Xbox Full Screen Experience: qué es, cómo activarla y todo lo que ofrece

Última actualización: noviembre 21, 2025
Autor: Isaac
  • FSE arranca en la app de Xbox y minimiza procesos para priorizar recursos en juegos y mejorar autonomía.
  • Se configura en Configuración > Juegos > Experiencia a pantalla completa y permite entrada automática al iniciar.
  • Compatible con ROG Ally y MSI Claw, se expande a más PCs vía Xbox Insider y Windows Insider.
  • No sustituye a los launchers: Steam y otros se abren cuando hace falta, pero la navegación con mando es más fluida.

Experiencia de pantalla completa en Xbox para Windows

Si usas un portátil o una consola portátil con Windows 11, probablemente hayas oído hablar de la Xbox Full Screen Experience. Se trata de un modo que convierte tu dispositivo en algo mucho más parecido a una consola, con arranque directo en la aplicación de Xbox, navegación pensada para mando y menos procesos del sistema en segundo plano, todo ello para ganar en fluidez y autonomía mientras juegas.

Esta capa, estrenada en modelos como ASUS ROG Ally y ROG Ally X y ya extendiéndose a equipos como MSI Claw a través de Windows Insider, ha dado el salto para llegar a más formatos de PC con Windows 11. A partir del 21 de noviembre, Microsoft pone a disposición de los dispositivos portátiles compatibles este modo de manera general, con una hoja de ruta que contempla también su desembarco en más PCs a través de los programas Xbox Insider y Windows Insider.

¿Qué es Xbox Full Screen Experience (FSE)?

En esencia, FSE es un modo de Windows 11 que ajusta la interfaz para que sea más fácil de manejar con un controlador. Al activarlo, Windows designa una “aplicación principal de juegos” para actuar como iniciador y todo se ejecuta a pantalla completa, reduciendo distracciones y capas innecesarias del escritorio tradicional.

Este enfoque transforma el arranque: en lugar de cargar el shell completo del sistema, el dispositivo entra de lleno en la app de Xbox, desde donde puedes acceder a tu biblioteca, a otros lanzadores y a una Game Bar renovada, además de una Vista de tareas adaptada a pantallas pequeñas.

Importa tener algo claro: FSE no sustituye a Windows 11 ni es una interfaz de consola autónoma. Es, más bien, una experiencia centrada en el juego que prioriza recursos y simplifica la navegación, manteniendo el sistema operativo debajo cuando lo necesites.

Configurar la aplicación principal de juegos

Para que FSE cobre vida, debes elegir qué app ejercerá como “principal”. En Windows 11, ve a Configuración > Juegos > Experiencia a pantalla completa y usa el desplegable de “Establecer la aplicación principal”. Ahí verás los iniciadores de juegos instalados en tu dispositivo que son compatibles.

Al seleccionar una, habilitarás FSE y se desbloqueará la posibilidad de entrar en esta experiencia desde la Barra de juegos y la Vista de tareas. Si prefieres desactivarlo, basta con elegir “Ninguno”, lo que deshabilita la experiencia a pantalla completa hasta que vuelvas a definir una app principal.

También puedes decidir que, nada más iniciar sesión, el dispositivo salte a FSE. Para ello, activa la opción “Entrar en la experiencia de pantalla completa al iniciar”. Con este ajuste, Windows evita cargar procesos secundarios que no son necesarios para jugar, de modo que acelera la puesta en marcha y reduce el consumo de recursos.

  Cómo obtener una lista de archivos de una carpeta en Excel

Entrar y salir de la experiencia a pantalla completa

Una vez configurado, entrar a FSE es muy sencillo. Puedes hacerlo mediante la Barra de juegos con Windows + G o pulsando el botón Xbox del mando, o desde la Vista de tareas con Windows + Tab. Si te interesa ir directo, el atajo Windows + F11 te lleva a la experiencia a pantalla completa en un instante.

Si activaste la entrada automática, cada vez que inicies sesión aparecerás directamente en FSE. Esto facilita usar el equipo como si fuese una consola portátil, sin pasar por el escritorio tradicional salvo que lo necesites para otras tareas.

Para volver al escritorio cuando ya estás en FSE, usa las opciones de la Barra de juegos o la Vista de tareas. En dispositivos táctiles, puedes deslizar el dedo hacia arriba desde la parte inferior de la pantalla para abrir la Vista de tareas. Salir por completo de FSE es tan rápido como pulsar Windows + F11 o la tecla Windows.

Un detalle a tener en cuenta: si tienes activada la entrada al inicio y has vuelto al escritorio, la siguiente vez que intentes reentrar en FSE es posible que Windows te pida reiniciar el equipo para reaplicar las optimizaciones de rendimiento. Puedes hacerlo al momento o seguir sin reiniciar, pero lo ideal es aceptar el reinicio para exprimir la mejora.

Navegación dentro de FSE: cambiar entre juegos y apps

Con FSE en marcha, la multitarea se adapta al mando. Para alternar entre juegos y aplicaciones abiertos, abre la Vista de tareas con Windows + Tab, mantén pulsado el botón Xbox del mando o utiliza el gesto táctil de deslizar hacia arriba en la parte inferior.

Una vez ahí, puedes moverte por las apps con el stick izquierdo o con los botones superiores del mando. Pulsa A para traer una aplicación al frente, o X si la quieres cerrar en ese momento.

En cualquier momento, puedes regresar a la app principal, bien desde la Vista de tareas o desde el botón Inicio de la Barra de juegos. Cuando el iniciador lo permite, un botón Biblioteca te lleva directamente a tus juegos para iniciar partidas sin perder tiempo.

Administrar aplicaciones de inicio

Si habilitas la opción “Entrar en la experiencia de pantalla completa al iniciar”, Windows reduce al mínimo lo que arranca de fondo. En la práctica, las aplicaciones del sistema solo se cargan la primera vez que cambias al escritorio, mejorando tiempos de arranque, autonomía y rendimiento general del equipo mientras juegas.

¿Quieres afinar aún más? Entra en Configuración > Aplicaciones > Inicio y ajusta cada app para que se ejecute “Inicio en el inicio de sesión” (si te interesa que esté disponible incluso en FSE) o “Desactivado” para impedir que se lance, incluso cuando volviste al escritorio. Este control granular es ideal para no malgastar memoria y CPU.

  ¿Cómo funciona el formato ZIP?

Qué beneficios aporta: rendimiento, memoria y batería

El mayor logro de Xbox Full Screen Experience es que minimiza la carga del sistema operativo mientras juegas. Al prescindir del shell clásico (Explorer) y su carga de procesos y servicios, Windows consume muchos menos recursos en reposo y se libera memoria para la CPU y la GPU.

Microsoft estima que el modo puede ahorrar hasta 2 GB de RAM desactivando tareas como la indexación, procesos secundarios de Office, Copilot y otros servicios no esenciales para jugar. En consolas portátiles con memoria unificada, esa RAM extra se traduce en más margen para la calidad gráfica o la estabilidad.

Además, el consumo energético en reposo puede reducirse de forma notable: hay escenarios de prueba donde baja a casi un tercio respecto al escritorio convencional. Menos procesos y menos interrupciones implican sesiones más largas lejos del enchufe, algo clave en dispositivos con pantallas pequeñas.

La navegación también mejora: tanto la Game Bar como la Vista de tareas se han rediseñado para que funcionen bien con mando, con menús claros y accesos directos útiles. Es una interfaz más limpia y sin ruido, adecuada para jugar sin distracciones.

Conviene matizar, eso sí, que parte de la ganancia en memoria depende de lo que tengas configurado al iniciar Windows. Algunas pruebas independientes señalan que si desactivas manualmente las apps de arranque en el escritorio, el uso de RAM se acerca bastante a lo que se consigue con FSE. Aun así, el valor de este modo está en automatizar ese comportamiento y envolverlo en una experiencia pensada para el juego.

Compatibilidad y despliegue: ROG Ally, MSI Claw y más

La experiencia se estrenó en los modelos ASUS ROG Ally con integración Xbox y posteriormente llegó a la ROG Ally X. Microsoft ha confirmado que se amplía a más consolas portátiles con Windows 11 y a más formatos de PC mediante Xbox Insider y Windows Insider, arrancando el despliegue general el 21 de noviembre.

Los dispositivos MSI Claw ya han empezado a recibir FSE a través de versiones preliminares de Windows 11, y la propia Microsoft indica que otros fabricantes “activarán sus dispositivos en los próximos meses”. Lenovo, por su parte, confirmó que la función llegará a la línea Legion Go Gen 2, con disponibilidad prevista para primavera de 2026.

La idea es clara: consolidar Windows y Xbox como un mismo entorno en el ámbito portátil y, de paso, optimizar Windows para este tipo de hardware para competir de tú a tú con otras propuestas del sector.

Cómo activar Xbox Full Screen Experience

El proceso para habilitarla no tiene misterio. En Windows 11, abre Configuración > Juegos > Experiencia a pantalla completa. Luego, marca “Xbox” como tu aplicación principal. Al guardar, el cambio es inmediato y el equipo puede arrancar directo a la app de Xbox.

  Descubre Notas de Samsung para Windows: Guía de Usuario

Si llegas desde un escritorio clásico, es posible que veas un aviso recomendando reiniciar para aplicar las optimizaciones. Hazlo si quieres aprovechar la máxima mejora de rendimiento y consumo. Y, por último, recuerda revisar actualizaciones de la app de Xbox en la Microsoft Store para mantener todo al día.

También puedes activar el inicio automático en FSE para que, nada más encender, tu dispositivo funcione como una consola. Y si prefieres seguir yendo al escritorio, siempre tendrás el botón de entrar a FSE desde la propia app de Xbox.

Limitaciones y detalles importantes

FSE no ingiere tus bibliotecas de otras tiendas ni las salta por arte de magia. Si inicias un juego de Steam desde la app de Xbox, Steam se abrirá igualmente como parte del proceso, y lo mismo aplica a otros lanzadores como Battle.net, Epic o Riot. Es decir, FSE no reemplaza a los launchers de terceros, sino que los coordina.

La interfaz, según experiencias tempranas, es bastante funcional aunque todavía básica y sin grandes alardes comparada con entornos como Steam Big Picture o SteamOS. Es lógico en una función que está en expansión y que seguirá mejorando, pero conviene ajustar expectativas.

En lo referente a mejora de memoria, buena parte del ahorro proviene de no cargar aplicaciones de inicio. Es un beneficio real, pero se puede replicar desactivando manualmente esas apps en el escritorio. La ventaja de FSE es que lo automatiza, lo aúna en un entorno de juego y además adapta los menús al mando.

Sobre AutoSR (reescalado automático), la función resulta prometedora, pero hay escenarios donde su utilidad se percibe como limitada y su comportamiento puede depender del monitor o la configuración. En dispositivos portátiles, la compatibilidad y el resultado práctico pueden variar.

Despliegue en PCs de escritorio y herramientas de terceros

Aunque el foco está en consolas portátiles, Microsoft ha señalado que extenderá esta experiencia a más formatos de PC con Windows 11 mediante los canales Insider. Si juegas en sobremesa, también puedes estar interesado: en determinadas configuraciones es posible notar mejoras de rendimiento y uso de RAM.

Por otro lado, la comunidad ya ha creado herramientas de terceros que permiten activar FSE en equipos donde aún no está disponible de forma oficial. Hay utilidades publicadas en repositorios de código abierto que comprueban la versión de Windows y ayudan a habilitar el modo con un par de clics.

Eso sí, conviene extremar la prudencia: descarga siempre desde fuentes confiables y comprende que estas soluciones no son oficiales. Si decides probarlas, haz copia de seguridad y asume las implicaciones. En cuanto Microsoft vaya ampliando el soporte, lo ideal será habilitar FSE desde la configuración del sistema sin depender de terceros.

Artículo relacionado:
¿Cómo forzar pantalla completa en PC?