- PCMark 10 evalúa el rendimiento real del PC con pruebas basadas en tareas cotidianas como navegación, ofimática, contenido digital y batería.
- Es un estándar en entornos domésticos y empresariales, usado para comparar equipos, detectar problemas de estabilidad y guiar decisiones de compra.
- Se complementa con otras herramientas de benchmarking (3DMark, Cinebench, CrystalDiskMark, etc.) para obtener una visión completa de CPU, GPU, RAM y almacenamiento.
- Sus resultados son repetibles y neutrales respecto a fabricantes, lo que lo hace ideal para estandarización de hardware y análisis comparativos a largo plazo.
Medir cómo rinde realmente un PC en el día a día es bastante más complejo que mirar la ficha técnica o pasar una prueba sintética rápida. Aquí es donde entra en juego PCMark 10, un benchmark pensado para reproducir tareas de uso real, desde ofimática básica hasta creación de contenido, pasando por navegación web o videollamadas. Es una de las herramientas para medir el rendimiento de tu PC que muchas empresas y entusiastas utilizan para ir más allá de los números de marketing.
Además, PCMark 10 se ha convertido en un estándar de la industria tanto para entornos domésticos como profesionales y para ver el rendimiento de tu PC. Grandes corporaciones con miles de equipos, fabricantes de hardware e incluso usuarios que montan su primer PC de oficina lo usan para comparar configuraciones, detectar cuellos de botella y validar que un cambio de hardware o software realmente mejora la experiencia de uso.
Qué es PCMark 10 y por qué importa medir cargas reales

PCMark 10 es la evolución del clásico PCMark, desarrollado por UL (antes Futuremark), y está pensado para Windows 10 y Windows 11 en sistemas de 64 bits, y suele usarse junto a guías para configurar y optimizar las opciones de rendimiento en Windows 10. A diferencia de otros benchmarks centrados solo en CPU o GPU, PCMark 10 evalúa el rendimiento global del sistema con pruebas que imitan lo que hacemos de verdad con el ordenador: navegar, escribir, hacer videollamadas, editar fotos o vídeos, trabajar con hojas de cálculo y más.
El objetivo es que las puntuaciones reflejen rendimiento en escenarios del mundo real, no solo el máximo teórico de un componente. Por eso sus pruebas se basan en aplicaciones reales (como Microsoft Office) y en cargas típicas de un usuario doméstico, profesional o creativo. De esta manera es más sencillo saber si un PC sirve para lo que necesitas, y no solo si «tiene muchos puntos».
La base de PCMark 10 son varios grupos de pruebas que representan distintos tipos de uso: Essentials (tareas básicas), Productivity (ofimática), Digital Content Creation (contenido digital) y otros conjuntos adicionales en las ediciones más completas. Cada grupo lanza automatizadamente tareas, mide tiempos y fluidez, y al final genera una puntuación global y subpuntuaciones por apartado.
Este enfoque convierte a PCMark 10 en una referencia tanto para usuarios particulares como para empresas. Entusiastas del hardware lo usan para comparar procesadores o SSD; departamentos de TI lo integran en sus procedimientos de homologación de equipos; y fabricantes de dispositivos lo emplean para validar nuevos modelos antes de sacarlos al mercado.
Un caso real: gestionar 50 tipos de dispositivos en una gran empresa
Un buen ejemplo del papel de PCMark 10 en entornos profesionales es el de una empresa del índice Global 2000 dedicada a la automoción. Su equipo de estandarización de hardware tenía que gestionar y evaluar el rendimiento de miles de dispositivos distintos: desde portátiles de oficina «normales» hasta estaciones de trabajo potentes y equipos rugerizados para entornos exigentes.
Para mantener bajo control ese parque tan heterogéneo, el equipo adoptó PCMark 10 como parte central de su procedimiento de evaluación. Primero definieron requisitos de configuración por tipo de equipo (procesador, memoria, almacenamiento, etc.), y después utilizaban PCMark 10 para comprobar que los nuevos dispositivos cumplían esos mínimos y rendían como se esperaba frente a una línea base estandarizada.
El rendimiento medido con PCMark 10 se convirtió en factor clave a la hora de elegir los modelos sucesores en los ciclos de renovación. En vez de fiarse solo de las especificaciones del fabricante, comparaban puntuaciones PCMark 10 entre candidatos y modelos ya desplegados, asegurándose de que las nuevas compras suponían una mejora real para la productividad de los empleados.
Además, PCMark 10 resultó muy útil para detectar problemas de estabilidad. Cuando en alguna prueba aparecía una puntuación extremadamente baja o incluso un error con resultado cero, el equipo de TI usaba esos datos como punto de partida para investigar: conflictos de controladores, imágenes de Windows mal configuradas, drivers desactualizados o errores en versiones concretas del sistema operativo.
Las puntuaciones sirvieron también para comparar versiones de Windows 10 y el rendimiento de distintos controladores. Así podían validar antes de desplegar una nueva build o un nuevo paquete de drivers, comprobando si afectaba negativamente a la experiencia de los usuarios. Para rematar, automatizaron gran parte de este proceso con soluciones como Testdriver, que permite lanzar PCMark 10 de forma remota en múltiples equipos de la red.
Cómo mide PCMark 10 las tareas diarias: Essentials, Productivity y más

PCMark 10 se organiza en varios escenarios o “tests” que representan estilos de uso concretos. Los principales para uso general son:
- Essentials (Esenciales): tareas básicas y cotidianas.
- Productivity (Productividad): ofimática y trabajo de oficina.
- Digital Content Creation: creación de contenido multimedia.
En el grupo Essentials se evalúan tres grandes bloques: Navegación web, Videoconferencias y tiempo de inicio de aplicaciones. Son acciones que cualquier usuario realiza a diario, por lo que la puntuación de Essentials es una buena referencia para saber si un PC «se mueve suelto» en uso ligero.
En Productivity la carga se centra en Hojas de cálculo y Escritura. PCMark 10 abre, guarda y manipula documentos pesados, mueve grandes cantidades de texto e imágenes y trabaja con datos en hojas complejas. Esta parte refleja muy bien la experiencia de quien pasa el día en Office, Google Workspace o suites similares.
Por su parte, Digital Content Creation mide tareas de creación de contenido como edición de imágenes, renderizado de vídeo y trabajo con gráficos. No es un benchmark puro de juegos ni de 3D de alto nivel, pero sí ofrece una idea clara del rendimiento cuando nos metemos con contenido multimedia más exigente.
Conviene destacar que PCMark 10 no busca exprimir el hardware al límite como otros benchmarks sintéticos, sino imitar cargas de trabajo realistas y mezcladas. Eso lo hace especialmente valioso para evaluar equipos de oficina, ultraportátiles, estaciones de trabajo para productividad y PCs domésticos polivalentes.
PCMark 10 como herramienta de benchmarking para usuarios y empresas
PCMark 10 es considerado uno de los benchmarks estándar de la industria para valorar el rendimiento general de PCs modernos. Está desarrollado en colaboración con grandes compañías tecnológicas y se utiliza tanto en laboratorios de prueba como en departamentos de TI y por usuarios avanzados.
Uno de los puntos fuertes es que incluye pruebas específicas para portátiles, como las de duración de batería, que repiten tareas de ofimática, navegación o vídeo hasta agotar la carga. Esto permite comparar autonomía entre modelos de forma consistente, sin depender solo de las cifras teóricas del fabricante, y teniendo en cuenta la gestión de energía como Active State Power Manager (ASPM).
PCMark 10 también incorpora benchmarks de almacenamiento pensados para comparar SSD y otras unidades, midiendo tiempos de carga de aplicaciones, acceso a archivos y otras operaciones de disco que afectan directamente a la sensación de rapidez del sistema; una buena práctica es complementar estas pruebas con guías para medir rendimiento de disco con CrystalDiskMark.
Para entornos corporativos, las capacidades empresariales marcan la diferencia: automatización por línea de comandos, exportación de resultados en PDF y XML, posibilidad de guardar resultados sin conexión, opción de resultados privados y compatibilidad con herramientas como Testdriver para orquestar pruebas a gran escala.
Gracias a todo esto, PCMark 10 se dirige a una audiencia muy amplia: desde el usuario ocasional que quiere saber si su portátil se ha quedado corto, hasta el responsable de compras que tiene que comparar docenas de modelos de proveedores distintos con criterios neutrales.
Instalación, ediciones disponibles y requisitos del sistema
Instalar PCMark 10 es un proceso bastante sencillo. El programa se descarga desde la web oficial de UL, el instalador guía al usuario paso a paso y, durante el proceso, se hace una comprobación rápida de compatibilidad del sistema para evitar problemas de rendimiento o errores evidentes.
Tras la instalación, la activación se realiza mediante una clave de licencia en las ediciones de pago. La interfaz es limpia e intuitiva: desde la pantalla de inicio se puede elegir fácilmente qué prueba ejecutar, ver el historial de resultados o ajustar opciones de configuración en las versiones avanzadas. Además, hay numerosas guías prácticas para mejorar el rendimiento de tu PC tras la instalación.
PCMark 10 presenta varias ediciones según el tipo de uso:
- Edición Básica (Basic Edition): gratuita, permite ejecutar sin límite la prueba principal de PCMark 10; ideal para usuarios domésticos que solo necesitan una visión general.
- Edición Avanzada (Advanced Edition): de pago con precio asequible, desbloquea pruebas adicionales, informes más detallados y más opciones de personalización.
- Professional Edition: orientada a empresas y laboratorios, con licencia comercial, automatización avanzada, integración con Testdriver y soporte prioritario.
En cuanto a requisitos, PCMark 10 está pensado para PCs modernos con Windows 10 u 11 de 64 bits. De forma general, se recomienda:
- Sistema operativo Windows 10 o Windows 11 de 64 bits.
- Procesador de, al menos, dos núcleos a 2 GHz o más.
- 4 GB de RAM como mínimo (8 GB o más recomendado para escenarios completos).
- Alrededor de 6 GB de espacio libre en disco para la instalación.
- Gráfica compatible con DirectX 11.
- Pantalla 1920 × 1080 para la prueba completa (PCMark 10 Express puede funcionar con 1280 × 720 y 2 GB de RAM).
PCMark 10 también ofrece cierto soporte para Windows 10/11 en Arm en partes concretas, como el benchmark de aplicaciones y algunos escenarios de batería (Office, vídeo e inactividad), lo que amplía ligeramente el abanico de dispositivos soportados.