs en los tests incluidos en PerformanceTest. Miles de usuarios ejecutan las pruebas y envían sus resultados, que PassMark agrupa en una base de datos pública, calculando un valor medio representativo para cada modelo de procesador.
PerformanceTest realiza ocho pruebas distintas sobre la CPU, que comprenden desde cálculos matemáticos intensivos a tareas de compresión, cifrado y procesamiento general. Después, promedia los resultados para asignar una “CPU Mark” global a cada sistema.
El software está preparado para aprovechar todas las CPU lógicas y físicas disponibles. Esto implica que lanza pruebas simultáneas sobre cada hilo lógico (Hyper-Thread) y sobre cada núcleo de CPU físico, o incluso sobre cada paquete de CPU en sistemas con múltiples chips.
Esta metodología hace que la puntuación CPU PassMark sea muy útil para comparar procesadores de diferentes gamas y generaciones. Por ejemplo, puede ocurrir que un Intel Core i3 moderno de 13ª generación supere sin problemas a un viejo Intel Xeon en determinadas cargas, pese a que el nombre “Xeon” suene a gama superior.
En el sector de los servidores NAS, muchos fabricantes y distribuidores utilizan la puntuación PassMark como indicador claro del nivel de CPU que monta cada modelo. Es habitual encontrar tablas que relacionan el rango de puntos PassMark con el tipo de uso recomendado: uso doméstico ligero, pequeñas empresas, virtualización, multimedia avanzada, etc.
PassMark, servidores NAS y elección de hardware
Cuando vas a elegir un servidor NAS, hacer comparativas “a ojo” entre procesadores puede ser engañoso. Tomar decisiones sólo por la marca o la familia del procesador puede llevarte a errores, porque las diferencias entre generaciones son enormes.
Por eso, muchas tiendas especializadas incluyen tablas de puntuación PassMark para cada servidor que venden. Estas tablas explican qué se puede hacer con un determinado rango de puntos: cuántas cámaras IP puede gestionar, si es adecuado para transcodificar varios streams de vídeo, si es válido para máquinas virtuales, etc.
Además, algunos comercios añaden filtros por puntuación PassMark en su catálogo de NAS, de modo que puedes filtrar directamente por el nivel de potencia que necesitas sin perder tiempo revisando modelos uno a uno.
Con esta información más objetiva, es más difícil equivocarse al escoger el servidor NAS que mejor se adapta a tus necesidades reales. Y como el benchmark somete a la CPU a tareas de compresión, cifrado y procesamiento intensivo, se parecen bastante a lo que un NAS hará en uso diario: copias de seguridad, encriptación, acceso remoto, etc.
